• Black lives matter: todo sobre el movimiento.
  • ¿Llegamos tarde al movimiento?

¿Estás harta de castigar tu pelo con la plancha o el secador? ¿Crees que tardas mucho tiempo en lavártelo y secártelo? ¿Tienes un presupuesto elevado en peluquería y productos para el pelo? Si supieras lo que supone para la autoestima, identidad y esencia de las mujeres negras alisarlo, manipularlo o intentar cambiar su aspecto natural, no volverías a quejarte. Por no hablar del tiempo, el dinero y las consecuencias para su cabello.

Como nos cuenta Ivena Balaña, experta en pelo y belleza afro, y promotora junto con otras dos espectaculares mujeres del movimiento @afroerei por el empoderamiento de las mujeres de la afrodiáspora, hace sólo cuatro años que se ella se atrevió, por fin, a dejar ver su pelo natural, a mostrarse tal cual era, orgullosa de su piel negra y su pelo afro, de sus orígenes y de su esencia como mujer.

Porque para Ivena, como para la mayoría de las mujeres negras, mostrar su pelo natural es un profundo acto de valentía que muchas no llegarán nunca ni a plantearse, un momento de liberación y un paso hacia la reivindicación de su identidad como mujeres de la afrodiáspora. Para Ivena, cuando una mujer negra muestra su pelo natural, se está empoderando frente a ella misma y frente a unos cánones de belleza impuestos e imposibles de seguir si no es a base de sacrificio y de negación de su propia identidad.

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Y eso es precisamente lo que hace Ivena a través de @afroerei junto a Perla y June, reivindicar la identidad de las mujeres de la #afrodiáspora, empoderarlas dejando que sean ellas mismas quienes cuenten su historia, cómo ha sido su proceso personal hasta dar el paso y cómo se sienten al mostrar su pelo afro, es decir, mostrándose tal cual son.

Porque, por mucho que el afro sea tendencia, mostrar su pelo natural es para estas mujeres mucho más que una cuestión de estética. Se trata de una declaración de principios, de un “basta ya”, de una liberación respecto al tiempo y sufrimiento que muchas veces les causa tener que parecerse a las mujeres blancas. Y es que, durante décadas, la piel negra y el cabello afro fueron símbolo de bajo estatus social y obligarles a tapar o rapar su pelo fue una poderosa y terrible herramienta de represión que el hombre blanco utilizó sobre los esclavos negros, sobre todo con las mujeres. De ahí que en la década de los 60 y 70 en EEUU mostrar su cabello natural se convirtió para la población negra, hombres y mujeres, en todo un símbolo político de protesta y oposición hacia la opresión ejercida por los blancos.

mujer afroamericana
Tim Robberts

Como recalca Ivena al final de una larga conversación telefónica (que hubiéramos alargado aún más), “el movimiento #afronatural ha vuelto para quedarse”. “Porque se trata de valorarnos y aceptarnos, y eso es algo que va mucho más allá de la mera estética”, dice. Y como muestra, las mas de 17.000 publicaciones con este hashtag.

Historias que hablan de libertad

“En @afroerei contamos la historia de las pocas personas (aún) que se atreven a dejar su pelo natural”, dice Ivena. Porque aún son una minoría y “seguramente muchas mujeres jamás se atreverán a mostrar su pelo natural, seguirán alisándolo o camuflándolo toda la vida”, añade. “Si te fijas, mujeres tan poderosas como Beyonce, Rihanna, Oprah Winfrey, Michelle Obama… pocas veces muestran su pelo afro, lo llevan alisado o con pelucas”.

pelo afro
CoffeeAndMilk

Catalina, Lara, Magda, Dayana, Gaby, Kath, Celis, Jenifer, Patricia, Rieca… merece la pena leer la historia de las mujeres que recogen Ivena, Perla y Jiune en a@froerei y lo que significa para ellas mostrarse por fin tal cual son. Admiramos su belleza y su valentía, pero no podemos dejar de contar, aunque brevemente, la historia de Ivena. Su simpatía, su naturalidad, su fuerza, su optimismo, nos llegaron a través del teléfono, nos hicieron entender lo que significa su cabello para una mujer de la afrodiáspora, el término que a ella le gusta utilizar para su etnia, y empatizar con su reivindicación.

Ivena, de madre guineana y padre español, tiene 41 años, vive en un pueblo de tarragona, y ha sido peluquera de pelo lacio, es experta en belleza, profesora de yoga y creadora, junto con su hermana, de la firma de moda afrosostenible Mbasa, que nos ha fascinado por su fuerza, su color y sus originales prendas de ropa de yoga. También ha creado Ubuntu, un espacio único para la comunidad de la afrodiáspora. Tiene tres hijos, uno de ellos mestizo. Pero Ivena es, sobre todo, una mujer a la que atreverse a mostrar su cabello afro le ha hecho sentir libre, recuperar su autoestima y descubrir quién es. Porque para ella, durante muchos años, su pelo fue una lucha, una tortura (empezó a alisárselo a los 10 años porque en su escuela la mayoría de las niñas eran blancas con el pelo lacio). “Soñaba y rogaba a Dios levantarme un día con el pelo liso, no quería ser diferente”, nos cuenta. Y mientras llegaba ese momento, sometía a su pelo, como casi todas las mujeres negras, a la tortura del alisado con agresivos productos químicos. “Mi madre conocía a un peluquero americano que vivía en Barcelona y que le habló de un producto milagroso para alisar el pelo”. Ivena utilizó este producto desde los 10 años hasta los 36. Entre muchos otros ingredientes agresivos, contenía lejía y desatascador de tuberías. “Alisarse el pelo se convierte en una especie de obsesión, todas las semanas me ponía un poquito de producto en cuanto me crecía la raíz y, además, llevaba extensiones”, cuenta. “Por supuesto, no puedes bañarte en la piscina ni en la playa, y si vives en un sitio con humedad estás perdida. Además del dineral en productos, extensiones y peluquería, me pasaba horas para que el pelo estuviera perfecto, sobre todo si tenía una cita”.

El tipo de alisantes químicos que han utilizado durante décadas las mujeres negras para alisar su cabello puede provocar desde lesiones en el cuero cabelludo, hasta la caída del pelo y, como dice Ivena, “también cáncer”. Por suerte, actualmente existen planchas de pelo muy potentes que evitan tener que recurrir al uso de este tipo de productos.

pelo afro
F.J. Jimenez

Ivena no permitió que su pelo fuera el que es hasta hace cuatro años. Porque atreverse a lucir su pelo natural es todo un proceso personal para las mujeres de la afrodiáspora, un proceso que muchas de ellas jamás querrán siquiera plantearse. “Estamos cansadas de habernos reprimido tanto, de haber renegado de nuestra etnia, de convertir el pelo afro en lacio. Esto lo impuso la colonización, primero con violencia y ahora de forma subliminal con los estándares de belleza que permanentemente nos llegan desde los medios de comunicación”.

La historia de la segunda mujer que integra @afroerei es, desgraciadamente muy conocida, ya que ella misma tuvo el valor de darla a conocer en un vídeo que se hizo viral. En él cuenta que sufrió dos violaciones en su país, Guinea Ecuatorial, que quedaron impunes sólo por el hecho de ser mujer. Ella es Perla, @afropoderossa, una extraordinaria mujer cuyo perfil de Instagram nos tiene fascinadas. Viéndolo hemos aprendido mucho sobre la importancia que el peinado tiene para las mujeres de la afrodiáspora. Perla fue la fundadora de @afroerei y algo que nos llamó mucho la atención en su perfil es que muestra la fecha en la que hizo su “big chop” o gran cambio (27/05/2017), un importantísimo punto de inflexión en su vida. Otro mensaje que deja claro desde su IG es: “Afro es nuestra seña, nuestra cultura, nuestra identidad. La mujer afro es poderosa”.

June, la tercera integrante de afroerei, es una jovencísima senegalesa graduada en Económicas, que actualmente estudia un Máster en Gestión Empresarial y que emana una fuerza y una belleza arrolladoras. La descripción que hace de sí misma en su perfil de Instagram no puede definirla mejor: “Mi afro. Mu cultura. Mi negritud. Mis raíces”. Nos fascina un vídeo en el que Jiune nos muestra cómo se hacen las trenzas #crochet, un peinado típico africano, puro arte. Y hablando de peinados, a June le dejaron un significativo post it en su ordenador un día que fue al trabajo con su pelo natural.

Te miras al espejo y eres tú, te ves por fin a ti misma.

¿El mensaje? “Anda péinate”. Está claro que el pelo afro sigue causando impacto entre quienes no están acostumbrados a verlo, lo que hará que muchas mujeres negras prefieran seguir en la sombra, ocultando su verdadero cabello para pasar desapercibidas, para intentar encajar en el canon de belleza estándar que nos hace creer que las mujeres guapas llevan el pelo liso. “Estamos hartas de verlo en la tele, en las revistas, en las películas… cuando una mujer se quiere poner guapa, sale con el pelo liso”, dice Ivena.

“Te miras al espejo y eres tú, te ves por fin a ti misma. Ahora me reconozco y me gusto. Este es un proceso de recuperación de tu identidad, de aceptación, de autoestima”. Ahora lo entendemos Ivena, Perla, Jiune. Nuestra admiración y respeto hacia todas las mujeres de la afrodiáspora.

Sólo un 10% de las mujeres negras lleva el pelo afro

Este es un dato que nos cuenta Ivena durante nuestra conversación telefónica y que nos sorprendió muchísimo al principio pero que ahora entendemos dado no ya el asombro sino los prejuicios que aún genera entre una parte de la población blanca el look afro. Según Ivena, en EEUUU, un país con una gran población negra, sólo está permitido lucir libremente el pelo afro en dos estados, California y Nueva York. “No es que te vayan a detener por ir con el pelo afro, pero sí pueden llamarte la atención en el trabajo o incluso despedirte si vas ‘sin peinar’, como muchos piensan”. “Es más -continúa-, hay estudiantes negros que no han podido graduarse por llevar el pelo afro. Y este ejemplo puede extenderse a cualquier situación o ámbito profesional o social. Para no destacar o desentonar, o no sentirse feas (de ahí que mostrar su pelo natural tenga tanto que ver con su autoestima, con amarse, aceptarse y valorarse), el 90% de las mujeres de la afrodiáspora se alisa, camufla o tapa su pelo natural, y seguramente lo harán durante toda su vida.

Como nos comentaba Ivena al principio de la conversación, son muy pocas las mujeres negras famosas que se atreven a lucir, si no es esporádicamente, su pelo al natural. Por supuesto, “hay maravillosas excepciones”, apunta, como la actriz Lupita Nyiong’o, la presentadora, actriz y músico Nandi Madida, la actriz y cantante española Astrid Jones, la guapísima actriz Berta Vázquez, la respetada periodista Lucía Adué Mbomio, la influencer Jade Kendle (una de las impulsoras del movimiento #nakedhair en USA) o Gabrielle Union, “una de las mujeres que más me inspiraron y ayudaron a mostrarme tal cual soy”.

¿Por qué tanto miedo? ¿Por qué está tan arraigado un canon de belleza tan difícil de alcanzar y tan antinatural en realidad entre las mujeres negras? Como dice Ivena, no tenemos nada en contra de las mujeres de etnia blanca o asiática, sólo queremos poder mostrarnos tal como somos y sentirnos tan guapas y respetadas como cualquier otra mujer, porque hemos sido oprimidas a través de nuestro cabello desde la época de la esclavitud”. Como nos recuerda Ivena, en la época de la colonización la piel negra y el pelo afro era lo más bajo del estatus social, “aunque hay quien dice que las mujeres blancas sentían envidia de su pelo porque llamaba mucho la atención”. “La colonización y la esclavitud grabaron en nosotras la ida de que para ser mejores teníamos que parecernos a las mujeres blancas y, desgraciadamente, esto sigue muy arraigado en la mayoría”, subraya.

Por si no lo sabías, en los años 60 y 70 el cabello afro natural se transformó no sólo en un símbolo de orgullo sino en una herramienta política del movimiento negro en USA. Mostrar su pelo tal cual se convirtió en toda una declaración política. Los químicos para alisar el cabello se estigmatizaron como símbolos de opresión e imposición de la belleza blanca. La filósofa, política y activista antirracista negra Angela Davis usó su pelo como una declaración política y fue quien comenzó el movimiento hacia el cabello natural afro. Este movimiento influyó en toda una generación en la que destaca la maravillosa Diana Ross.

Cosas que no sabes sobre el pelo afro

Los peinados negros siempre transmiten un mensaje, esconden un maravilloso simbolismo. Antiguamente, y aún en muchas tribus africanas, se usaban papa indicar el estado civil, la edad, religión, identidad étnica, riqueza y rango dentro de una comunidad. El cabello de una mujer negra define cómo se ve a sí misma.

Las trenzas y los peinados con trenzados son parte de la herencia de las mujeres negras y respetan el pelo natural. “Para nosotras el trenzado es todo un arte que se aprende desde niñas, es parte de nuestra cultura, no es como ponerte unas extensiones; las rastas, típicas de Jamaica, también son algo cultural y respetuosas con el cabello afro”, explica Ivena. “Hay muchos tipos de trenzas, en la época de la esclavitud se trenzaban incluso caminos de huida en la cabeza de las mujeres”, nos cuenta.

¿Sabías que el cabello se califica con números y letras y que hay muchos tipos de cabello afro? La textura afro es el tipo 4, el tipo 1 corresponde al cabello lacio, el tipo 2 al ondulado y el tipo 3 es el rizado. Existen las letras ABC como grado de variación. La subcategoría 4C es la que mejor ejemplifica el cabello afro. Sin embargo, el cabello afro es difícil de clasificar por las muchas variaciones entre ellos: patrón (bobinas apretadas), tamaño del patrón, densidad, diámetro del cordón o tacto (algodón, lanoso, esponjoso…).

El big chop

¿Y sabes qué es el big chop? Como nos cuenta Ivena, se trata del “gran cambio”, es decir, de cortarse el pelo para sanearlo, hacer desparecer los químicos y dejar que crezca el cabello afro natural. “Pero no todo el mundo se atreve, así que hay otras opciones, como como ir cortándolo poco a poco, poner extensiones o hacer trenzas”, dice. Lo más difícil, como subraya Ivena, es tomar la decisión. ¿Cómo fue en su caso? “Mi inspiración para atreverme a raparme la cabeza y empezar mi transición fue la preciosa Nandi Madida. Me tocaba ponerme de nuevo las extensiones y le dije a mi peluquera que ya no las quería más, que me lo rapase. Ella no estaba convencida de que fuera quedar bien pero yo me vi guapa y, sobre todo, sentí una inmensa sensación de liberación. Ahora soy yo".

Además del profundo simbolismo que conlleva, dar el paso de lucir su pelo natural supone también para las mujeres negras un gran ahorro en tiempo y dinero. “Ahora sólo utilizo aceite de ricino, karité y un peine de púas de madera, peinar mi pelo ahora es una auténtica maravilla”, dice Ivena. “Hay que aprender a cuidarse el pelo de nuevo, ya que la mayoría de las técnicas que hemos aprendido son para pelo lacio, además, nosotras tenemos el pelo muy seco, por lo que a muchas mujeres negras les van muy bien el aceite de coco, almendras, ricino”, añade Ivena que, acorde a su estilo de vida totalmente natural, cuida también su cabello con mascarillas caseras de aguacate, plátano y miel.

Otra cuestión que Ivena quiere dejar claro es el tema la apropiación cultural: “Bo Derek o Kim Kardashian se apropiaron de peinados 100 por 100 africanos al lucir nuestras típicas trenzas como algo suyo, algo que las mujeres negras siempre hemos tenido que aguantar y tragar y que estamos reivindicando con el movimiento afro natural”. "Cuando una mujer o persona negra hace algo siempre se la señala y critica, si lo hace una persona blanca se la aplaude y admira. Nos parece genial que cualquier mujer quiera imitar nuestros peinados, pero que quede claro que pertenecen a nuestra etnia”, recalca.

Y por si acaso, como nos deja muy claro Ivena, “a no ser que seas su pareja, familia o amiga, a las mujeres de la afrodiáspora no les gusta, ¡como a cualquier otra mujer!, que un desconocido les toque el pelo, y menos por la calle”.

El resurgir del movimiento afro natural

El resurgir del cabello afro es un movimiento que anima a las mujeres de ascendencia africana a mantener su pelo natural. Se originó en Estados Unidos durante la década de 2000 y, como recalca Ivena, “ha llegado para quedarse”. Y las cifras lo demuestran: en 2018 The Washington Post publicó que la tendencia de la población afrobrasileña hacia una preferencia por el cabello natural afro había crecido en un 15% en cuatro años.

pelo afro
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En Estados Unidos uno de los mayores exponentes del movimiento por el cabello afro natural es Jade Kendle, que inició el hashtag #NakedHair, animando a su audiencia a mostrar su cabello sin ningún producto. Desde que publicó su propia experiencia, el hashtag ha generado casi 8.000 imágenes de personas que aceptaron el desafío. "Es crucial que cuestionemos y tratemos de desaprender muchas de las ideas malsanas que nos han enseñado, muchas de las cuales están profundamente arraigadas en la supremacía blanca y el racismo", dice Kendle. Por suerte, en España tenemos a @afroerei.

Si quieres saber más sobre este movimiento y conocer la que hay detrás de las valientes mujeres que se atreven a dar el paso de mostrar su cabello natural, sólo tienes que poner en IG, Pinterest o YouTube los hashtags #afronatural, #afropower, #afroesnuestroaliado, #afrohair, #afrodiáspora, #peloafro, #afropunk, #empoderamientoafro, #lovemayhair, #cabelloafro, #afrosindefinir o #nakedhair.