En los años cincuenta surgió una moda femenina y sensual que contrastaba con la austeridad de los años de la posguerra y ensalzaba de nuevo, la feminidad de la mujer. Después de los conjuntos espartanos y las formas rígidas que habían imperado en los cuarenta, los diseñadores proponían de nuevo líneas suaves y tejidos abundantes y opulentos. Las faldas que Monsieur Dior diseñó para su New Look estaban compuestas por metros y metros de tela que hacían llevar las manos a la cabeza a muchos defensores de la austeridad. Esa falda de línea Corolle se volvió el emblema de su estilo y también de toda una época.
Es curioso el paralelismo que podemos trazar ahora que la falda estilo años 50, vuelve. Lo hace tímidamente sí, pero vuelve. Tras unos años en los que la pandemia marcó nuestra forma de consumir, priorizando el loungewear para estar en casa y recortando nuestro presupuesto, la vuelta a la vida nos ha traído también la fantasía en la moda, y las propuestas que hilan con ese discurso de vuelva a lo femenino (lo supuestamente femenino), lo lujoso, lo clásico.
Por supuesto, de forma revisitada. No nos valdría una versión literal de aquellas faldas con las que hoy apenas podríamos articular movimientos. Bottega Venetta las propone en colores flúor y en tejido de piel, sobre un efecto de flecos sorprendente y fresco. Prada las sube a la pasarela en esa línea tan suya de sobriedad; en lana y colores oscuros, combinando con jerseys a tono. En la calle aún tienen una presencia tímida, pero una clara representante; la estilosísima Jenny Walton.
La propuesta de la pasarela
Miuccia Prada incluye en su colección otoño invierno 2022 una serie de faldas en un tejido que mezcla gabardina y lana, muy en la línea de su mezcla de futurismo y clacisismo. ¿Las formas? Una línea Corola con tablas grandes y ajustada a la cintura con cinturón. Las propone con jerseys de formato oversize, chaquetas grandes y también con tops que se superponen a camisas Oxford.
Bottega Venetta revolucionó la pasarela con sus faldas efecto piel en colores nada esperados y que escondían una especie de combinación de flecos que le daba el golpe de efecto a cada paso. No tenemos ninguna duda que será una de las piezas más vistas en el street style internacional.
Armani, por su parte, nos propone la versión más femenina, clásica y festiva de la falda de vuelo. Combinadas con tops peplum, en tejidos tornasolados y con apliques brillantes, son perfectas para un evento de noche.
Así la hemos visto en la calle
A la hora de 'bajarla a la tierra', hemos tomado nota de cómo la combinan en la calle algunas de nuestras prescriptoras favoritas. Como antes mencionábamos, si hay una fan de las faldas de vuelo, esa es Jenny Walton. Ella combina como nadie el clacisismo de prendas atemporales con el toque contemporáneo de una insider de Nueva York. No duda en introducir calcetines o camisetas de plena tendencia (como el tank top de Prada) para construir looks que se salgan de lo obvio y habitual. Eso sí, siempre en su linea sofisticada.
Con perlas, kitten heels, y gafas eyecat, emulando el estilo años 50.
Con cardigan cortina de Jacquemus, le da un toque sexy
Con la camiseta más famosa de la temporada:
Otra prescriptora que no duda en sumarse al total look propuesto por Prada; falda de capa, tank top y mules metalizadas.
Con cropped top es un acierto seguro
ELLE elige
Aquí algunas de nuestras faldas favoritas para sumarte a la tendencia:
Falda edición limitada, de Zara (89,95€)
Falda Mía, de Ines Domecq (115€)
Falda midi de capa, de Zara (39,95€)
Sienna skirt, de Nina Blanc (369€)