Los Niños del Llullaillaco

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El Tribuno MARTES 27 DE MARZO DE 2012 EL TRIBUNO

del hallazgo

LOS NIテ前S del Llullaillaco Un descubrimiento que asombra a la humanidad


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MARTES 27 DE MARZO DE 2012 EL TRIBUNO

“Los Niños son patrimonio de la sociedad ” Hace 13 años, los cuerpos momificados de tres niños incas fueron encontrados en la cima del volcán Llullaillaco, a 6.739 msnm, por un equipo de arqueólogos encabezado por Johan Reinhard, explorador de National Geographic. n lo que fue la expedición arqueológica más alta del mundo, el 26 de marzo de 1999, un grupo de expedicionarios no pudo contener la emoción cuando encontró el primer fardo funerario. El equipo internacional de investigadores estaba liderado por Johan Reinhard y la arqueóloga argentina Constanza Ceruti e integrado por otros científicos, entre ellos Cristian Vitry, profesor de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) y codirector del Centro para la Conservación del Patrimonio de Alta Montaña (Cecopam). También fueron de la partida estudiantes de la UNSa, entre ellos Antonio Mercado, y expertos peruanos. Todos, parte de un proyecto financiado por la National Geographic Society, de Estados Unidos. “Fueron 21 días terribles”, declaró Reinhard a Antonio Oieni, periodista de El Tribuno afectado a la aventura. Los científicos trabajaron bajo condiciones extremas, con una temperatura de -20º y vientos de 113 kilómetros por hora, a 6.739 metros de altura, con nieve y un sol que quemaba. Pero, finalmente la ardua tarea había llegado a buen puerto. Los cuerpos momificados de tres niños, de 15, 7 y 6 años aproximadamente, fueron encontrados junto a su ajuar funerario en perfecto estado de conservación. “Todo estaba extraordinariamente conservado, como si hubieran estado desde ayer”, exclamó en ese momento Antonio Mercado, el estudiante salteño oriundo de Potrero de Castilla (departamento de La Caldera). Mis vecinos son los nevados de Castilla y el cerro Negro”, declaró el joven, cuyo conocimiento de la geografía lugareña le permitió estar en el grupo. “Nunca pensé que iba a hacer cumbre en la expedición arqueológica más alta del mundo”, agregó con emoción. Con gran esfuerzo bajaron

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ANFORA UNA DE LAS OFRENDAS QUE CONSTITUIAN SU AJUAR.

“Salta es líder en materia de criopreservación” Johan Reinhard, norteamericano, realizó su PH (doctorado) en Antropología en la Universidad de Viena (Austria), en los años 70. Es un explorador exitoso y de una extensa trayectoria. Sus más de 80 publicaciones resumen las investigaciones antropológicas desarrolladas en América, Europa y Asia. El fue quien encabezó, junto a Constanza Ceruti, la exitosa expedición al Llullaillaco. Johan arribó a Salta en estos días para visitar el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM), en donde se encuentran alojados Los Niños del Llullaillaco junto a su ajuar.“Las momias nos van a dar información siempre, por eso es fundamental su conservación, y Salta en estos momentos es líder en el mundo en criopreservación. En estos casos, lo importante es poder conservar las momias y los artefactos para que puedan ser estudiados dentro de 10, 100 o 1.000 años. Mientras estén bien, siempre se podrán conocer nuevas cosas que nos revelan el modo de vida y la religión de los pueblos andinos”, sostuvo Reinhard.

el tesoro que acababan de encontrar y que marcaría un hito en la arqueología mundial. Pero a partir de ese momento comenzaba el gran desafío para la comunidad científica de Salta y las autoridades: la preservación de Los Niños. Santuarios andinos El hallazgo se produjo en la cima del volcán Llullaillaco de 6.739 metros de altura, ubicado sobre el límite de Tolar Grande (Salta) con Chile. A un metro y medio de profundidad, bajo roca y tierra, se encontraban los cuerpos congelados de una niña de alrededor de 15 años, La Doncella; El Niño, de 7; y La Niña del Rayo, de 6, quienes habían sido colocados allí en ofrenda a la “huaca”(montaña sagrada). El descubrimiento de este santuario fue consecuencia de los estudios realizados por los arqueólogos de alta montaña María Constanza Ceruti, la única mujer que participó de las expediciones exitosas al Quéwar y el Llullaillaco, profunda conocedora de la geografía sagrada de la Puna y del explorador Reinhard, con el apoyo de Cristian Vitry, andinista y avezado conocedor de la zona. Ya en 1997, en un congreso realizado en Quito, Ceruti había presentado registros arqueológicos sobre una docena de cumbres de Jujuy, Catamarca y Salta, que sirvieron de base para investigaciones posteriores,entre ellas las del Llullaillaco. Los santuarios andinos de alta montaña, como sostiene la profesional, constituyen evidencias sumamente valiosas para el estudio arqueológico del ritual prehispánico. Las ofrendas y los enterratorios existentes a altitudes superiores a los 5.000 o 6.000 metros sobre el nivel del mar quedaron en muchos casos a resguardo de las destructoras campañas de extirpación de idolatrías de los conquistadores españoles, asegura.

Johan Reinhard

Resguardar el patrimonio cultural “Una de mis preocupaciones es la controversia que hay en relación con los derechos que tienen los pueblos originarios sobre sus antepasados”,puntualizó el expedicionario. “Es que muchos dicen -añadió con palabras firmesque no hay que hacer nada. Y el verdadero problema es que muchas veces no se hace nada tampoco para cuidarlos, y terminan destrozados y huaqueados. Entonces la pérdida es irrecuperable”, dijo y continuó:“Lo importan-

SOBRECOGEDOR

LOS TRES CUERPOS, EXTRAORDINARIAMENTE CONSERVADOS, EN LAS CAMARAS DE CRIOPRESERVACION, CREADAS ESPECIALMENTE, CON UNA TECNOLOGIA UNICA.

Preservados por la sequedad del aire y las bajas temperaturas, los cuerpos momificados de Los Niños son una fuente inagotable de conocimiento para las generaciones futuras.“Estas momias tienen un valor incalculable, mucho más que cualquier cosa que venga del pasado, porque no solo están conservados ellos, sino que sus contextos están preservados y no han

sido huaqueados (profanados). La actividad de los saqueadores o huaqueros no tiene descanso ni mayores impedimentos, por eso luego del rescate de ‘Juanita’ en Perú, se habla de ‘arqueología de rescate preventivo’” (Ceruti, 1999), mediante la que se intenta rescatar los objetos arqueológicos en su contexto original, antes de que sean destruidos por estos.

PERFECCION LOS TEXTILES QUE TENIAN LOS NIÑOS ADMIRAN A LOS INVESTIGADORES.

Los santuarios de altura y la importancia de la capacocha Los santuarios de altura son los sitios ceremoniales de características únicas en el mundo. Estos se encuentran solo en Los Andes y no en el resto de las montañas americanas ni en Los Alpes, el Cáucaso ni Los Himalayas. Los incas, un pueblo del Cuzco, se extendieron territorialmente desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile, comprendiendo, asimismo, extensas regiones del noroeste y oeste de nuestro país, merced a su concepción de Estado. El alto nivel de organización que tenían se plasmó en monumentales obras de arquitectura, que todavía hoy nos sorprenden. Tuvieron grandes centros administrativos, fortalezas (pucará), los tambos, nichos de cultivo, acueductos, todos ellos unidos por un amplio e ingenioso sistema vial, los caminos del inca, que unían las costas con la alturas superiores a los 6.000 metros. En la montaña, cerca del sol y la luna, se construyeron los santuarios, lugares sagrados que lograron integrar

sus pueblos y las culturas andinas. ¿Qué es la capacocha? Según las investigaciones, a las que Los Niños del Llullaillaco están haciendo un aporte fundamental, la muerte ritual formaba parte de la cosmovisión andina. La ceremonia se llamaba capac

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e estima que la muerte de Los Niños del Llullaillaco ocurrió hace unos 500 años y que no fue traumática.

hucha o capacocha, que significaba la muerte ritual de niños menores de 12 años que debían ser “hermosos, puros y sin mancha”. La ceremonia era dirigida por los representantes del estado incaico. Eran realizados en algunas ocasiones excepcionales como podía ser por terremoto, sequía, epidemias, erupciones volcánicas y las cíclicas, te-

nían que ver con las grandes ceremonias anuales “Inti Rayme”, cambio del sol en el invierno o “Capac Raymi” el solsticio de verano. El objetivo de estas ofrendas sería el de propiciar el restablecimiento de la armonía del universo y la vida. Las ofrendas humanas eran de seres “elegidos”para los dioses, y para lo cual iban lujosamente ataviados y con su ajuar compuesto por elementos de mucho valor. ¿Cómo murieron Los Niños? En la capacocha la muerte podía ser violenta o tranquila. Este fue el caso de Los Niños del Llullaillaco. Según se determinó, por los estudios realizados, ellos no sufrieron una muerte traumática, sino que ingirieron gran cantidad de chicha y mascaron coca (en la boca de La Doncella se encontraron restos de hojas), lo que les produjo un suave y apacible adormecimiento, hasta que les sobrevino la muerte.

JOHAN REINHARD

te es que la gente vea cómo trabajan los arqueólogos, que no crea que son unos huaqueros más sino que se le explique qué técnicas se usan y por qué. Debe entenderse que se trata de salvar el patrimonio que no es solo de algunos, salvo que pueda demostrarse un lazo directo, sino que forma parte de la humanidad, y por eso hay que protegerlos”, enfatizó.


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“Científicos de todo el mundo vienen a estudiar a Los Niños”

La licenciada Gabriela Recagno, directora del Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM), contó a El Tribuno que “de manera permanente se realizan investigaciones en torno de Los Niños, en dos líneas: la arqueológica y la de criopreservación. Desde la arqueología se sigue profundizando sobre qué fue la capacocha para los incas. Uno de los estudiosos es Cristian Vitry, científico del museo y profesor de la UNSa. Además, a través de convenios con diferentes universidades se hacen otros estudios. Con la Nacional de Tucumán se investiga todo lo relacionado con la luminotecnia, es decir, la influencia de la luz sobre los diferentes objetos y los cuerpos. La Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario está abocada al tema de conservación de los cuerpos, porque son momias húmedas que tienen la totalidad de sus órganos y son las mejor preservadas del mundo. Su conservación es un desafío continuo para los científicos salteños, ya que casi no había antecedentes análogos, salvo El Hombre de Hielo,“Ötzi”, encontrado en Los Alpes en 1991.

MAAM

Un museo abierto a la ciencia y a la comunidad los más conservados y de allí que los ojos de los investigadores del mundo están sobre ellos. Por ejemplo, la doctora Angélique Corthals, titular del departamento de Antropología, Ecología y Evolución de la Stony Brook (Estados Unidos), quien los estudia desde 1999, o la investigadora boliviana Verónica Cereceda, que analiza los textiles del ajuar, considerados un verdadero tesoro por su grado de perfección. Cereceda compara estas piezas con las de otras capacochas de sudamérica. En 2011, la Universidad de La Plata concluyó una investigación en la que se explica matemáticamente lo que pasa en los cuerpos de Los Niños desde que murieron hasta hoy y por qué se conservaron tan extraordinariamente. Es decir, son verdaderos portadores de saber científico.

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os niños momificados rescatados en marzo de 1999 estaban en un estado de conservación tal, que parecía que el día anterior habían sido sepultados y no 500 años antes. Este descubrimiento fue un hito arqueológico mundial y puso a Salta en el centro del mundo científico. Los Niños son fuente de conocimiento pero “solo seguirán siéndolo si son bien conservados”, dijo el expedicionario y arquéologo Joan Reinhard. Los científicos salteños, con el apoyo del entonces gobernador Juan Carlos Romero, comenzaron una tarea faraónica: desde los estudios que se hicieron durante más de dos años, con un grupo a cargo del licenciado Cristian Vitry y el ingeniero Mario Bernasky yendo al volcán del Llullaillaco para medir temperatura, humedad y comprender la mecánica de conservación que la naturaleza había llevado adelante, hasta la creación del Museo, en donde finalmente fueron alojados Los Niños. Había muy pocos antecedentes de momias húmedas, por ejemplo el caso de “Ötzi”, El Hombre de Hielo, encontrado en Los Alpes, Italia (1991); La Doncella de Ampato, en Perú (1995); y El Niño del Plomo encontrado en el cerro homónimo, en Chile, en 1954 y a 5.200 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo nuestros Niños son

“Nuestro sistema de conservación es producto de científicos salteños” STAFF

Coordinadora: Carmen Petrini

EL MAAM y la gente El Museo, desde 2004 hasta hoy, ha recibido un millón de visitantes. En temporada pico se registran 3.000 por día. Las visitas pueden ser guiadas o bien personales con el uso de autoguías impresas en español, francés e inglés. Además hay guías especiales para las escuelas de toda la provincia. El Programa “El MAAM va a la escuela” permite llegar a los lugares más alejados y carenciados, llevando material didáctico y multimedia a cada institución que lo pida. El diseñador del sistema de las cápsulas de criopreservación de Los Niños, el ingeniero industrial salteño Mario Bernasky, descendiente de una dinastía de técnicos en refrigeración, se refirió al revolucionario engranaje que mantiene incólumes a Los Niños.“Era un desafío para los científicos salteños. Estas momias son únicas por el estado de conservación en que están. Mi padre se integró al proyecto en 2001 y yo, como estudiante, seguí el caso de cerca. Me incorporé formalmente en 2003. Para crear este sistema tuvimos que viajar a Perú y a Italia, donde había casos parecidos. También fuimos a ver al ‘Niño de Plomo’ en Chile, descubierto en 1954. Este había comenzado a tener variaciones de peso y color después de 50 años. Nos costó, al principio, que nos dieran información, pero finalmente lo logramos. La fortaleza de nuestro diseño se basa en que escuchamos, vimos, aprendimos, adoptamos cosas bien hechas y corregimos las que creíamos que no andaban bien. Hoy sabemos que nuestro sistema es referente”. La construcción de las cápsulas de criopreservación estuvo a cargo del Invap.

Diseño y diagramación Marcelo Gauna

Corrección: María de los Angeles Rojas

Edición fotográfica: Oscar Guaymás

Fotografía y video: Federico Medaa y Pablo Yapura


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