Miércoles 15de Mayo de 2024CORRIENTES16°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$864,5

Dolar Venta:$904,5

Miércoles 15de Mayo de 2024CORRIENTES16°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$864,5

Dolar Venta:$904,5

/Ellitoral.com.ar/ Cultura

“Hoy cargo con reencarnaciones de 120 años”, dice Oscar Portela

“Tengo aspectos estoicos en mi personalidad y eso me ha causado mucho sufrimiento y exclusión”, reconoce Oscar Portela

Poeta del siglo XX, compulsivo idealista del pensamiento que cercenó sus sueños más próximos, siente la pesada carga de transitar un siglo que no le pertenece y por tanto desconoce. Juega con su perfil de pensador griego y cita a Nietzche, Eckardt y Rilke. Acierta en la mirada de un futuro al que apostó con cartas sin marcar y hoy le devuelve la verdad a medias o una mentira fraguada para no detentar su ilusionismo innato.

Oscar Portela llegó anunciando que se sentía viejo, como si al confesar se desprendiera de la carga de “algunas reencarnaciones que me persiguen en distintas etapas de mi vida”, vapuleado por esta casualidad causante de una personalidad interior inexplorada, que le dicta la segunda parte de una misma confesión: “hoy tengo 120 años”.

¿Qué lleva a un poeta del siglo XX a condicionar su reflexión con el hastío de una realidad que atraviesa “desde el ring y peleando”?.

“A los 18 años, con un grupo de jóvenes formé el Circulo Literario Correntino. Roque Palma, Amelio Presman y Marta Quiles eran parte integrante. En Corrientes se funda lo que hoy es la Subsecretaría de Cultura y entonces se llamaba Dirección de Cultura, funcionaba en el Museo de Bellas Artes y era su directora Maquela Rivero de Prieto. Organizábamos concursos de poemas ilustrados, una liviandad para esta época ¿No?”, pregunta, como si la consulta marcara el inicio de una contienda con su propio desengaño.

“A veces pienso que no tuve adolescencia de una juventud espléndida y desprendida de las preocupaciones de la realidad, del protagonismo, del compromiso. Tengo aspectos estoicos en mi personalidad -reconoce- y eso me ha causado mucho sufrimiento y exclusión, más en este momento en que la Argentina está culturalmente teñida del color político de quienes manejan el país”.

Todo sucedió muy de prisa y en un marco futurista previsible, dentro del entorno provincial y nacional, los sueños fantásticos con respecto a su vida, le legaron el agobio hasta despellejarlo. “Queda el aliciente de haber recorrido el camino”, medita este hombre que en 1968 ingresó a El Litoral para redactar crónicas cinematográficas por expreso pedido de don Gabriel Feris, en 1971 (tenía 21 años) editó la revista cultural “Signos” y en 1973 se instaló en el diario “Epoca”, donde se hizo cargo del Suplemento Literario.

“Las idas y venidas que tuvo siempre la Argentina, esa especie de tobogán y calesita desde el punto de vista institucional y político, hicieron que se frustraran muchísimos sueños generacionales, frustraciones que fueron colectivas, aunque mucha gente creyó no sentirlas”.

Publicó 15 libros, el primero en 1977, “Senderos en el bosque” y el último en 2005, “Claroscuro”, su obra figura en antologías sudamericanas y sus libros han sido editados en Europa y traducidos a seis idiomas. Prepara “Descarnado”, una especie de epílogo de “Claroscuro” pero mucho más agudo.

“La poeta y crítica Ruth Fernández utilizó cierta vez esa palabra para definirme. No creí reconocerme entonces porque siempre sentí a nivel piel, haciendo el recorrido inverso que marcó Platón cuando habló de la especulación filosófica de lo que era puramente sensorial. Las artes son sensoriales, la poesía tiene que pasar por los sentimientos y luego por las emociones y más luego por la experiencia. Yo partí de esa experiencia, logré tener una voz propia y fui ensamblando esos dos polos que aparentemente están disyuntos: la reflexión filosófica y la percepción sensorial. Como decía Rilke, ‘almendros en flor’. La aparición de algo, la erosión más genuina”, aporta y en el recuento de nombres, trae la cita de Eckardt: “la rosa florece sin por qué”, una perfecta síntesis de lo que el mortal ignora.

“La flor no se pregunta, algo que el hombre hace constantemente, por eso ama, por eso cree en la transformación y se pone límites. En esta época en la cual ‘crece el desierto’ (Nietzche), el arte debe recuperar la memoria del pasado, que es lo que permite proyectarse hacia el futuro. Arte y poesía como restauradores de una memoria interior profunda”, avizora contraatacando la rebeldía de la naturaleza que conmocionó al mundo derribando con saña naciones enteras.

En 1968, Space Odyssey escribió el guión de la que sería una reveladora película, “2001, Odisea del Espacio”. El hombre manejado por una computadora que lo lleva a cumplir una misión cuyo proyecto ignora. Cualquier parecido con la realidad, supera la etiqueta de ciencia ficción que le han prendido a la vida de Oscar Portela, encajonando sueños con una inmediatez que de puro lógica, equidistó un tiempo que no condice con el hombre, poeta y amigo, que un viernes por la mañana, se sienta a presentar su nueva personalidad, en el apuro por vivir a pesar de todo.

Moni Munilla

¿Te gustó la nota?

Ocurrió un error