La falda que adoraste en los 2000 será tu favorita este Otoño-Invierno 2023

Están desapareciendo de las tiendas de segunda mano y quienes acumulan ya al menos 30 primaveras, puede que tengan alguna en el armario.
Mujer lleva botas puntiagudas negras con falda de mezclilla en el street style.
Christian Vierig/Getty Images.

La falda de los 2000 ha vuelto para ayudarnos a armar el look de Otoño-Invierno 2023 perfecto. La reconocerás en cuanto la veas, y la verás (la estás viendo) muchísimo en todas partes.

No necesariamente hablamos de la clásica falda mini, al estilo de la estética de The Plastics en Means Girls, que ya nos hemos encontrado por todas partes, no. Podríamos decir incluso que se trata de una silueta más práctica y apta para la batalla del día a día y, por efecto de este boomerang de tendencias de los 2000 que amamos.

Se trata de faldas largas o midi, y suelen definirse por su cintura baja y por contener una pequeña dosis de fantasía. Desde toques deportivos, algodones de estampados coloridos, patchwork, bolsillos que aparecen donde no se les espera y mucho tejido de mezclilla que presenta singularidades como cortes al biés, o faldas largas con bolsillos al estilo de los pantalones cargo y, por supuesto, las clásicas faldas románticas de inspiración boho, con amplio vuelo y marcadas a la cadera.

El auge y la relevancia de este tipo de faldas Y2K se impone por una cuestión de conveniencia entre las tendencias, ya que cuando hablamos de años 2000 lo hacemos en su más riguroso sentido temporal. 20 años después, estas faldas se desempolvan de los armarios y se rescatan de las tiendas y plataformas de segunda mano. Porque la carrera es en pos de dar con un modelo original, y no tanto con las réplicas contemporáneas de nueva producción.

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Los datos confirman nuestra intuición. Según las estadísticas de Wallapop, plataforma de compra-venta de objetos de segunda mano que en los últimos años ha venido potenciando su segmento de moda, las características propias de las faldas de los 2000 se han convertido en criterios de búsqueda con crecimiento exponencial en lo que llevamos de año.

Los datos facilitados a Vogue por parte de la plataforma hablan de que en abril de 2023 la búsqueda de faldas de mezclilla se incrementó en un 107% con respecto al mismo mes del año anterior.

Algo similar ocurrió con las faldas de talle bajo, que en mayo incrementaron sus búsquedas en la plataforma en un 44% respecto a mayo de 2022. ‘En cuanto a las faldas largas de talle bajo, estas comienzan a despuntar en enero, febrero y marzo’, confirman desde Wallapop. ‘Las búsquedas de esta prenda dentro de la plataforma crecieron un 47% en comparación con los mismos meses del año anterior’.

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Más allá de la data, es evidente su efecto ya que la tendencia está en la calle, junto al resto de prendas propias de la fiebre por los 2000. Y, para que eso fuera posible, las que más saben de moda han jugado un papel fundamental.

La estilista Michelle Li se fotografiaba con una falda de verano midi de estética Y2K, con estampado ligero y colorido, y compartía la siguiente reflexión: ‘Me compré esta falda de la colección Primavera-Verano 2000 de Marni en enero y no estaba segura de mi visión porque no sabía si encajaría con el resto de mi armario. Pensé que podría ser divertido intentar combinarla con una pieza de cuero envejecido o una sudadera muy ancha, pero creo que el verdadero truco es aceptar el tipo de prenda que es’.

Li se refiere a asimilar como propio el tipo del look, (femenino, colorido, divertido, veraniego y un poco naïve), para el que la prenda fue creada originalmente. En ese entonces no les dábamos la vuelta con propuestas irónicas que resignificaban su finalidad, y lo cierto es que funciona, es agradable en cuanto al mood que transmite, y se ve muy bien.

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Sandra Cañedo es, además de periodista especializada en moda, una experta caza-tesoros vintage. Ella tiene la lucidez de estilo suficiente como para recordarnos que la estética de los 2000 es compatible con el minimalismo, que no todo son propuestas recargadas o estridentes, y hace aflorar esas inagotables referencias a los 2000 de Jennifer Aniston y las gemelas Olsen.

Porque, aunque mil veces revisitadas, parece que nunca se terminan de agotar en su capacidad de aportar algo novedoso a la estética contemporánea. ‘Este año me ha dado bastante fuerte por el estilo Y2K, pero si me paro a pensar en cómo se manifiesta en mi armario me doy cuenta de que lo único que he hecho ha sido incorporar un par de nuevas faldas’, confiesa Sandra, que es tan minimalista en estilo como en hábitos de consumo.

‘Empecé reutilizando una capa que mi mamá tenía en casa, de cintura elástica y largo justo hasta la rodilla, y la verdad es que me vi favorecida con ese nuevo corte. Después de pasarme los dos últimos años llevando casi a diario la falda/uniforme midi negra satinada de Zara, quería probar otras formas y tejidos así que la vendí y me fui a mi tienda de cabecera: Humana. Creo que el 90% de las faldas descartadas en los últimos 20 años cumplen con los requisitos de lo que hoy llamamos Y2K (cintura elástica o baja, largo más corto o asimétrico, tejido elástico o de algodón, estampados o volantes imposibles…) por lo que es relativamente fácil dar con ellas en tiendas de segunda mano’.

Jim Smeal/Getty Images.

Además de Humana, Sandra recurre a Zoetrope Vintage en Barcelona, España. Siempre tiene en mente el estilo de Ashley Olsen en la serie ‘Tal para cual’. ‘La serie era una auténtica obsesión adolescente para mí y al día de hoy aún me encuentro referenciándola cuando me visto, combinando este tipo de faldas con un top básico y sandalias de plataforma’, explica.

‘A la hora de lucirlas también me fijo en cómo lo hacía Jennifer Aniston en las alfombras rojas de los 2000: dejando ver algo de abdomen (pero poco) y optando por otras prendas muy simples (un tank top arrugado por abajo siempre se ve bien). Cuando llegue el invierno tengo pensado ponérmelas con botas altas negras y cárdigans cortos de punto, más al estilo de Caroline Bessette’. Entre sus firmas de referencia de los 2000: Gharani Strock, Nuria Aymerich y Fuzzi.

Amy Graves/Getty Images.

Dicen que quien guarda, siempre tiene, y por eso es posible que, si ya has cumplido 30 primaveras, en tu armario se encuentre una falda de la época que puedas volver a lucir. Hemos podido confirmar la experiencia de ver cómo encajan perfecto con los looks de 2023 de una forma muy divertida.

Artículo originalmente publicado en Vogue España, vogue.es.