Lavado de manos en cuidados auxiliares de enfermería

Los entornos sanitarios están repletos de virus y bacterias que pueden entorpecer o incluso empeorar el estado de salud de los/as pacientes. Los/as propios/as profesionales también deben protegerse de estos microorganismos, lo que hace que el lavado de manos en enfermería sea esencial.

La higienización clínica va mucho más allá que la que practicamos habitualmente en nuestros hogares. De hecho, existe todo un protocolo para hospitales y centros médicos que podrás aprender en nuestra FP de Grado Medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería, un completo plan de estudios con el que te especializarás para asistir a los/as convalecientes con total pulcritud. ¡Aprende la técnica!

El lavado de manos en enfermería: su importancia

Si el lavado de manos en enfermería, los espacios clínicos se convertirían en peligrosos focos de dolencias. Según indican los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, tan solo con este gesto se pueden reducir las afecciones diarreicas en torno a un 30%, y cerca de un 20% las infecciones respiratorias; así como evitar problemas dermatológicos y oculares.

Los excrementos animales y humanos, las toses, los estornudos y todo tipo de fluidos son responsables de la propagación de cientos de microbios. Si el jabón o el antiséptico no los destruye, pueden trasmitirse mediante el contacto directo o a través de objetos, tocando elementos que hayan sido previamente contaminados y llevándose las manos a la nariz, la boca o los ojos.

No es de extrañar, por tanto, que realizar un buen lavado de manos en enfermería sea tan importante. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la mayor parte de las personas que acuden a los centros médicos son portadores de virus, bacterias o enfermedades altamente infecciosas.

Lavarse las manos limita la propagación de virus y bacterias en los centros sanitarios y favorece la recuperación de los/as pacientes

Además de llevar guantes y colocarlos y extraerlos del modo más limpio, el personal sanitario debe saber cómo sanear sus manos antes de asistir a un/a paciente. Por un lado, evitará propagar posibles afecciones entre dolientes y los/as protegerá de los virus o bacterias de las que el/la propio/a auxiliar pueda ser portador/a. Por el otro lado, el/la cuidador/a también se protegerá a sí mismo. Así evitará caer enfermo y podrá seguir ejerciendo como pieza clave del sistema de salud.

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Tipos de lavados de manos: ¡al detalle!

Fuera joyas, esmaltes y uñas largas, y dentro pulcritud y rigurosidad. Esas son las bases principales que debes conocer para realizar un lavado de manos en enfermería que cumpla con todos los estándares.

Aunque existen diferencias entre los virus y las bacterias, una gran parte pueden vencerse con la higienización, que deberá ser más o menos exhaustiva en función de las circunstancias. A continuación, te indicamos los principales tipos de lavados de manos que realiza un/a auxiliar de enfermería, así como los casos para los que se encuentran indicados.

Higienización de manos

En enfermería, el lavado de manos más básico es el higiénico. Usa jabón y agua, y se recomienda para las situaciones más cotidianas, como antes y después de contactar con los pacientes, si se va al baño o se estornuda, o a la hora de colocarse y retirarse los guantes. Con él, se destruye la suciedad más superficial.

Antisepsia

Si hay que manejar material estéril, llevar a cabo punciones o interactuar con personas que tengan un sistema inmune debilitado, la antisepsia es imprescindible. No solo elimina los microorganismos superficiales, sino también gran parte de los resistentes al utilizar productos con mayor potencia: jabones antisépticos o soluciones hidroalcohólicas.

Antisepsia quirúrgica

El último tipo de lavado de manos habitual en enfermería es el reservado a las operaciones. Ante una cirugía, hay que llevar a cabo una profunda limpieza desde debajo de las uñas hasta los codos. El objetivo es prevenir, en la medida de lo posible, futuras infecciones tras la intervención.

¿Qué técnicas de lavado de manos existen?

Cada una de las clases de lavado de manos propias de enfermería tiene su técnica. En algunos tipos, los pasos son simples, pero en otros el procedimiento puede llegar a complicarse. ¡Vamos a verlo!

Lavado higiénico

Según el Manual Técnico de Referencia para la Higiene de las Manos publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tiempo que debes dedicar a la higienización “básica” es breve. Concretamente, entre 20 o 30 segundos, lo que tardarías en cantar dos veces Cumpleaños feliz.

Echa una dosis de jabón y frota tanto palma-palma como palma-dorso. No te olvides de entrelazar los dedos y aplicar el compuesto en el resto de la superficie —pulgares y dorso y punta de los dedos— antes de aclarar y secar con papel.

Lavado con jabón antiséptico o hidrogel

Si optas por el jabón, la técnica para este lavado de manos en enfermería será igual que la explicada anteriormente. Aunque con una diferencia: el tiempo de limpieza debe oscilar entre los 30 y los 60 segundos.

Si eliges el gel desinfectante, podrás mantenerte como mínimo en los 30 segundos, pero repitiendo los mismos movimientos y usando una cantidad suficiente de producto.

Desinfección quirúrgica

El lavado de manos que el/la auxiliar de enfermería realiza antes de una cirugía es más largo —y complejo— que los anteriores. Hay dos tipos de procedimientos:

• Con jabón antiséptico: enjabonar las manos hasta los codos, frotando todas las cavidades y retirando la suciedad de debajo de las uñas con un cepillo. Quitar el jabón ascendiendo desde los dedos y secar con toques suaves en la misma dirección.
• Con gel hidroalcohólico: con las manos y los antebrazos previamente higienizados, frotar el gel desde el codo hasta los dedos, alcanzando el total de la superficie. Aguardar a que la solución se seque.