1.POR OUCHY
Da igual que Lausana esté estigmatizada por su altísima renta per cápit a (o sea, que el resto de Suiza la tache de ‘la pija’) , su barrio portuario es colorido y agradable. El corazón de Ouchy es ese castillo reciclado como un hotel de lujo . De aquí parte una larga avenida donde se suceden pequeñas casas ocupadas por negocios familiares que se alternan con los **grandes hoteles con vistas al mar lago Lemán **.
2.POR EL PUERTO VIEJUNO
Enfrente del castillo se encuentran los muelles del que un día fue un puerto crucial del Lemán. Sin embargo, hoy se ha quedado más como un puerto de recreo con cierto regusto antiguo dado por los barcos de la Belle-Epoque. Para andar con prisas ya están los trenes…
3.POR EL METRO
Lo que en muchos lugares del planeta es un mero modo de transporte, en Lausana es toda una experiencia divertida y un hito, ya que se trata de la ciudad más pequeña del mundo con red de suburbano. Lo primero que llama la atención es que es casi más un funicular que llega a salvar un 15% de desnivel. Lo segundo, que sea totalmente automático y eléctrico. Si algún día los robots se levantan en rebeldía, huyan de este metro.
4.POR EL MUSEO OLÍMPICO
La consecuencia turística de ser la ciudad del Olimpismo (la sede del COI no es nada del otro mundo) es el museo Olímpico . En estos momentos se encuentra en pleno rediseño, así que lo más granado de su colección se haya en un barco de vapor sobre el agua del lago. A finales de este año se reabrirá adaptado a un público más difícil de sorprender y con nuevas instalaciones para diferentes saraos.
5.POR LOS PUENTES
Lausana está levantada sobre tres prominentes colinas: La Cité, Saint-Laurent y Le Bourg. Por eso, sin comerlo ni beberlo una calle se convierte en un viaducto como el Grand Pont, el Chauderon o el de Bessières, el más sorprendente por tener dos niveles, uno para los coches y otro para el metro. Cruzarlos, además de ser una necesidad, permite obtener alguna de las mejores vistas de la ciudad.
6.POR FLON
Parece mentira que esta área en pleno centro de Lausana fuera poco más que una barriada hace unas décadas. Situada en el antiguo cauce de un río homónimo, la intervención urbanística más notable de los últimos años llama la atención con sus centros comerciales de estética agresiva, sus jardines y su alarde de diseño contemporáneo.
7.POR EL BAÑO PÚBLICO
Quizás la mayor sorpresa de Flon sea su sorprendente baño público de pago. ¡¡Es transparente!! Bueno, hasta que se echa una moneda y sus paredes, por arte de magia, se vuelven opacas. Es Lausana, aquí no hay lugar para exhibicionistas ni voyeurs…
8.POR LA CATEDRAL MÁS BONITA DE SUIZA
El casco antiguo de Lausana cumple el prototipo de toda ciudad medieval, con ciertos rasgos germanófilos provocados por los años de control del cantón de Berna, que trajo consigo el protestantismo. En esta amalgama de callejones sin alardes sobresale la catedral protestante de Nuestra Señora de Lausana. ¿Nuestra señora? ¿pero si es protestante? Directamente no le quisieron cambiar el nombre. El edificio es la mayor joya del gótico suizo y sorprende con sus proporciones monstruosas en una ciudad sin mucho rascacielos, su pórtico lateral (toda una gliptoteca de esculturas medievales) y su pedazo de órgano, del que dicen que es el más grande del mundo con sus 6.817 tubos …
9.POR EL SERENO
Este arcaísmo resulta todo un acontecimiento de la noche lausanesa. Una especie de vigilante-sereno aparece a las 22.00 horas para cerciorarse de que no hay fuego y dar puntualmente cada hora hasta las 2 de la madrugada gritando a los cuatro vientos desde cada esquina del templo. Y lo más sorprendente: los vecinos no le agreden…
10.POR LAS ESCALERAS DEL MERCADO
Como si fuera una obligación, bajar de la catedral supone hacerlo bajo las vigas de madera de estas famosísimas y centenarias escaleras. A veces hay que parar para salir de la protección de su techo y mirar hacia arriba, donde obtener una de las fotografías más bellas de la ciudad, con la catedral de fondo.
11.POR EL MERCADO
Claro está que estas escaleras llevan al mercado, siempre que se bajen un miércoles o un martes. Lausana, pese a ser sede de centenares de empresas multinacionales, tiene esa costumbre tan de provincias de paralizar las calles para que los productos de las huertas pueblen la ciudad. El resultado es que hombres de negocios con sueldos (g) astronómicos pasean con suma cotidianeidad entre los coloridos puestos. El progreso.
12.POR LA DULCÍSIMA RUE DE BOURG
Entre tiendas de lujo, relojes y joyerías, la Rue de Bourg ha logrado no ser solo donde se gasta sin control. Es la calle más dulce de toda Lausana. Los sabores han logrado eclipsar esta milla de oro gracias a tres paraísos: la Confiserie Tony, donde tomar un café con sus famosos pavés de chocolate; la ** Chocolatería Blondel ** y sus helados en verano y la sucursal de la pastelería Ladurée de París , a donde llegan sus famosos macarons.
13.POR EL MUSEO DE ART BRUT
De entre todos los museos de Lausana, el de Art Brut se presenta como el más original y atractivo de todos. En esta casa de aspecto antiguo se exhibe la colección que el artista francés Jean Dubuffet hizo a lo largo de toda su vida. La máxima peculiaridad de estas obras es que forman parte del denominado arte marginal , cuyos autores viven fuera de la normalidad (por salud mental, física o condiciones económicas) . Interesantísimo, sobre todo, porque el museo cuenta lo que rodea a cada obra sin morbo, solo con descripción.
14.POR ROLEX
La famosa marca de relojes (distintivo de un hombre de bien con parné y hasta con queridas –si quiere-) decidió vincularse por completo a esta ciudad con el Rolex Learning Center, un centro universitario diseñado por SANAA. Su utilidad es puramente docente, pero el edificio es tan disfrutable que merece la pena acercarse y volver, de esta manera, a la vida de estudiante.
15.POR LA NOCHE
A nadie se le escapa que la vida nocturna suiza no es la panacea, pero eso no evita que Lausana se anime cuando cae el sol en garitos que son interesantes al margen de la fiesta que alberguen. El colina del Burgo y alrededores se convierte en el epicentro del juergueo chic con lugares como el muy aparente teatro-club Lido , el instintivo Darling o el MAD Club , el novísimo viejo club de Flon.
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