Carlos Baute: “Comparar a España con Venezuela es ridículo”

“No creo en esas batallas que se ganan sin haber perdido. Los fracasos son los que te enseñan”, dice el cantante, que saca nuevo disco esta semana.
Carlos Baute “Comparar a España con Venezuela es ridículo”
Luisleo

Que Carlos Baute (Caracas, 1974) ama su profesión no admite duda. De padre canario y madre gallega emigrados a América Latina, el cantante y compositor tenía trece años cuando empezó su carrera en la ‘boyband’ Los Chamos. A los veinte lanzó su primer trabajo como solista, con el que conseguiría su primer disco de platino, y en 1999 presentó al mundo Yo nací para querer, un álbum multiplatino que le abrió las puertas del mercado musical español. Fue entonces cuando, “por una mezcla de motivos políticos y económicos”, decidió instalarse en España, donde en las últimas dos décadas ha cosechado éxitos con temas como Colgando en tus manos, que hoy alcanza 500 millones de reproducciones en Spotify, y ha participado en programas tan populares como Tu cara me suena y MasterChef Celebrity. Aprovechando que acaba de publicar Espiral, un EP compuesto por siete canciones que tocan géneros musicales tan dispares como el pop, la balada, el rock y hasta el vallenato, hemos charlado con el músico venezolano.

Luisleo

En su último vídeo, con el artista valenciano Zzoilo, aparece rompiendo a martillazos la ventanilla de un vehículo. ¿Es usted un hombre temperamental?

Sí, pero no tengo nada que ver con eso que se muestra en el vídeo. Eso lo hicimos porque el dueño de El Choque, que es un desguace, es amigo mío y me dijo que de vez en cuando partía cosas y que había gente que lo hacía a modo de terapia. Yo nunca haría eso.

¿Cuál es entonces su terapia particular contra el estrés?

Las respiraciones y mi familia. También la música. Me encanta componer, es lo que más me gusta de mi carrera. Ahora mismo tengo poco tiempo, pero ya sé que entre noviembre y enero voy a tener unos veinte días para sentarme a componer canciones para el próximo disco.

El público no disfrutaba de un disco suyo desde 2019. ¿Le gusta hacerse de rogar?

No [ríe]. Lo que pasa es que ahora sacamos cada vez más singles. Lo de sacar discos, que yo lo solía hacer cada dos años, es algo que paró. No sé si lo volveré a hacer más adelante. Ahora estoy viviendo también una etapa como artista independiente. Tanto este disco como el próximo los voy a lanzar de manera independiente. Ya estamos negociando nuevamente con una major, pero quería probarlo y saber cómo era este mundo. Ser independiente no tiene nada que ver con que todo te lo hagan.

¿En qué sentido?

Antes dejaba que me llevasen y me dedicaba a componer. Ahora estoy metido en absolutamente todo. Aunque te digo que esto es mucho más trabajo. Estoy metido en los presupuestos, en quién va a dirigir los vídeos,... De pronto te das cuenta de que antes, estando en una discográfica, a veces se derrochaba un dinero que no tenía por qué derrocharse. También te enteras de otras cosas que no sabías, como la forma de hacer publicidad en internet o a qué tipo de televisiones debemos acudir. Ahora todo lo miramos con lupa y ya no hago cosas por hacerlas. También estoy abriendo una discográfica con mi mánager. Eso es ya mucho trabajo, pero creo que hay muchísimo talento por ahí. No sabes la cantidad de gente que me escribe y me manda canciones que yo les digo que tienen que lanzar. Ha llegado a mí tanto talento que quiero darles oportunidades a esas personas.

¿Le agobia componer teniendo en cuenta los hábitos de consumo?

Quiero seguir dirigiéndome a mi target más clásico. Yo no puedo estar sacando un tema nuevo cada mes. Creo que los temas tienen que estar fuera por lo menos tres o cuatro meses. No sacaría más de cuatro singles al año, porque creo que no los haces éxito. Además, no tengo el mismo target que esos niños de dieciocho o veinte años que sacan canciones que en un mes ya están quemadas, y al final lanzan veinticinco temas al año. Creo que cada uno de nosotros tiene su nicho.

Siempre le ha cantado al amor romántico. ¿Le disgustan las letras crudas del reggaetón?

Esa es la moda. Mientras que esas letras no denigren al ser humano, todo está bien. Creo que las malas palabras están de más. Admiro muchísimo a muchos poetas y cantautores como Juan Luis Guerra que te dicen de todo con una papaya o con un pez en su nariz. Están bien las canciones que usan el lenguaje callejero, pero creo que el castellano es riquísimo y que yo puedo contar que te hago el amor quinientas veces de manera muy bonita y elegante. Como padre que soy, no me gustaría ver a mis hijas cantando esas canciones cuando crezcan.

¿Y es de los que creen en el amor para toda la vida?

Si uno se casa bien, sí. Soy creyente en eso. Hay gente que se estresa cuando piensa que el día que se case lo hará ya para toda la vida. Si estoy feliz y pienso que esa mujer es el amor de mi vida, qué alegría, ¿no? Me parece una maravilla encontrar a esa compañera de vida. Te quitas un estrés. Gracias a Dios, sigue habiendo una pasión de locura entre la mujer con la que me casé y yo. Como además viajo mucho, echo mucho de menos a mi mujer y cuando regreso de un viaje lo nuestro es pasión y locura. Hay muchas parejas que se queman porque en su relación hay mucha monotonía. Tengo la suerte de que en mi vida hay cero monotonía.

Luisleo

Me consta que lleva años comprometido política y socialmente. ¿Cree que todos los artistas deberían alzar la voz ante la injusticia?

Cada uno hace lo que quiere. Depende también de cómo vea uno las cosas. Por ejemplo, a mí me parece muy duro lo que está pasando en Israel. El otro día hablaba con amigos míos judíos que viven en Nueva York y que ya han tenido que sacar tres veces a sus hijos de su colegio por aviso de bomba. En Barcelona también acaban de ponerle una cruz a un edificio que es de judíos. Tanto lo de Rusia como lo de Ucrania es terrible, pero esto es aún peor, porque pueden pasar muchas cosas a nivel global. No estoy ni a favor de unos ni de otros, pero sí me pregunto qué sentido tienen las guerras. Es muy triste ver la evolución que ha tenido el ser humano y que todavía sigamos peleando. Me parece terrible, sobre todo por los inocentes. En realidad, todo son cuestiones políticas.

En su día usó las redes para pedir la renuncia del presidente venezolano Nicolás Maduro. ¿Ve cerca el fin de su gobierno?

No, cero. Dicen que pronto habrá elecciones. ¿Elecciones de qué, si todo está cuadrado? Para mí, esas son unas elecciones completamente ilegales. No creo que el pueblo vote por algo que no se ha gestionado bien. ¿Por qué nos fuimos de allí ocho millones de veintiocho millones de habitantes? El 30% de la población se ha marchado, lo que quiere decir que ya el 30% de la gente no estaba a favor de eso. Del porcentaje restante, dudo que llegue a un 50% el de la gente que sí lo está. Y si estás a favor de eso, estás perdiendo, papá, porque los que estamos fuera del país tratamos de votar en contra y no podemos. Cuando intento votar, no puedo, porque resulta que el consulado está cerrado. Pasó en Miami, donde hay muchos venezolanos. Lo abrieron en determinadas ciudades, pero la gente tenía que gastarse unos 1.500 dólares para ir a votar. El otro día veía un documental sobre Singapur, que hoy es el cuarto país más rico del mundo. Singapur venía de ser muy pobre y muy corrupto, pero endurecieron las leyes allí y se pusieron en órbita. Pasó lo mismo en Dubai, donde pensaron qué hacer con el dinero que entraba en el país por el tema del petróleo. Nosotros tenemos mucho más petróleo que ellos, pero con estos políticos corruptos... Me pregunto dónde está yendo a parar todo ese dineral que ahora mismo está entrando en Venezuela por el petróleo.

¿Qué les diría a esos dirigentes políticos que comparan a España con Venezuela?

Eso es ridículo. Incluso me encuentro con españoles que me dicen que España es Venezuela. ¡Por favor! Eso era en la época en la que Pablo Iglesias salía con Maduro y Chávez, usando su mismo discurso. Incluso se decía que estaba patrocinado por el gobierno venezolano, aunque en eso ya no entro. Gracias a Dios, ese señor está fuera ya. Que España llegue a lo de Venezuela es muy complicado. Creo que este no es un país de derechas, sino un país socialista, pero con un socialismo que no tiene nada que ver con el de Venezuela.

En realidad, la izquierda española tiene poco que ver con la venezolana, por mucho que algunos lo repitan para generar miedo y demonizar al adversario político.

Nada. La izquierda de este país no tiene nada que ver con la de allá ni con la de muchos países latinoamericanos. España es un país del primer mundo, que está respaldado por la Unión Europea. Da mucha tristeza ver cómo muchas veces los medios de comunicación mienten. Sin ir más lejos, anteayer me mataron a mí. Los medios y los periodistas deben dedicarse a informar, buscar buena información y contrastar, pero no solo con las tres primeras cosas que les salen en Google. Cuando leo noticias, lo hago en medios de izquierda, derecha y centro. Leo la misma noticia en El País y El Mundo y veo que en cada uno te la cuentan de manera totalmente diferente, así que al final tengo que formarme mi propio criterio.

¿Ve el futuro económico de sus hijos con preocupación?

Mi hermana, que vive en California, acaba de venir ahora y se ha ido a Bélgica con mi madre. Allí vio a muchos españoles que trabajan en hoteles y que dicen que ganan 2.400 euros por un trabajo por el que en España ganarían 1.000. Dicen que aquello es más caro también, pero no el doble, así que les alcanza el dinero. Creo que en este país hay sueldos muy bajos y que eso tiene que cambiar. Es algo de lo que se quejan todos los jóvenes, gente con cuatro idiomas, carrera y máster que se tiene que ir fuera. Aun así, la calidad de vida es espectacular aquí. Miami por ejemplo está carísimo. Allí puedes ganar seis mil dólares, pero eso es como si aquí ganaras 1.500. Igual aquí ahorras cien euros, mientras que allí ahorrarías doscientos.

Aun así, parafraseando su canción Espiral, no todo está perdido y siempre hay motivos para seguir, ¿no cree?

Totalmente. Siempre hay motivos para seguir adelante y ver lo bueno. No sé si será la música o mi familia, pero hay algo que a mí me da dopamina. El cortisol lo controlo muy bien haciendo ejercicio y meditando. Leí un libro de Marian Rojas Estapé que se titula Encuentra tu persona vitamina y que me hizo pensar en lo mucho que necesitamos rodearnos de personas vitamina, de gente que sea buena compañera de vida. Soy optimista, como una espiral. Tampoco creo en esas batallas que se ganan sin haber perdido. Los fracasos son los que te enseñan. Es imposible estar siempre arriba, ni siquiera Madonna lo ha hecho. Qué rico es subir y bajar y que la vida sea como una montaña rusa. Si estás siempre arriba, no sé si eres una persona agradecida con la vida o si valoras lo que tienes. Tengas más o menos dinero, al final todos vamos a acabar en el mismo sitio. Qué bonito es ser una buena persona. Si tú miras a una persona y le sonríes, estoy seguro de que esa persona también te sonreirá a ti. La vida es un espejo. Hay que intentar hacer el bien, sin mirar a quién.