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Jackson Pollock, el pintor abstracto del ‘goteo’ con una vida marcada por las malas decisiones

El estadounidense Jackson Pollock es uno de los pintores más representativos del expresionismo abstracto con sus pinturas de goteo. Sin embargo, su vida no fue nada fácil.
hombre sonriendo en blanco y negro
© Tony Vaccaro / Getty Images

Amor o aversión. No hay término medio para el artista estadounidense Jackson Pollock (1912-1956). Algunos lo consideraban como un maestro de la pintura; otros, sin embargo, creían que su arte resultaba un tanto subversivo. Sin embargo, de lo que no cabe duda es de las polémicas que siempre lo han rodeado y de una vida marcada por el alcohol y la violencia. El éxito y la fama llegaron poco antes de morir a causa de un trágico accidente que él mismo provocó. Porque el mayor enemigo de Jackson Pollock fue probablemente él mismo.

Una infancia truculenta

Jackson Pollock con su perro en su estudio en Springs, East Hampton, Nueva York. Agosto de 1953.

© Tony Vaccaro / Getty Images

Paul Jackson Pollock nació el 28 de enero de 1912 en Cody, en el estado de Wyoming. Era el hijo pequeño del matrimonio formado por LeRoy Pollock y Stella May, y su infancia se basó en cambios constantes de residencia y estallidos de violencia por parte de su padre, que era alcohólico. Pollock abandonó su casa con tan solo 8 años y su hermano mayor, Charles, intentó asumir el papel de cabeza de familia lo mejor que pudo.

“Mamá, de mayor quiero ser artista”

Con 16 años, Jackson dejó el instituto y se trasladó a Los Ángeles con su madre para estudiar en la Manual Arts High School, una escuela dedicada a las artes. Pocos meses después de graduarse, en 1927, se trasladó a Nueva York para vivir con sus hermanos. Charles, 10 años mayor que él, le animó a unirse a la Liga de Estudiantes de Arte para aprender de Thomas Hart Benton. Él también fue quien le enseñó los murales de los pintores José Clemente Orozco y Diego Rivera, que influyeron de forma notoria en los primeros trabajos de Pollock.

Durante su estancia en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York, Pollock se empapó del arte de Benton. Este, en su época, estaba considerado como uno de los representantes más importantes del regionalismo –conocido también como Escuela de Nueva York–, una corriente que se centraba en representar a la clase obrera estadounidense y su vida en las zonas rurales del país de la forma más realista y naturalista posible. Cuando Benton dejó de dar clases en 1935, Pollock ya había completado su formación pero todavía no estaba preparado para vivir de su arte. En ese momento, cayó en las redes del alcoholismo, un hecho que pudo estar relacionado con la muerte de su padre en 1933.

© Tony Vaccaro/Hulton Archive/Getty Images

Los primeros éxitos profesionales y privados de Jackson Pollock

En 1935, Pollock consiguió trabajo en el Federal Arts Project, un proyecto público que apoyaba a artistas y artesanos durante la Gran Depresión. Allí conoció, entre otros, al artista David Alfaro Siqueiros, con quien trabajó realizando pinturas antifascistas. De él también aprendió a utilizar pistolas de pintura y otras técnicas poco convencionales, como el goteo y el chorreo de pintura sobre el lienzo.

Pollock conoce a su futura esposa, Lee Krasner

Fue en 1942 cuando la obra de Pollock llamó la atención de la artista especializada en collage, Lee Krasner, en una exposición. Ahí se conocieron y, a los pocos meses, se mudaron juntos. La intensa relación emocional, pero también artística, aumentó la productividad de Pollock creando cuadros como el famoso Macho y Hembra. Es en este punto, a principios de la década de 1940, cuando se detectan algunas influencias de pintores europeos como Pablo Picasso o Joan Miró. Por eso, no es de extrañar que los expertos consideren La Loba como una obra atípica dentro del estilo de Pollock, que representa de forma abstracta a la madre loba del mito Rómulo y Remo. El artista la vendió al Museo de Arte Moderno de Nueva York por 650 dólares estadounidenses, logrando así ganar dinero con su arte por primera vez.

La artista y esposa de Jackson Pollock, Lee Krasner (1908-1984), en la casa que compartieron en Springs, en el sur de Long Island.

© Tony Vaccaro/Hulton Archive/Getty Images

Tras su boda en 1945, el matrimonio Pollock-Krasner se trasladó a Springs, en el sur de Long Island. Con el apoyo de la galerista Peggy Guggenheim, con quien Pollock ya mantenía una estrecha relación laboral desde hacía unos dos años, compraron un granero de madera de 21 m2 que utilizaron como vivienda y estudio. Aquí Jackson desarrolló en profundidad su famosa técnica del dripping (o técnica del goteo). Lee Krasner no solo estuvo detrás del artista como manager, sino que hizo todo lo posible para ayudarle a superar su adicción con el alcohol. De hecho, el artista pasó varias veces por centros de rehabilitación a partir de 1942, pero nunca consiguió superarlo. La única terapia que tuvo efecto fue la que realizó con el doctor Joseph Henderson, quien le ayudó a expresar en imágenes sus traumas y sentimientos durante la infancia. Durante poco tiempo, el arte para Pollock se convirtió en el único remedio para sobrellevar una fuerte depresión. 

‘Action painting’ y el goteo, sus señas de identidad

Entre los años 1947 y 1950 vieron la luz algunas de las obras más conocidas de Pollock, creadas mediante la técnica del goteo. Para llevarla a cabo, y como él mismo decía, “para formar parte del cuadro”, colocaba los lienzos en el suelo, los rociaba y espatulaba con pintura por todos lados. Su aplicación rítmica, de la que surgen patrones y estructuras aleatorias, también se conoce como Action painting (o pintura de acción). Shooting star, Number 8 o Number 5 (durante mucho tiempo considerado como el cuadro más caro del mundo) fueron algunas de las obras más destacadas de esta época.

También usaba pinceles, pero el artista hizo de la técnica del goteo su seña de identidad.

© Susan Wood/Getty Images

El final de una corta carrera como artista

La muerte de su médico de toda la vida, el doctor Heller, en 1950, volvió a meter a Pollock en un profundo pozo. Sus obras se fueron volviendo cada vez más incoloras y oscuras pero, al mismo tiempo, sus exposiciones eran muy bien recibidas por el público. The Deep (1953), que hoy se encuentra en el Centre Pompidou de París, es un claro ejemplo de esta evolución. Se considera el último cuadro del artista porque, después de que su madre sufriera varios infartos en 1955, volvió a recaer y retomó la terapia. Como ninguno de los tratamientos trajo el resultado esperado, Pollock interrumpió su labor creativa poco después. Su vida personal también resultó ser un fracaso: Lee Krasner decidió separarse y emprender una nueva vida sin Jackson en Europa.

Un trágico final

El 11 de agosto de 1956 Jackson Pollock sufrió un grave accidente de coche y murió. Conducía bajo los efectos del alcohol junto a la artista Ruth Kligman (que por ese momento era su pareja) y la estudiante Edith Metzger, que también falleció. Kligman resultó herida.

Aunque la carrera de Jackson Pollock se limita a menos de 20 años, sus pinturas de goteo dieron forma al expresionismo abstracto de la década de 1940 y, en la actualidad, siguen figurando entre los cuadros más caros del mercado.

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