Grandes tendencias en decoración y arquitectura para 2024
La arquitectura y el interiorismo hablan de quienes somos como individuos. Pero también nos retratan como sociedad, haciéndose eco de cambios que marcan eras, de formas de vida que mutan, nacen o desaparecen. La pregunta es: ¿qué dirá de nosotros 2024? Eso es lo que tratamos de predecir con los testimonios de algunos de los mayores expertos del país. Todos son parte de nuestra lista AD 100 2024, que aúna los talentos que reescribirán las reglas de la arquitectura, el interiorismo y el diseño el año que entra.
Distribuciones abiertas para familias fluidas
Las familias ya no son las que eran. Al tradicional “padre, madre, hijos” se le suma ahora todo un catálogo de nuevas configuraciones familiares: parientes de diferentes generaciones viviendo bajo el mismo techo, parejas sin hijos, grupos de amigos, habitantes de un complejo de cohousing, e incluso, personas con nuevos contratos afectivos, cuya relación no tiene por qué verse ceñida necesariamente a dos individuos.
Asimismo, la incertidumbre que marca el tiempo actual, en el que quedó atrás eso de ‘tener un trabajo para siempre’, así como los elevados costes de vida en muchas de las grandes ciudades españolas, hacen que se den nuevas e inéditas situaciones. Por ejemplo, la vuelta a casa de sus padres de personas que ya se habían independizado, o la necesidad de numerosos ciudadanos de compartir piso hasta bien pasada la treintena.
Si a esto le sumamos que el teletrabajo ha llegado para quedarse en muchas profesiones, es normal que nos espere un 2024 ‘atípico’ en cuanto a configuraciones del hogar. “Las viviendas flexibles son un movimiento en auge. Hablamos de distribuciones abiertas que no condicionen el habitar de las personas y que no definan un modelo familiar concreto”, nos cuenta Eduardo Mediero, que precisamente fundó su estudio, Hanghar, con el objetivo de desarrollar modelos habitacionales que eviten la especulación y ofrezcan al usuario una forma más libre de habitar su espacio.
“La sociedad es cada vez más diversa y compleja, y las viviendas deben de responder a esa heterogeneidad, por ejemplo, con habitaciones que no tengan un uso concreto asignado, y que cada usuario pueda transformar como necesite”. Esa idea, en la que Mediero lleva años trabajando, se ve reflejada en sus últimos proyectos residenciales, como Casa Gloria, compuesta por cuatro viviendas distribuidas a partir de una retícula espacial que no define un uso fijo del espacio, o Casa Gracia, compuesta por dos viviendas siamesas con perspectivas simétricas dentro de distribuciones distintas.
El boom de los espacios comunes
Desde hace tiempo, las urbanizaciones han compartido piscinas y jardines, como mucho. Ahora, se suman a este binomio los espacios comunes tipo lounge, gimnasio, ludoteca, sala de cine… Y ni siquiera hace falta que sean compartidas por varias propiedades: hay, incluso, edificios individuales que ofrecen todos estos extras, cada vez más demandados. Este Flexliving, como lo llaman desde ADORAS Atelier, será una de las grandes tendencias de 2024.
"La urgente preocupación medioambiental, la creciente movilidad geográfica y la fría soledad del
espacio digital hacen del concepto de Flexliving una tendencia emergente con un alto atractivo
social. Se trata, en definitiva, de un mix de viviendas más esenciales y flexibles, pero con una
mayor riqueza en las dotaciones compartidas, favoreciendo la interacción mediante las
diferentes áreas comunes. Aquí, la comunidad y la experiencia del usuario juegan un papel
crucial, siendo uno de los principales pilares para generar un sentimiento de pertenencia al
lugar", explican desde el despacho, que practica una arquitectura sustentada en las ideas de inclusión y sostenibilidad.
Arriba los materiales nobles
La nueva casa de Tamara Falcó en Puerta de Hierro, un espectacular ático de 190 metros cuadrados, ha dado mucho que hablar estas últimas semanas. El espacio ha sido diseñado por la interiorista Beatriz Silveira, estandarte de uno de los estilos que más potencia han tomado en los últimos tiempos: la nueva decoración clásica.
"Para incorporar un estilo clásico renovado, vaciamos el espacio y analizamos qué elementos arquitectónicos y materiales existen ya y son dignos de recuperar, resaltar y embellecer. Son los que le darán nueva vida a la 'caja', al continente", nos contaban al respecto Susana Beltrán y su hija Elena Ayuso, de La Californie (AD 100 2023). Se referían a suelos y elementos arquitectónicos de valor, como chimeneas, columnas o molduras. "Luego, unificamos y aclaramos colores y matizamos acabados. Finalmente, revisamos y restauramos o sustituimos las carpinterías, que marcan mucho el resultado final en este estilo".
En este espacio ‘en blanco’ brillará con especial fuerza los materiales nobles, según vaticina Silveira. Y, en particular, la piedra: “Las piedras naturales se van a convertir en protagonistas de los espacios en casa, aplicadas a todas las superficies: para revestimiento de chimeneas, en pavimentos, en detalles de mobiliario, etc. Sobre todo, el mármol y las calizas que, pese a su naturaleza pétrea, aportan texturas cálidas y agradables, a la vez que consiguen efectos únicos que logran crear en nuestros hogares atmósferas acogedoras en las que disfrutar”, cuenta.
Sin duda, tiene razón. El mármol lleva un par de años siendo elemento imprescindible de cualquier reforma de altura que se precie, y hasta IKEA ha recogido en su último informe de tendencias que el mármol de gran contraste seguirá dando que hablar los próximos meses.
.jpg)
Sí a las piezas de autor
Llevamos años reparando en el imparable crecimiento de la artesanía, un extremo de lo que dan muestra la creación de buscadores online de artesanas como La Hacería, proyecto del diseñador Moisés Nieto; la apertura de la tienda de diseño mediterráneo Contain Store, crafts & goods; la llegada a España de la marca de decoración mexicana Huacal o la proliferación de pequeños talleres de cerámica de autora.
Es una tendencia que llena nuestros hogares de piezas bellas y sostenibles, y que no tiene visos de agotarse, sino todo lo contrario. “Poner en valor las obras de los artistas, diseñadores y artesanos que invierten en la creación de cada pieza toda su creatividad está a la orden del día. Hemos dejado atrás el consumo irresponsable y la compra desmedida de piezas fabricadas en serie y que veíamos repetidas en muchos hogares para volvernos más conscientes y responsables. Buscamos obras únicas que conviertan los hogares en espacios creados en exclusividad para nosotros”, explica Silveira. “Este año, sin duda, las piezas que entren en casa serán la materialización del imaginario del artista y tendrán nombre y apellido”.
.jpg)
Más color y personalidad
Después de muchos años de minimalismo neutro, el color lleva un par de años asomando la patita, pero sin decidirse a explotar. 2024 parece que abundará en este movimiento: “Me da la sensación de que venimos de cierta resistencia a mezclar colores vivos y saturados en favor de cierto minimalismo en el color. De una tendencia a interiores más bien monocromáticos, suaves o crudos, de cierto elogio de la sencillez, de la calma, de hacerlo fácil y contenido en este sentido”, empieza el diseñador Álex March.
“Creo que este año va a haber más atrevimiento en el uso del color en paredes, techos y suelos, que mutarán hacia tonos más vivos, saturados y energéticos, aunque la apuesta respecto a mobiliario siga siendo minimalista”, explica. “También creo que el arte utilizado en interiores va a ser más contundente, más expresivo, quizás: la mayor parte de las veces, veo que utilizamos un arte, en ocasiones, bello, aunque muy decorativo y plano por lo general…”.
Tal y como reconoce el experto, este ejercicio es mucho más arriesgado que ceñirse a un solo color y optar por una decoración 'sencilla'. Ahí es, probablemente, cuando más brilla el trabajo de los grandes interioristas. “Combinar paletas de color y arte altamente expresivo encontrando el equilibrio en un interior no es fácil, pero dota de un alma muy particular y auténtica al espacio cuando se consigue”, concluye.
Estos nuevos interiores encuentran su eco en la tendencia predicha por el estudio de Belén Domecq: “La tendencia en el interiorismo es la ‘no tendencia’: un conjunto cada vez más diverso de microtendencias que reflejan mejor la diversidad de la sociedad actual”, nos cuentan. “Cada vez queremos diferenciarnos más, que nuestras acciones reflejen nuestro yo, y, en este tiempo en el que internet nos facilita el acceso a mucha y muy variada información y las redes sociales nos permite crear nuestra ‘marca personal’, el interiorismo se convierte en un medio excelente para ese fin a través de la personalización”.
Es un movimiento que también han detectado IKEA en su último informe mundial de tendencias, bautizándolo con el nombre de Aesthetic. “Esta tendencia de decoración busca resaltar la belleza, pero también el gusto personal. Surge como un movimiento a raíz del estilo Tumblr, uniendo aspectos como el arte, la naturaleza, lo vintage y todos los elementos que hagan el ambiente sea agradable a la vista. Esta súper tendencia no encaja en ningún estilo decorativo concreto, si no que es un estilo en sí mismo”, indican.
El objetivo sería crear rincones con encanto que resulten agradables estéticamente, pero que
también sean el reflejo de los gustos y la personalidad de quien habita el espacio. “En los interiores aesthetic se respira calma, orden y limpieza visual, que no minimalismo”, puntualizan los responsables del trabajo.
Instagram content
This content can also be viewed on the site it originates from.
Continúan los interiores fluidos y orgánicos
“Minimalismo, sí, pero cálido y sinuoso, acogedor. Este estilo vuelve a ser tendencia decó en 2021 reimaginado a través de materiales naturales, tonos neutros –pero no absolutos– y curvas que lo hacen más apetecible que nunca”, anunciábamos en 2020.
Han pasado tres años de aquello, y pese a la vuelta del maximalismo y la leve introducción del color que hemos visto en los últimos tiempos, no hay visos de que este interiorismo 'suave' y sofisticado vaya a desaparecer de momento. Es más, ADORAS Atelier predice que seguirá en auge en 2024, con pequeños cambios.
"La arquitectura fluida explora las transiciones suaves entre espacios, sin aristas, sobre una gama de colores neutros, evitando contrastes a nivel material y donde el protagonismo lo tiene exclusivamente la forma. Es una suerte de arquitectura ‘impresa’, desde el trazo del papel a la
realidad física, que estructura un dialogo con la función y su promenade. Creemos que será
tendencia este próximo año. Una vuelta atrás que explora y reimagina los conceptos del Art
Nouveau, recuperando formas orgánicas inspiradas en la naturaleza, donde los espacios fluyen
de la imaginación hacia lo tangible con una visión más inmediata, austera y esencial", culminan desde el despacho.
