Viajes
La provincia de San Luis, en Argentina, tiene lugares hermosos por sus paisajes, su buen clima y su rica gastronomía. Pero hay un lugar que verdaderamente conquista el corazón y es Merlo, una pequeña y cálida ciudad que tiene un aire al sur de Chile, pero con mejor clima y con muchísimas actividades que hacer.
Ahora que el cambio es muy conveniente para turistear en Argentina, hay un lugar poco conocido por las y los chilenos que es un verdadero paraíso y que te roba el corazón y donde, literalmente, se respira buena onda.
La Villa de Merlo, o simplemente Merlo, en el norte de la provincia de San Luis, en el límite con la provincia de Córdoba, encanta con su paisaje, actividades al aire libre, gastronomía -incluyendo muchos alfajores- y, por sobre todo, su gente cálida y amable.
Sus montañas y verde tienen un aire al sur de Chile, aunque su paralelo equivale a la altura de La Ligua. Eso nos lleva también a algo del Valle del Elqui, con comida local con chivos y ciervos como gran estrella y quesos de distinto tipo.
El lugar se está transformando en uno de los destinos turísticos más relevantes de Argentina, lo que ha llevado a ser una de las ciudades con mayor crecimiento demográfico. Actualmente viven cerca de 40 mil personas, dedicadas principalmente al turismo, aunque conservan su ritmo del interior.
Acostumbrados al turismo interno, recién se están abriendo a las y los extranjeros, por lo que no existen, por ejemplo, casas de cambio. Lo que sí, se puede comprar en casi todos los lugares con tarjeta de crédito, lo que lo hace conveniente por el dólar turista (como cobran las compras internacionales similar al dólar blue). Y los precios son más bajos en comparación con las grandes ciudades.
Otro aspecto muy relevante es su seguridad. Es un destino familiar, tanto para niños, niñas y adolescentes, así como también para personas mayores, sin dejar de lado a la gente joven, que puede disfrutar con el turismo aventura, cervecerías artesanales o visitando algunos de los boliches de moda.
Merlo además destaca por su microclima, que posee la mejor calidad ambiental del Argentina y uno de los mejores aires del mundo, gracias a su alto porcentaje de ozono. Y algo de esa mejor oxigenación se siente en el relajo y bienestar que produce el lugar.
Ubicado al pie de las Sierras de los Comechingones -pueblo originario del lugar ya extinto-y su altura sobre el nivel del mar es cercana a los 800 metros de altura, aunque algunos paisajes y actividades se pueden hacer a más de 1500 metros.
El clima es del tipo mediterráneo seco con una temperatura media anual de 20 °C. En verano, el calor puede llegar a los 35 ºC, mientras que en el invierno no supera los 20º.
Pese a que fines de semana largo y en vacaciones se llena de gente, durante el año es tranquilo. La ciudad ofrece numerosas posibilidades de alojamiento tanto en la zona céntrica como en las afueras, con hoteles que van desde las cinco estrellas a hosterías, cabañas, campings y departamentos y casas residenciales que se arriendan por días. Su temporada alta es durante los meses de enero, febrero, Semana Santa, carnaval y julio.
No hay app de transporte, pero existen taxis para moverse en una ciudad donde todo queda cerca.
La vida de sus habitantes y visitantes pasa principalmente por la Avenida del Sol, donde está ubicada la mayoría de los negocios, bares, restaurantes y el moderno Casino Flamingo, principal atractivo para muchos turistas, ya que además de los juegos, tiene un salón donde todas las noches hay karaoke y espectáculos artísticos con música para bailar.
La caminata sobre la avenida principal se hace amena por la variedad de negocios, como La Galería del Sol, las ferias de artesanías y souvenirs, tiendas boutiques, mercados con productos locales, entre otros.
Comer en Argentina es muy conveniente y en Merlo se puede aprovechar.Además de las tradicionales parrillas hay preparaciones con productos de la región donde el chivo es la gran estrella, cocinado al palo o en horno de barro por muchas horas. También se pueden encontrar ciervo, jabalí, conejo y hasta carne de llama.
Entre los restaurantes más recomendados están Entre Negros y La Posta Parador, donde además de degustar las preparaciones locales se puede disfrutar de conjuntos musicales que instan a bailar chacarera, orgullo de la cultura y tradición local.
También está el Rincón de Virginia, restaurante y casa de té que propone conocer la provincia de San Luis desde la comida y la bebida en medio de un hermoso lugar, histórico y lleno de vegetación.
Ya más alejado de la ciudad hay dos imperdibles, parte de la ruta gastronómica por excelencia de Villa de Merlo. Por un lado, el especialista en carnes No Tire Godoy, y por otro, Cabeza del Indio, que además de sus sabrosas preparaciones cuenta con un mirador a 1.150 metros sobre el nivel del mar.
Pero no todo es comer carne. Se puede comprar alfajores en muchos lugares. Los expertos, sin duda, son Manjares de Merlo, una empresa familiar que nació en 1988 y que ha obtenido diversos reconocimientos. Por algo fueron los últimos ganadores del Festival de la Dulzura con su versión rellena de manjar y corazón de frutilla, bañado en chocolate. Una verdadera – y adictiva- delicia. También se puede ver cómo fabrican sus maravillas en su local en la plaza principal.
En cuanto a bebidas alcohólicas, más allá del clásico fernet con bebida cola o un buen malbec -que también se produce en la provincia-, hay diversas preparaciones locales como vermú, gin y cervezas artesanales. De hecho hay bares y cervecerías especializadas para probar algunos de sus elaboraciones propias.
Casi todas las tiendas de souvenir venden cervezas artesanales, ademas de escabechados de ciervo, jabalí y otras carnes que se pueden traer a Chile. Para quienes son más vegetarianos, las berenjenas son las más tradicionales, Y hay mermeladas de zapallo, tomate, naranja, higos y muchos frutos más.
Merlo es uno de los principales destinos turísticos de su país y, por sus características naturales, es un lugar frecuente para los amantes del turismo de aventura.
Hay varias empresas que se encargan de llevar a los turistas rumbo a los lugares emblemáticos de la zona. A poco menos de 20 kilómetros de la Villa de Merlo se encuentra el Filo Serrano, una de las principales excursiones que se puede hacer, recorriendo el faldeo de los cerros y pasando por diversos miradores.
Camino hacia la cumbre, y cerca del límite con la provincia de Córdoba, se puede ascender hasta los 2.850 metros para llegar a El Filo, a unos 8 kilómetros del centro, que es el lugar más alto de la Sierra de Comechingones, pasando previamente por el Mirador del Sol desde donde se tiene una vista panorámica muy buena del valle.
Allí, se encuentra también el Mirador de los Cóndores, un compleio turístico con actividades, cabalgatas, una tirolesa de 350 y 450 metros, senderismo y mucho más.
Otro de los principales atractivos son los puentes colgantes donde -si te atreves- puedes experimentar una espectacular vista y una gran sensación de adrenalina, todo con cuidadas medidas de seguridad.
Fuera de temporada funciona de jueves a domingos, pero en temporada alta abre abre todos los días.
El astroturismo es otro de los imperdibles gracias al cielo del lugar. Las visitas guiadas permiten conocer la historia de los planetas y las estrellas, sus secretos, mitología y diversas sorpresas que el firmamento guarda para nosotros.
El centro comprende el casco histórico que se desarrolla en torno a la Plaza Marqués de Sobremonte y que rodean la Municipalidad de Villa de Merlo, la Secretaría de Turismo y la Iglesia Nuestra Señora del Rosario.
Cerca de ahí se ubica la casa museo del poeta Antonio Esteban Agüero, quien fue el máximo exponente de las letras en San Luis. Su persona está asociada con la identidad de Merlo y su legado ya es parte la historia de la región.
Otro panorama muy recomendable para toda la familia es el Parque Temático Yucat, que recrea la vida de los antiguos habitantes del lugar. Un sendero recorre una veintena de escenas de tamaño real que recrean la vida de la época en un entorno natural y de especies autóctonas.
La idea es contar la historia a través del juego y de atreverse a revivir parte de esas escenas con vestuario, bailes y tradiciones.
También para toda la familia está el Parque Recreativo Merlo, un lugar de esparcimiento para toda la familia. Cuenta con juegos para niños, piscina, canchas deportivas, arboledas y dos réplicas de dinosaurios a tamaño real cerca del cordón serrano de Comechingones.
En el paraje Piedra Blanca además crece el Algarrobo Abuelo (prosopis chilensis), un ejemplar de 1200 años, que es un sobreviviente del extenso bosque de algarrobos que cubría todo el Valle del Conlara hasta la llegada del Ferrocarril, al comienzo del siglo xx.
El paraje de Pasos Malos, en los alrededores de Merlo, también es muy utilizado para días de campo. Cerca de allí hay un gran mirador llamado Peñón del Colorado, con una gran vista al centro de la ciudad y sus alrededores.
Se puede llegar a Merlo por avión y hacer conexión en Buenos Aires, o viajar en avión a Mendoza o Córdoba y luego seguir por tierra por carreteras modernas y con buena infraestructura.
