Como Leonardo Da Vinci, Alexi Lalas fue un adelantado a su época. Si el polímata florentino inventó los aviones antes de que nadie pudiera si quiera imaginar lo que era un motor, Lalas inventó el futbolista-icono de estilo, mucho antes de que Beckham se anudara su primera corbata. Esta es su historia.
España, verano de 1994. Temperaturas disparadas, incluso para los baremos pre-cambio climático. El país está sumergido en una tremenda crisis económica y política. Pero hay una tregua que nos hace olvidar todos los pesares climático-sociales: el Mundial de Estados Unidos.
La Selección Española llega, como siempre, con ilusión. Su columna vertebral está formada por los jugadores del llamado ‘Dream Team’ del FC Barcelona, más algunos jugadores del Real Madrid (solo tres, y uno de ellos es Luis Enrique). Pero una vez más fracasa. Tras una fase de grupos emocionante (empate con la poderosa Alemania, empate tras pájara final con Corea del Sur y victoria sobre Bolivia) y un notable partido en octavos contra Suiza, cae ante una Italia ramplona que encima nos humilla con el codazo de Tasotti y el no-gol de Salinas.
El Mundial de Estados Unidos pasó a los anales como uno de los más aburridos de la historia. Los campos de fútbol eran campos de fútbol americano reciclados para la ocasión, que además tenían las gradas medio vacías debido al calor asfixiante –los partidos se jugaban a mediodía para que los europeos pudiéramos verlos por la tele en prime time- y el juego de las selecciones era narcotizante. Ni siquiera Brasil, que contaba con Romario, hizo un buen papel; se llevó el título casi por inercia.
El espectáculo lo pusieron la Bulgaria de Stoichkov, la Suecia de los rubísimos suecos y Alexei Lalas. Sí, el expeditivo defensa de los Estados Unidos fue un héroe nacional. ¿Por su juego o por sus filigranas? No, por su aspecto. Su melena pelirroja, su perilla a juego y su musculado físico llamaron poderosamente la atención de los medios de comunicación.
Alexi Lalas fue Beckham antes de que el inglés se pusiera una camisa o que se atreviera a hablar a una chica. Lo que pasa es que el gran público todavía no estaba preparado para asimilar que un icono de estilo que correteara por el césped. Fue el grunge del fútbol, el caballero desaliñado que daba patadas y no toleraba ni media Bullshit de los delanteros rivales. Junto con su compañero Marcelo Balboa, empujó a su selección hasta los octavos de final del Mundial en el que eran locales, en donde cayeron con honor ante Brasil (1-0), la selección que finalmente quedó campeona.
Y el tiempo nos ha dado la razón. Lalas jugó al fútbol desde 1988 hasta el año 2003, en el que se retiró en Los Ángeles Galaxy. Además del Mundial del 94, destacó en la Copa América de Uruguay 1995, donde EE.UU. derrotaron a la selección de fútbol de Chile, a la selección de fútbol de Argentina y a la selección de fútbol de México y donde fue incluido en el equipo ideal del torneo.
Durante su etapa profesional este periodo de tiempo cambió de looks cual Beckham. Pero su evolución no se detuvo cuando colgó las botas. En su vida de civil se ha ganado el pan primero como presidente del club MetroStars de Nueva York, que posteriormente se convirtió en el New York Red Bull actual. De ahí saltó a la dirección de Los Ángeles Galaxy –que es como presidir el FC Barcelona y luego irse a dirigir el Real Madrid, cosas que solo pueden pasar en EE.UU.- en donde consiguió un gran hito: fichar a David Beckham que se estaba aburriendo en el cochambroso Real Madrid de Ramón Calderón.
Actualmente, Alexi Lalas es comentarista de la cadena de televisión ESPN de los Estados Unidos, en donde ha pulido su estilo cual Ron Burgundy. Además, tiene algo que nunca ha tenido Beckham: un grupo de música. Con Ginger (pelirrojo) sacó un disco homónimo en 1998 y otros dos más ‘Far from Close’ (2008) y ‘Infinity Spaces’ (2014).
Lo último que sabemos de él es que el año pasado publicó un tuit en el que decía ‘Play On’ (sigan jugando). Con él anunció que oficialmente ya era árbitro de la Federación de Estados Unidos de Fútbol. Todo un logro teniendo en cuenta que había conseguido el título con 48 años de edad. Eso tampoco lo ha hecho Beckham.
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