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      Jardín contemporáneo, un cambio de paradigma

      Lejos de la concepción tradicional, que disciplina la naturaleza, los nuevos espacios verdes apuntan a la interacción, con un criterio vital en el que la fauna también se interrelaciona.

      Jardín contemporáneo, un cambio de paradigmaCLAIMA20130821_0159 De Gilles Clément, un jardín siglo XXI.
      Redacción Clarín

      El gusto por los jardines está constituido por patrones culturales de las sociedades que los crean. La historia de la humanidad es rica en estilos, conceptos y esos gustos muy diferentes, en tantas geografías donde se han elaborado jardines a lo largo del tiempo.

      Ese gusto tan arbitrario, caprichoso y que puede interpretarse desde diferentes aspectos, dice mucho de quiénes somos. En este principio avanzado del siglo XXI, nos encontramos en un momento bisagra de estilos. Seguimos arrastrando ciertos patrones de jardines casi decimonónicos, en cuanto a topiaria, organización del espacio, utilización de material vegetal y demanda visual, que si bien en muchos casos incorporó bastante del Movimiento Moderno minimizándolo, estos parámetros ya son anacrónicos.

      Jardines que requieren alto nivel de subsidio de energía, expresado en mantenimiento manual, con herramientas mecánicas, provisión de agua y agroquímicos. Cuya búsqueda apunta a una prolija artificialidad constituida por elementos naturales, casi desnaturalizados y mayoritariamente exóticos. Alfombras de césped homogéneas y puntualmente cortadas para mantener su altura. Erradicación de casi toda presencia de fauna (insectos o aves), que no dañe ni perturbe esa imagen congelada de vegetación ornamental, donde ninguna hoja debe estar fuera de lugar.

      Este modelo de jardín tan artificial como sucedáneo caricaturesco de naturaleza ya es obsoleto, por más que siga implantado en ciertos imaginarios culturales de nuestra sociedad. No es el mejor modo de tener algo de naturaleza en hábitats humanos, porque no funcionan como podrían en términos de atenuadores ambientales, especialmente en ámbitos de alta densidad urbana. Además, son aburridos en términos paisajísticos.

      Entonces, cuál sería el jardín que tendría una impronta actual, contemporánea y acorde a nuestro tiempo?

      Describámoslo. Ese jardín debe ser sostenible, porque minimiza las acciones de mantenimiento; paisajísticamente más atractivo porque permite reincorporar la presencia de animalitos, que con sorpresas y movimientos hacen del jardín un espacio dinámico; más intenso en diversidad de la vegetación utilizada, idealmente nativa y organizada de maneras más orgánicas y emuladoras de lo silvestre.

      Una referencia profesional de este tipo de jardín contemporáneo es el paisajista francés Gilles Clément, quien con su “Manifiesto del Tercer Paisaje” y con “El Jardín en Movimiento”, plantea gran parte de la base teórica de estos nuevos jardines, además de tantas obras que ha realizado.

      Estos jardines buscan recrear la organización de un ecosistema a escala micro, pero que entre los jardines que puede haber en el barrio, se arme un mosaico de espacios verdes donde la fauna genera corredores, que recrean una red de conexiones biológicas vinculantes de cada jardín con todos los jardines cercanos.

      Naturalmente, aumentará la presencia de pajaritos y mariposas, donde estas últimas dañarán muchas plantas en su estadío oruga (algunas muy bonitas, como la de la mariposa monarca), pero ofrecerán el atractivo zoológico de presencia animal variada, donde vendrán muchos pajaritos para alimentarse de ellas también.

      El gusto es algo subjetivo y es muy interesante que una cultura sensible a los valores ambientales, aprecie visualmente un nuevo patrón estético de jardín, donde se valore algo mucho más importante que el disciplinamiento de la naturaleza por el ser humano.

      Mucho hay por crear en esta nueva modalidad de diseño de jardines y, por supuesto, por capacitarse desde lo profesional, para utilizar flora y fauna nativas entendiendo al jardín como un espacio de biodiversidad.

      Vamos hacia jardines integrados, de valoración holística, con aportes para el mejoramiento ambiental del lugar donde vivimos, que permitan aumentar la sensibilidad de sus usuarios, comprometiéndose con un mundo mejor.

       (*)   Lic. en Diseño del Paisaje, con posgrado en Patrimonio y Turismo Sostenible. Coordinador de la carrera de Técnico Superior en Paisajismo, en Integral Instituto Superior de Diseño. Especializado en espacios verdes y gestión pública; docente de Integral Instituto de Diseño; www.integral.edu.ar


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