El Palacio Barolo cumplió 99 años y se convirtió en el primer edificio cultural inclusivo

El Palacio Barolo, uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad, cumplió este jueves 99 años. Este rascacielos de 22 pisos ubicado en Monserrat se convirtió en el primer edificio cultural inclusivo. La Fundación Los Amigos del Palacio Barolo lo celebró con un concierto que brindó la Sinfónica del Conservatorio Superior de Música “Manuel de Falla” en el hall central. Hasta el 7 de julio de 2023, cuando se cumpla el centenario del edificio, se realizarán diversas actividades artísticas y culturales.

Como parte de los festejos, también se inauguró un nuevo kiosco informativo con estilo art decó de los años ‘20, y una réplica del palacio en 3D para que las personas no videntes puedan recorrer el lugar con sus propias manos.

La escritora y traductora María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, y Enrique Avogadro, ministro de Cultura porteño, presenciaron el evento. 

Dirigida por el maestro Diego Licciardi, la Sinfónica interpretó el Himno Nacional Argentino seguido por un Pericón de Luis Gianneo, la Rapsodia entrerriana de la compositora Celia Torrá, una de las primeras compositoras mujeres del país y, por último, la Suite Piazzolla conformada por Adiós Nonino-Años de Soledad-Libertango, de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer.

No faltaron las fotos y ni tampoco videos desde los celulares para registrar el espectáculo que fusiona lo artístico con la arquitectura del lugar. Dado que la planta baja estaba colmada, algunos “curiosos” se quedaron afuera del recinto. De todos modos, acompañaron el concierto desde la calle, a través de las puertas de vidrio que posee el edificio. El evento finalizó con la suelta de globos dentro del lugar y con la entonación del “feliz cumpleaños” para homenajear los 99 años del Palacio Barolo.

“Es una enorme alegría porque justamente es parte de nuestra cultura el patrimonio material pero también el material del edificio que tiene tanta historia que además tiene una inspiración tan increíble como la Divina Comedia, con un arquitecto genial como Palanti que de alguna manera se actualiza a través de estas iniciativas que van camino hacia los 100 años”, precisó Avogadro.

El primer rascacielos de Latinoamérica

El Palacio Barolo es una de las joyas de la arquitectura porteña y uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad. Funciona como “nexo” entre la Casa Rosada y el Congreso de la Nación.

La historia cuenta que Luis Barolo, un poderoso productor agropecuario italiano, le encargó al arquitecto italiano Mario Palanti una obra que para rendirle homenaje a Buenos Aires por el cálido recibimiento que tuvo cuando llegó al país, en 1880.

La monumental obra comenzó a construirse en 1919 y se abrió el 7 de julio de 1923. Barolo no pudo ver el edificio terminado ya que falleció seis meses antes de su inauguración.

El edificio cuenta con materiales traídos de Europa, como el mármol de Carrara, y reúne símbolos de la masonería, entre tantas historias y secretos. Mientras el contrafrente posee un estilo medieval y romántico. La idea del arquitecto fue utilizar el edificio como un mausoleo, cuya intención era traer las cenizas de Dante pero, finalmente, esto no se concretó.

De todos modos, fue inaugurado como el primer rascacielos latinoamericano y con sus 100 metros rompió varios récords de altura a nivel internacional. Así se mantuvo durante varios años este ícono de la Avenida de Mayo. En 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional.

​Homenaje a Dante Alighieri

El Palacio Barolo hace referencia y homenaje al poema la Divina Comedia, de Dante Alighieri: presenta un estilo arquitectónico único con una mezcla de neorromántico, neogótico, y hasta la cúpula con su único estilo indio de la región de Bhubaneshwar que representa la unión tántrica entre Dante y Beatriche, los protagonistas de la Divina Comedia.

El rascacielos mide 100 metros de altura que representa los 100 cantos en la Divina Comedia, y tiene 22 pisos, que equivalen a 22 estrofas de los cantos. Además, cuenta con 11 balcones frontales, la misma cantidad de estrofas en los cantos. Si se suman los pisos y balcones arroja el número 33, es decir, los 33 cantos que tiene cada parte del poema.

Esta mole de hormigón tiene tres niveles que representan el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso de la Divina Comedia.

Entre otras características, en el piso de la planta baja hay unos círculos que permiten la entrada de la luz de los sótanos que da la sensación del fuego del infierno y ocho figuras de bronce en forma de dragones y serpientes que representan los principios alquímicos, el mercurio y el azufre y sus atributos.

Además, en las bóvedas transversales, sobre las columnas centrales, se ubican doce lámparas sostenidas por cuatro cóndores, ave latinoamericana por excelencia, como si Palanti ya tuviera idea de la trascendencia que iba a tener el edificio.

Del piso 1 al 14 es lo que Dante mencionaría como el Purgatorio. Está formado por 7 pisos representando los 7 pecados capitales. Entonces, el “purgatorio del Barolo” estaría compuesto entonces por 7 pares de pisos.

En tanto, la torre representa el Paraíso de la Divina Comedia; el paraíso para Dante estaba formado por 8 niveles, al igual que en el Barolo. El último nivel era el empíreo o la llegada a la luz divina que está representada en el faro. Sus angostas escaleras reflejan el esfuerzo que hay que hacer para llegar a la iluminación.

“La historia cuenta que el faro fue encendido por primera vez el día de la inauguración. Las piezas fueron traídas de Milán”, comenta la periodista Mariela Blanco, autora de Leyendas de ladrillos y adoquines (2016). Su libro, declarado de Interés Cultural por la Legislatura porteña, relata la historia de uno de los mayores emblemas arquitectónicos de la Ciudad.

Imponente desde a principios del siglo XX, el emblemático edificio reúne numerosas historias. El faro además sirvió para transmitir al público la legendaria “Pelea del siglo” entre el boxeador argentino Miguel Ángel Firpo y el estadounidense Jack Dempsey, el 14 de septiembre de 1923 en Nueva York.

Cuando las trasmisiones radiales eran escasas y ante la inexistencia de la TV, las luces que emitía el faro anunciaban al ganador: si era verde, el vencedor era Firpo, en cambio, si era roja, ganaba Dempsey, Finalmente, fue victoria para el norteamericano.

“Podía vérselo desde la Plaza de Mayo. Su faro era protagonista de toda la avenida. Algunos lo consideran como un rascacielos norteamericano con raíz latina”, explica Blanco, y agrega: “Ciertamente, la arquitectura representa un importante intento de conjugar distintas trazas de tradición europea. Preserva rasgos neogóticos que se manifiestan en las torres de los costados o los arcos ojivales que se ven desde la Avenida de Mayo”.

Rumbo al centenario

Durante los próximos doce meses se llevarán a cabo una serie de actividades culturales en la planta baja del Palacio Barolo. La idea es realizarlas el 7 de cada mes.

El 14 de agosto habrá un concierto del pianista argentino-estadounidense Uriel Natero, que vendrá especialmente desde Estados Unidos para brindar su performance en el hall central del Barolo. “Estamos viendo que venga con la Sinfónica del Conservatorio del Teatro Colón”, anunció Miqueas Thärigen, miembro de la Fundación Los Amigos del Palacio Barolo.

“La cultura salvó al Barolo y nosotros le damos mucho empuje a lo cultural. Con nuestra experiencia de 20 años de estar difundiendo turísticamente al edificio nos dimos cuenta de eso. Por eso tenemos nuestro compromiso de cada mes para hacer un evento cultural gratuito en planta baja”, agregó Thärigen.

Además, en octubre, el faro del Barolo iluminará a la Ciudad de color rosa con motivo del mes de concientización para la prevención del cáncer de mama. Esta actividad viene desarrollándose desde hace siete años conjuntamente con el día de la lucha contra el sida (1° de diciembre), donde el faro emite luces en amarillo, y en fechas patrias emite luces celestes.

La idea de la Fundación es celebrar el centenario del Barolo, el 7 de julio de 2023, con un mega evento sorbe la Avenida de Mayo. 

PC