Viaje a un cuadro: ‘Figura en una ventana’, de Salvador Dalí

Dalí, Cadaqués y el mar: un viaje a la historia de ‘Figura en una ventana’ de Salvador Dalí.
'Figura en una ventana' Dalí
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Una niña se apoya en el alféizar de la ventana. Lleva ropa ligera. Hace calor. No hay brisa. Contempla el mar en calma. Al otro lado de la bahía, un velero se mantiene inmóvil. El cielo prolonga el azul del mar. El color se expande en la blusa, en la falda, en las cortinas. La niña descansa sobre una pierna y nos muestra una sandalia minúscula. Su piel parece bronceada. Imaginamos un rostro abstraído. Es probable que lleve mucho tiempo allí.

Dalí pintó a su hermana Anna Maria en Cadaqués, a los veintiún años. Ella tenía diecisiete. Vivían en Figueras, donde su padre era notario. Salvador recibió el mismo nombre que su hermano mayor, muerto nueve meses antes de su nacimiento. Le llevaron al cementerio, se detuvieron frente a su tumba y le dijeron que él era su reencarnación. Sintió que su infancia era un duplicado, un reemplazo del Salvador original. La muerte de su madre profundizó un conflicto que volcaría en su obra.

La familia Dalí en Cadaqués.

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Anna Maria fue su refugio. Pasaban el verano en una casa encalada que daba a la playa de Es Llaner. Jugaban al fútbol y se bañaban en el mar. Salvador dibujaba. No es de extrañar que le dedicase doce retratos. Más adelante, ella afirmó que, en sus sesiones, su hermano pintaba paciente e infatigablemente. No le cansaba posar para él. Durante las horas en las que le servía de modelo, siempre cerca de una ventana, observaba el paisaje.

Con el apoyo del pintor Ramón Pichot, amigo de su padre, Dalí viajó a Madrid para completar su formación artística. Ya entonces había creado su propio personaje: larga melena, patillas decimonónicas, gabardina, polainas. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando e hizo amistad con sus compañeros de la Residencia de Estudiantes: Maruja Mallo, Lorca, Luis Buñuel.

Lorca y Dalí en Cadaqués.

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En 1925, año en el que pintó Figura en una ventana, Salvador invitó por primera vez a Lorca a Cadaqués. Se conserva la carta en la que Federico habla de ello a sus padres: “Dalí tiene empeño en que trabaje esta Semana Santa en su casa y lo conseguirá, pues me hace ilusión salir unos días a pleno mar”.

Las visitas de Lorca a la casa de Es Llaner se hicieron frecuentes durante el verano. El poeta intimó con Anna Maria. En las fotografías, Federico y Salvador aparecen juntos, en la playa, con traje de baño. La relación se estrechó. Años después, Dalí afirmó que decidió no llegar más allá y le rechazó.

Lorca y Dalí en Cadaqués.

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Anna Maria no rompió su amistad con Lorca. Mantuvieron la correspondencia hasta su muerte. De aquel verano, queda el azul que inunda la habitación desde la ventana.

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El observador que se detiene frente a la obra contempla la espalda de una niña que, a su vez, se asoma a otro marco, a otra vista. Dalí parte del motivo de la mujer frente a la ventana, cultivado por Vermeer y Friedrich, y lo transforma en un juego propio de Velázquez. La serenidad se construye desde el muro desnudo hacia el paisaje marino: el cuadro dentro del cuadro. Para lograr el equilibrio, el pintor ha eliminado uno de los batientes y, en los cristales del otro, refleja las casas blancas, los muros de piedra y los olivares de Es Llaner. Un paisaje que nunca abandonará.

La obra se expone en la sala 207 del MNCARS.

‘Figura en una ventana’.

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