La investigación forense aseguró casi inmediatamente que el cadáver encontrado en una de las estancias más inaccesibles de Yabito SA en Entre Ríos, era el de Yabrán, pero algunos pusieron en duda la posibilidad del suicidio dada la longitud del cañón y los brazos de Yabrán. Esto, junto al poder que ostentaba el empresario, dio pie a una leyenda urbana que plantea que Yabrán no se habría suicidado sino que todo se trataba de un montaje.
“No recuerdo una crisis periodística como la de ese momento”
“No recuerdo una crisis periodística como la de ese momento, en mi vida como periodista. La editorial decidió mandar un equipo de entre doce y quince periodistas y reporteros gráficos a Gualeguaychú y la zona. No recuerdo una movilización periodística tan importante y trabajé en varios medios importantes en esa época”, rememoró.
Los medios de ese momento “habían alquilado autos, aviones, helicópteros; fue una conmoción informativa como nunca había visto en mi vida”, aseveró. En ese tiempo en que se produjo la muerte del empresario, la Justicia había ordenado la captura por el crimen de Cabezas.
“Lo primero que hice al llegar, fue ir a la puerta del campo de San Antonio. Me encontré con Manuel Lazo (periodista local quien había dado la primicia de la muerte), charlamos un rato y como se dice cotidianamente ‘pegamos buena onda’ lo que me ayudó a poder entrar a la casa de sepelios”. Lograron “colarse” en la funeraria La Previsora de Gualeguaychú para ver con sus propios ojos los restos del empresario. Además de Lazo y Brienza, estuvo allí, Facundo Pastor, por entonces productor de América TV.
“Cuando vi el cuerpo, tuve la sensación de primicia absoluta”
“Cuando pude ver el cuerpo, tuve la sensación de primicia absoluta y exclusiva, de saber que todos los periodistas del país querían estar en el lugar en que estábamos nosotros y que al mismo tiempo, 35 millones de argentinos en aquel momento, estaban pendientes de lo que uno dijera cuando saliera de ese salón, esa noche oscura”, recordó. Brienza se refirió al mito popular sobre Alfredo Yabrán que duda de su muerte, “que está en el exterior”. Sobre esto, dijo: “Fui testigo ocular y no lo conocía a Yabrán personalmente. La cara era inconfundible. Para mí, el cuerpo tenía más pelo que el de la foto de Yabrán, pero ¿cómo uno puede creerse a sí mismo, en una noche con tantas emociones, para testificar si era o no, Alfredo Yabrán? En la nota que escribí, dije que era igual al cuerpo de Alfredo Yabrán. Las teorías conspirativas son tan increíbles que es más fácil creer que la única verdad es la realidad y que ocurrió lo que ocurrió, que Yabrán se mató ese día, o murió ese día, no sabemos cómo, de qué manera, y que ese cuerpo que uno vio, era el de Yabrán”. Mencionó que tuvo la oportunidad de “ir diez años después a hacer la misma nota, y el mismo recorrido. Uno veía tanta cotidianeidad con ese caso, y a los protagonistas la vida no les había cambiado sustancialmente. Y a ese cuerpo, lo vieron 50 personas. Para hacer una conspiración, había mucha gente en el medio. Y yo podría haber sido la ‘oveja negra’ ya que trabajaba en la misma editorial que lo había hecho José Luis Cabezas; tranquilamente podría haber dicho que no era Yabrán. Sin embargo, en la editorial, todos lo que habían investigado el caso para la revista Noticias, y que eran compañeros de José Luis, me dijeron: ‘Vimos la foto, hicimos la investigación, era Yabrán”. Elonce.