Alfonso Pícaro: su fisonomía, la mejor arma para hacer reír
Todo el mundo lo conocía con el apodo de su personaje más conocido, Miseria Espantosa. Pero Alfonso Pícaro, que murió ayer, a los 84 años, tuvo una carrera que trascendía aquel personaje inspirado por su fisonomía. Hijo de italianos, Pícaro se dedicó a la actuación luego de trabajar en la peluquería de su padre, donde aprendió esos silencios que hacían reír más que cualquier remate. En la pantalla, participó de los elencos de los capocómicos más notables de su tiempo, como Telecómicos, junto a Nelly Beltrán y Mario Sapag; Shopping Center, con "los uruguayos"; Calabromas, con Calabró, y No toca botón, con Alberto Olmedo. En todos los casos, sufría encomiablemente la inquina de los protagonistas, haciendo un arte del "dar el pie". Su último papel en TV fue en Cebollitas (1997).
En cine participó en picarescas de los 60 y 70, como La cigarra está que arde y ¡Qué noche de casamiento!, pero tras su paso por el Colón en la gestión de Sergio Renán, entre 1989 y 1994, también actuó en films dramáticos como La venganza (1999), de Juan Carlos Desanzo, y Dormir al sol (2010), de Alejandro Chomski.