Las esculturas del Partenón tensan las relaciones entre Londres y Atenas

J. F. Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Escultura que formaba parte de los frisos del Partenón de Atenas, en el Museo Británico.
Escultura que formaba parte de los frisos del Partenón de Atenas, en el Museo Británico. ANDY RAIN | EFE

Sunak cancela un encuentro con su homólogo griego Kyriakos Mitsotakis
-El contencioso de los mármoles del Partenón abre una fisura diplomática entre ambos gobiernos

28 nov 2023 . Actualizado a las 22:07 h.

La reclamación de Grecia para que el Reino Unido le devuelva las esculturas del friso del Partenón ha provocado una tensión diplomática sin precedentes entre los dos países. El primer ministro británico, Rishi Sunak, canceló a última hora la reunión que  tenía prevista celebrar este martes con su homólogo heleno, Kyriakos Mitsotakis, en rechazo a los comentarios de este sobre esta vieja polémica que enfrenta a ambos países desde los albores del siglo XIX.

Mitsotakis, de visita oficial en el Reino Unido, se explayó en una entrevista el domingo en la BBC al reclamar las obras de la Acrópolis ateniense que se exhiben en el Museo Británico de Londres. «Estas esculturas pertenecen a Grecia y fueron esencialmente robadas», dijo para añadir que no se trata de «una cuestión de propiedad, sino un argumento para su reunificación» en Atenas. «Es como partir la Mona Lisa en dos», dijo. Las piezas que una vez adornaron el templo más emblemático de la Acrópolis ateniense fueron fueron adquiridas por el aristócrata escocés Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, a principios del siglo XIX, cuando era embajador ante el Imperio otomano -al que pertenecía entonces Grecia-, y vendidas después al Reino Unido, transacciones que Grecia ha calificado de «saqueo». Desde 1832 las piezas de de 2.500 años de antigüedad se encuentran en el Museo Británico.

Desde Downing Street justificaron la decisión alegando que ambos Gobiernos acordaron no hablar en público sobre la controversia, una versión que la parte helena negó. Pero el desplante de Sunak no fue lo único que molestó a las autoridades griegas, sino también que ofrecieran a Mitsotakis reunirse, como alternativa, con el viceprimer ministro británico, Oliver Dowden. «Fue un mal día para las relaciones greco-británicas», aseguró un portavoz del jefe de Gobierno griego a la BBC.

Los mandatarios tenían previsto hablar sobre el conflicto en Oriente Medio y de la invasión rusa a Ucrania, pero también de asuntos más cercanos como la inmigración ilegal. Grecia es uno de los principales destinos de los simpapeles que intentan llegar a Europa y al Reino Unido.

La tensión diplomática fue aprovechada por la oposición para fustigar a Sunak. Así el líder laborista, Keir Starmer, calificó la situación de «patética». Tras reunirse este lunes con Mitsotakis, Starmer aseguró que de ganar las próximas generales buscará vías para permitir que los llamados mármoles de Elgin vuelvan a Grecia, aunque sea como un préstamo.