Para el calor... nieve de garrafa

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAY/2013).- Los bochornos y el sudor están a la orden del día. Es primavera y el calor sofoca por la resolana que se posa en el asfalto de las calles de la ciudad. La única solución para no perder la batalla ante la sed es hidratarse vigorosamente. Pero para ello existen maneras sabrosas de hacerlo y la nieve de garrafa es una aliada perfecta para las tardes calurosas.

En vaso o barquillo. No importa la presentación para degustar, pues el sabor del hielo batido no cambia la exquisitez y suavidad de la materia protagonista de esta nieve: la fruta, y uno que otro toque de crema, leche y caramelo.

A temprana hora, los garraferos mueven aquel recipiente metálico hundido en trozos de hielo en el fondo de la barrica de madera. Un poco de sal, pulpa fresca y 30 minutos de movimiento circular y listo, la nieve de garrafa está lista, fría y servida en la metrópoli tapatía.

De 20 a 100 pesos, en vasito o un litro, con sabores de vainilla, tequila o mamey, a continuación encontrarás algunas opciones de las que son consideradas como las mejores nieves de garrafa de la ciudad.

Placer para los sentidos


Después de cocer la leche y pelar las frutas hay que batir la mezcla hasta hacer la nieve de garrafa. Eso lleva de 30 a 40 minutos, aunque puede ser más, eso depende del sabor. “Por eso los muchachos están bien ‘mameyes’”, dice la cajera de la Nevería Chapalita, la matriz, situada en una pequeña plaza en la esquina de Tepeyac y Cubilete.

Los muchachos, al menos dos de ellos, que están en la parte de atención al cliente (uno limpiando el lugar y otro aplastando el hielo que rodea a la garrafa), parecen más bien delgados; podría ser que debajo de sus camisas se oculte la musculatura. En todo caso… ¿qué más da? ¡Es una nevería! Y ahí lo que importa es qué tan buenas están las nieves que ofrecen.

Quizá baste con decir que la nevería está en ese local desde hace nueve años. No se han movido y nunca han cerrado, abren todos los días de 10:00 a 23:00 horas, incluso cuando llueve o hace frío. Detalle que llama la atención en una ciudad como ésta, donde aparecen y desaparecen negocios con una facilidad apabullante. La razón, suponen los muchachos que laboran (desde las siete de la mañana) en la producción de las nieves de ésta y las otras dos sucursales, es que son naturales. Aunque después de probarlas, tal vez haya que añadir que están repletas de sabor; por ejemplo, la de nuez —una de las más vendidas, junto con las de vainilla y mamey— en cada cucharada tiene muchas nueces de verdad, pedazos grandes. Lo mismo sucede con las otras. También hay sabores un poco más exóticos, para quienes gustan experimentar, como gansito, chongos, cereal y mazapán; así como los clásicos para satisfacer todos los paladares.
Nevería Chapalita

v Tepeyac 1207, esquina Cubilete, en la colonia Chapalita.

v Garibaldi 1325, entre Ramos Millán y José Clemente Orozco, en Santa Tere.

v Avenida 18 de Marzo 5229, frente al templo Santa Rosa de Lima, en Las águilas.

Cucharadas de amor

Los domingos y los martes son días densos por el barrio de San Antonio, ahí donde se encuentra el templo de San Antonio de Padua –en Lázaro Pérez, entre Escorza y Rayón–, se dice que hay que acudir a él cuando se busca el amor.

Una bonita presentación y algunas veladoras, seguro serán útiles en la iglesia. Al salir, después de la oración, y a unos pasos de ahí, con rumbo hacia la calle Rayón, hay otra clase de amor que se puede conseguir por unos pesos: 17, para ser más precisos, podría ser la cantidad ideal para un muy grato momento de placer.

Se trata pues del amor con que están hechas las nieves de la Nevería San Antonio. Al menos eso es lo que dice Eduardo, uno de los hombres que laboran en esta empresa con casi 20 años de existencia (el próximo 13 de junio estarán de manteles largos).

“Ese es el secreto del éxito”, asegura mientras charla en el mostrador del lugar que estrena apariencia, pues hace no mucho remodelaron la nevería –“Antes era verde y ahora parece una cabaña”, señala Adrián Madrid, otro de los trabajadores– y de verdad que invita a sentarse en una banquita para disfrutar de alguno de los 30 sabores que ofrecen, según la temporada. Las estrellas aquí, son las nieves de nuez, mamey y vainilla, seguidas por las de cajeta y chongos zamoranos, una bomba de sabor para el paladar.

Cuatro neveros, dos encargados de cocer la leche y un pelador son los responsables de esta fiesta de sabores que se replica en otras dos sucursales.

Nevería San Antonio

• Lázaro Pérez 1412, casi esquina con Rayón, en el barrio de San Antonio.

• Avenida Manuel J. Clouthier 226-A, casi esquina con Sebastian Bach, en la colonia Prados Vallarta.

• Tomás Balcázar 5466-A, casi esquina con Copérnico.

Otras opciones

La Violeta

En los cruces de Niño Obrero y Avenida Guadalupe, esta nevería ofrece variedad de sabores y para gusto variado. Los precios van desde los 18 a los 28 pesos, hasta los 40 pesos por medio litro. Cuenta con banquitas para degustar ahí mismo. Horario: de 9:00 a 21:00 horas. (Niño Obrero 1466).

Mexicaltzingo

En los cruces de la calle Mexicaltzingo y Colón, en el Centro de Guadalajara, la frescura está transformada en los sabores de fresas con crema, arándano y más. Precios desde los 17 hasta los 80 pesos por litro. Cuenta con banquitas para poder degustar ahí mismo las nieves. Horario de 9:00 a 21:30 horas.

Polo Norte

Las tardes en familia tienen un punto de reunión muy cómodo y fresco al interior de la nevería Polo Norte, donde los sabores de temporada se presumen con gusto al color de la pitaya, la ciruela amarilla y el mango, además de los tradicionales sabores de crema y agua como el yogurt y el tequila, desde los 22 pesos por un vaso sencillo hasta los 106 pesos por un litro. Cuenta con amplias mesas para reuniones. Horario de 9:00 a 23:00 horas. (Avenida México 2200, a tres cuadras de Américas).