<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Robots para reemplazar a perros en terapia

En ambientes hospitalarios o ante alergias a los caninos, los biomiméticos son opción para acompañar a los niños.

  • El robot MiRo-E y Tallulah, el perro de terapia. FOTO UNIVERSIDAD DE PORTSMOUTH
    El robot MiRo-E y Tallulah, el perro de terapia. FOTO UNIVERSIDAD DE PORTSMOUTH
25 de febrero de 2021
bookmark

Todo aquel que conviva con un perro sabe de sobra cómo estas mascotas, de naturaleza social, mejoran no solo el estado de ánimo, sino incluso su bienestar. Es por esta razón que muchos de estos compañeros de cuatro patas se emplean para terapias asistidas, sobre todo dirigidas a niños.

La interacción con los canes reduce el estrés y aumenta la empatía, la autoestima, la motivación y la comunicación de los pequeños, y también tiene un efecto positivo en su bienestar psicológico y fisiológico, además de brindarles apoyo social y emocional.

Lo sabe bien Olivia Barber, investigadora en el departamento de Psicología de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido. A través de su perra de terapia, llamada Tallulah, puede observar y apreciar de primera mano el beneficio que aporta el animal en los niños en escuelas y hospitales.

“En uno de nuestros estudios anteriores se mostró que los niños tenían más confianza y leían con mayor fluidez a un perro de terapia en el colegio que a su maestro”, cuenta Barber, quien ha trabajado junto a la psicóloga y etóloga Leanne Proops, investigadora en la misma institución británica. Las terapias asistidas con animales, particularmente con perros, son cada vez más frecuentes en entornos educativos, dando resultados muy favorables en todos los aspectos.

¿Por qué?

En un estudio publicado en la revista Education Masters, realizado en un colegio de Nueva York en EE. UU., se demostró que la presencia de los animales generaba una “fuerza tranquilizadora y motivadora para que los estudiantes sobresalieran académica y conductualmente”. El simple hecho de ver al perro hizo que se sintieran más cómodos en la escuela.

Pero además de entornos escolares, la terapia asistida se está realizando en centros hospitalarios, donde los perros ayudan a niños a hacer frente a ciertos procedimientos médicos. En un experimento desarrollado en la planta de pediatría oncológica de un hospital brasileño, por ejemplo, los investigadores señalaron que la terapia, aunque percibida como un entretenimiento, puede generar cambios emocionales en los pacientes y mejorar su salud.

Aunque no siempre

Sin embargo, a pesar del impacto positivo que proporcionan los animales se dan ciertas circunstancias en las que la mascota puede sufrir ansiedad ante una situación o no es del todo bienvenida por cuestiones de alergias o salubridad.

“A algunos niños no les gustan los perros o son alérgicos a ellos, por lo que pueden preferir interactuar con un robot. Y desde una perspectiva práctica, ¡un robot es más fácil de cuidar!”, exclama Barber.

En un estudio publicado en The International Journal of Social Robotics, las investigadoras descubrieron que un pequeño animal robótico biomimético, denominado ‘MiRo-E’, puede ser un buen sustituto de los amigos peludos, siendo igual de efectivo.

“Aunque muchas personas en escuelas y hospitales se benefician enormemente de las visitas de un perro de terapia, tenemos que ser conscientes del bienestar del animal. Las visitas pueden ser estresantes e increíblemente agotadoras para estos canes, por lo que se debería plantear la posibilidad de utilizar un animal robótico”, señala Barber, primera autora del trabajo.

El robot que han analizado ha sido diseñado para responder a la interacción humana, y es empleado por investigadores de todo el mundo gracias a su avanzada tecnología. La principal ventaja es que, gracias a sus múltiples sensores, imita el comportamiento y movimientos caninos: le gusta que le acaricien, mueve las orejas y agita la cola, escucha la voz del dueño y se acerca hasta él e incluso le sigue.

Mover la cola

El uso de un robot biomimético no solo aporta beneficios a las personas, también alivia presiones en el animal habitualmente empleado para las terapias. “Si usamos perros de terapia en interacciones asistidas por animales, debemos asegurarnos de que estamos velando por su bienestar. Esto significa que no debemos exponerlo a situaciones que le alteren”, recalca la científica.

El robot no necesitará tantos cuidados ni atenciones, y podrá trabajar durante largos períodos de tiempo sin necesidad de un descanso, comida o agua, y los usuarios podrán limpiarlo después de su uso. “No tiene las mismas emociones que un perro”, añade Proops.

Para su equipo de investigación, emplear robots de terapia puede ser más ventajoso en ese sentido en situaciones en el que el animal no resulte ni práctico ni higiénico, como en quirófanos o ciertos centros hospitalarios. “El robot MiRo-E puede ser más útil”, confiesa la psicóloga.

Si se piensa que el robot nunca sustituirá a un perro de carne hueso, las científicas salen en su defensa: pueden ser increíblemente reales, reflejar los movimientos y el comportamiento de un verdadero animal, mover la cola para mostrar entusiasmo, expresar “emociones” a través de sonidos y colores, levantar las orejas en dirección al sonido e incluso irse a dormir

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD