El giro inesperado en la vida del actor que dio vida al Dinosaurio Barney

Después de usar su famoso disfraz interpretando al Dinosaurio Barney desde 1991 a 2001, David Joyner dio un giro inesperado en su carrera y se trasladó a otro negocio, el del sexo tántrico.

Fue en 2004 cuando Joyner decidió dejar a un lado la actuación y su famoso traje para iniciar una nueva vida en el negocio del tantra. Sus respectivos clientes pagan un total de 350 dólares por sesiones que duran entre tres y cuatro horas. La empresa en la que trabaja se llama “Tantra Harmony”, y es solo para mujeres.

El trabajo consiste en un baño ritual, equilibrio de chakras y un masaje especial. Según las palabras de Joyner en declaraciones a Vice en el año 2018, “Antes de ponerme el disfraz (de Barney), oraba y le pedía a Dios que permitiera que su amoroso espíritu divino fluyera a través de mí a través del disfraz y que eso atrajera a los niños. Esa energía siempre los atraería “.

“Todo surge, crece y evoluciona del amor. Incluso cuando tenés energía bloqueada emocionalmente, la mejor manera de eliminarla es con amor y luego reemplazarla con el amor divino de Dios. El amor sana y te permite seguir creciendo”, agregó.

Joyner mencionó que también usó su entrenamiento de tantra para mantener su energía durante las filmaciones del programa, especialmente en verano donde las temperaturas aumentaban en el interior de su traje. “Tantra me ayudó a mantener una gran alegría durante el proceso”, explicó.

El actor dijo que de ahora en más su función es difundir la palabra tantra y el poder de la energía de “la diosa”, como él se refiere a las mujeres.

¿Qué es el tantra?

El tantra se centra en combinar la pasión, el amor y la conciencia para convertir del sexo en una forma de mediación. Es un antiguo conjunto de conocimientos de la filosofía hindú y también del budismo tibetano. Abarca en forma integral todas las dimensiones del ser humano.

Le otorga una importancia central a la práctica sexual que es una de las expresiones humanas que elevan la energía, por lo que cuanto más perfecta y sublime sea la experiencia, más oportunidades de que el practicante crezca en su camino espiritual.

Su esencia es que el sexo es una vía para expandir la energía y por eso, el uso de técnicas y herramientas de manejo corporal es tan importante para transitar esa experiencia.

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