Pronto

“ME LEVANTE DE LA CAMA PARA FESTEJAR EL CUMPLE DE MI HIJA”

- Matías Ayrala Fotos: Ramiro Souto Agradecimi­entos: Tara Multievent­os Bernal/ Fotos: Verónica Chaumont/ Make up: Melina Ibañez/ Peinados: Emiliano Coiffeur

Mientras atraviesa el momento más difícil de su vida, Beatriz Salomón (65) quiso cumplirle un sueño a Noelia, su hija mayor. Festejar su cumpleaños 18 con una súper fiesta. En la noche del viernes 22, casi 60 personas, entre los que estaban Betina (15), la otra hija de Salomón; amigos de la joven; y familiares y amigas de la Turca, se reunieron en el salón Tara Eventos, en Bernal, para celebrar con todo. Claro que para eso la vedette debió postergar por unas horas el reposo, que se vio obligada a transitar desde que fue diagnostic­ada con cáncer y comenzó a sufrir los efectos secundario­s de la quimiotera­pia. Así que, acompañada por sus amigos Adriana Chaumont, Marcelo Péndola, Patricia Dal, Sandra Smith, Daniel Gomez Rinaldi, Lío Pecoraro, entre muchos otros, Beatriz se puso un vestido brillante de Roberto Piazza, se maquilló con sus colores predilecto­s y le pidió a Emiliano, su amigo y uno de sus peluqueros preferidos que la armara una peluca de cabello natural con su clásico peinado para lucir en la noche del festejo de su hija. El ingreso al salón de la recordada chica Olmedo fue emocionant­e. Con pasos cortos, debido a que hace unos meses sufrió la fisura de su cadera tras una caída, y escoltada por sus amigos, llegó hasta la mesa principal para aguardar la llegada de su hija. Cuando Noelia entró, caminó hasta donde estaba la actriz de la obra Extinguida­s y se fundieron en un abrazo, emocionada­s y se repitieron que se amaban. Después de ese hermoso momento, Salomón le contó a Pronto, aún con lágrimas en sus ojos: “Estoy feliz de haber podido festejarle el cumpleaños de 18 a mi hija Noelia. En su momento, no le pude festejar el cumpleaños de 15, entonces le festejamos éste. Así que hoy estuvimos todos: Sus compañeras y compañeros del colegio;

En medio de su lucha contra una dura enfermedad, le realizó un emotivo festejo en un salón en Bernal a su hija mayor que cumplió 18 años

“YA ME HICIERON LA NOVENA QUIMIO”

Luchadora Beatriz sufre de cáncer de colon. “No voy a bajar los brazos”, asegura.

mis amigas, algunas del medio y otras no; y, por supuesto, su familia. Ella se lo merece porque me hizo una mamá muy orgullosa de su hija”.

-¿En qué momentos estás orgullosa de ella?

-En todo momento. Es una mujer maravillos­a. Ahora está lista para elegir su nueva carrera. Va a estudiar medicina en la Universida­d de Buenos Aires. Quiere dedicarse a la cirugía plástica y me parece muy bien porque le va a ir bien económicam­ente y va a hacer lo que le gusta. Además, los artistas estamos pobres en este momento del país. Así que mejor que elija algo que le haga ganar más que un famoso. Mi hija Betina también es una persona maravillos­a. Por eso te digo que estoy muy orgullosa de ellas. -¿Cómo fueron los preparativ­os? -Fueron muy divertidos. Hablé con Alfonsina, que es la dueña de Tara eventos, el salón de Bernal, y estuvimos ocupadas organizand­o cómo iba a ser la fiesta, qué catering queríamos y demás. Nos entretuvim­os mucho y estoy feliz de poder concretarl­o hoy por hoy. Todo está carísimo y cuesta muchísimo poder hacer algo así. Y siento que tengo la ayuda de Marcelo Péndola, de Emiliano, de Adriana Chaumont, que es mi comadre y que me dan una ayuda enorme.

-¿Hoy cómo estás?

-Estoy feliz. Estuve rodeada de mis colegas, mi gente amiga, las chicas de Extinguida­s, la gente que me rodea siempre y mis hermanos. Es algo muy lindo y me tiene muy contenta.

-¿Y en cuanto a tu salud?

-Estoy mejor. En vías de recuperaci­ón. Esta es una enfermedad muy jodida. Es muy cruenta. Hace 10 meses que estoy

así y que no salgo a ningún lado. Sólo me levanté de la cama para festejar el cumpleaños de mi hija de 15 y este de 18 de Noelia. Y después me dedico a descansar, a seguir con la medicación.

-¿Te tratan con quimiotera­pia?

-Así es. El lunes pasado me hicieron la novena quimio. Después de eso me quedan tres más. Y cuando termine todo ese proceso, me van a meter en una máquina para analizar cómo está dando resultado todo eso. Cuando vean la evolución y si está todo bien, comenzará el tratamient­o con pastillas.

-¿Cómo estás de ánimo? Imagino que, por momentos, es muy duro transitar algo así.

-Claro que es duro. No voy a bajar los brazos. Siento que estoy mejor. Con más energía y fuerza. Estoy contenta, estoy con mucha energía interior y digo que estoy sana y me lo repito todos los días. Cada mañana, cuando me despierto me lo digo: “Ya estoy sana”. Sé que voy a salir adelante. Además me faltan vivir muchas cosas con mi hija de 15 y de 18 años. -¿Te da miedo?

-Por momentos. Pero enseguida me pongo a pensar en positivo. Sé que voy a salir como te dije. Me repito: “estoy sana”. Ese es mi pensamient­o.

-¿Qué cosas te emocionan hoy?

-Un momento como el cumpleaños de mi hija. O compartir el desayuno con ellas o ver una película en la cama las tres juntas. Esas cosas me hacen bien. Yo soy una mujer valiente y guerrera, así que le estoy dando con todo a esto que lamentable­mente me ha pasado.

-¿Cómo te diste cuenta que estabas enferma?

-Porque un día me descompuse de golpe. Estaba en casa y me agarró un dolor en el costado y quedé doblada. Lo llamé a mi hermano que vive a 10 cuadras de casa y le dije: “Venite ya. Vamos al Hospital Fernández porque no me siento bien”. Me pasó a buscar y yo sentía un dolor horrible. Llegamos a las cuatro de la tarde y me tuvieron hasta las 10 de la noche haciéndome estudios. Ahí descubrier­on lo que tengo. Después de eso estuve 15 días internada y ya después me recetaron las quimiotera­pias y demás.

-Vos evitás decir la enfermedad y no se supo bien cual fue el diagnóstic­o, pero, ¿en qué parte te descubrier­on el cáncer?

-Me lo encontraro­n en el colon.

-¿Te tuvieron que operar?

-Todavía no porque me dijo mi médico, que es un oncólogo bárbaro que se llama Daniel Lewis, que con la quimio voy a estar muy bien. Así que tengo que esperar los resultados.

-¿Tenés que hacer dieta a partir de ese diagnóstic­o?

-Sí, como una comida especial. Con muchos nutrientes porque tengo las defensas bajas. Y me cuido mucho, ¿sabés? No salgo a ningún lado. Trato de estar con mis hijas y veo televisión. Y cuando vienen a saludar mi gente amiga, los atiendo como puedo.

-En medio de toda este proceso, te caíste y te fracturast­e la cadera, ¿cómo estás de eso?

-Perfecta. Me quedó perfecta la cadera. Ya camino perfecto. El tema es que la quimiotera­pia me da una debilidad tremenda, ¿entendés? Es muy difícil. Por eso cuando me caí, que fue un resbalón chiquito, de un metro, nada, me fisuré la cadera. En otro momento de mi vida no me hubiese pasada nada. Pero fue producto de la quimio que me dejó débil. La quimio mata las células malas pero las buenas también, entonces me dejó sin fuerzas. Igual estoy recuperada de esa operación y ahora viendo lo que sigue va a salir todo bien.

-Vi que elegiste ponerte una peluca. -Sí, me armaron una peluca porque, entre las cosas que perdí, perdí toda mi melena.

“FERRIOLS VOLVIO A CASA, LO PERDONE”

La droga de la quimiotera­pia me apelmazó el pelo y no me entraba el peine. Después se cayó y por eso perdí toda mi melena. Así que elegí ponerme una peluca. Y también perdí toda la masa muscular, quedé casi sin fuerzas en los brazos y piernas. Y bajé muchísimo de peso. No sé cuántos kilos. Pero todo eso es lo de menos. Para mí, en este momento, lo más importante es estar curada.

-Me imagino que tu vínculo con tus hijas se hizo mucho más fuerte que antes. -Las chicas me acompañan en todo momento. Ellas están siempre. Todo el tiempo me contienen mucho. Me aman. Y me lo demuestran todo el tiempo.

-¿Es cierto que, de alguna manera, recompusis­te la relación con tu ex marido Alberto Ferriols?

-Así es. El volvió a casa después de muchos años. Y él las acompaña a ellas en los momentos en los que yo no puedo. Hubo un acercamien­to después de 14 años y eso es muy valioso. El volvió a entrar a mi casa después de todo ese tiempo para visitar a las nenas y charlar con ellas. Hay cosas que yo hoy no puedo hacer y él está cumpliendo muy bien ese papel. Es muy importante el papel del padre porque es difícil criar a los hijos siendo mamá y papá, y él lo está haciendo muy bien. -¿Lo perdonaste?

-Sí, lo perdoné.

-¿Qué ves cuando mirás hacia atrás en tu vida?

-Que fui una mujer afortunada, con unas hijas maravillos­as y quiero seguir disfrutand­o de la vida con ellas que son muy chiquitas y las amo.

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Smith y amigas. Emocionada, la Turca se abraza con su hija
Noelia, cuando la joven ingresó al salón (izq.). Con su amigo Daniel Gómez Rinaldi, uno de los famosos que fue a la fiesta.
Rodeadas de amor Arriba, Beatriz junto a sus hijas Noelia y Betina, su comadre Adriana Chaumont, sus hermanos Daniel y Guillermo, Sandra Smith y amigas. Emocionada, la Turca se abraza con su hija Noelia, cuando la joven ingresó al salón (izq.). Con su amigo Daniel Gómez Rinaldi, uno de los famosos que fue a la fiesta.
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La noche con amigos Noe estuvo acompañada por sus compañeros del secundario. La hija de Beatriz y Alberto Ferriols se anotó en la carrera de Medicina.
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Alegría en medio del dolor Después de atravesar la novena sesión de quimiotera­pia, Salomón estuvo en el cumpleaños de su hija mayor. Se quedó hasta la medianoche.
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