Araceli González revela que padece SIBO: causas, síntomas y tratamientos de la enfermedad

La reconocida actriz Araceli González sorprendió a sus seguidores al compartir en sus redes sociales que padece SIBO, una enfermedad que causa Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado. En una serie de historias en su cuenta de Instagram, la actriz explicó los síntomas que había estado experimentando y reveló los resultados de sus estudios médicos.

 

 

 

 

 

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González comentó que venía sintiendo malestar abdominal y decidió realizarse un estudio que reveló la presencia de la bacteria SIBO en su intestino delgado. Asimismo, detalló las restricciones alimentarias que ahora debe seguir, como evitar el gluten, la lactosa, los alimentos con azúcar, las gaseosas y las verduras de hoja. Además, mencionó que se encuentra bajo tratamiento con antibióticos y ampollas para beber cada mañana.

¿De qué se trata esta enfermedad?
El SIBO es una afección en la cual hay un aumento anormal de bacterias en el intestino delgado, normalmente con una población bacteriana baja. Este sobrecrecimiento bacteriano puede ser provocado por problemas en la motilidad intestinal, la dieta, el uso prolongado de antibióticos o enfermedades que afectan el sistema inmunológico.

Sobre los síntomas

Los síntomas del SIBO incluyen dolor abdominal, cólicos, hinchazón, diarrea o estreñimiento, distensión abdominal después de las comidas, gases, náuseas, vómitos, reflujo ácido, fatiga, debilidad, pérdida de peso inexplicable, deficiencias nutricionales, especialmente de vitaminas B12 y D, y mala absorción de grasas y carbohidratos.
Sobre el diagnóstico y su tratamiento
Para diagnosticar el SIBO, se utilizan pruebas de aliento para medir la cantidad de hidrógeno o metano que se exhala después de beber una mezcla de glucosa y agua. También se puede realizar un aspirado del intestino delgado y cultivo de líquidos mediante endoscopía para obtener una muestra del líquido intestinal y analizarlo en un laboratorio.

Además, se pueden realizar análisis de sangre para detectar deficiencia de vitaminas o evaluaciones de heces para comprobar la malabsorción de grasas. En algunos casos, se pueden requerir pruebas de imagen como radiografías, tomografías o resonancias magnéticas para buscar anomalías estructurales en el intestino.

El tratamiento del SIBO generalmente involucra la prescripción de antibióticos a corto plazo para reducir la cantidad de bacterias anormales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las bacterias pueden reaparecer cuando se suspende el tratamiento, por lo que en algunos casos es necesario seguir un tratamiento más prolongado.

Los médicos también pueden recomendar suplementos nutricionales para tratar las deficiencias vitamínicas y la pérdida de peso, así como dietas sin lactosa para evitar los síntomas asociados a la intolerancia a esta sustancia.

Es importante destacar que cada caso de SIBO es único y requiere un enfoque personalizado por parte de los profesionales de la salud. Si presentas síntomas similares, es vital que consultes con un especialista para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento específico.