La historia detrás de la foto de Yabrán
Gabriel Michi, el compañero de José Luis en las coberturas de verano, bucea en sus recuerdos con dolor y nostalgia.
Adrenalina
periodística. Y mucho de temerarios. Muchos lo describirán como una enorme valentía. Y los resultados podrían darles la razón. Para nosotros era un desafío profesional, con condimentos sociales. Cuando con José Luis Cabezas conseguí la información necesaria y él capturó la foto de Alfredo Yabrán caminando en forma relajada junto a su mujer María Cristina Pérez por las playas de Pinamar, supimos al instante que esa imagen era uno de los mayores logros periodísticos de los últimos tiempos. Yabrán era el hombre más buscado por la prensa argentina. El hombre sin rostro. El hombre más enigmático y poderoso del país. El enigma que había desvelado a tantos. El mismo que se había jactado tiempo atrás de que «ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía» o que había sostenido que «sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la cabeza», en una síntesis de que sus enemigos podrían ser también muy peligrosos. O una demostración tácita de su transitar por un mundo donde las