Últimamente el nombre de Karina suena en varias noticias. Su cargo fue ascendido a rango ministerial, ella se encargó de echar a Zago de la jefatura de bloque de Diputados y, de esta manera, romper el espacio y hasta se le adjudica ser la autora del fin del romance entre Fátima Flores y el Presidente.

Karina es un personaje misterioso, una suerte de López Rega del Siglo XXI. Estudiando lo que se sabe y se dice de ella, nunca se termina de entender si es un genio político y comunicacional que entendió todo, o una delirante en el momento y en el lugar correcto.

De vender tortas por internet a tomar el poder

Del personaje en cuestión se sabe muy poco. Pongámonos al día: Karina Elizabeth Milei tiene 50 años, estudió Relaciones Públicas en la UADE, hizo cursos de pastelería, tuvo una gomería, pinta cuadros decorativos con la técnica de bricolaje y tiene un vínculo indisoluble con su hermano Javier, el Presidente. Tal es así, que no se puede separar la biografía de Javier de la de Karina. Cuando él quiso ser estrella de rock, su hermana era la principal groupie de la banda y los ayudaba a organizar fechas, cuando su hermano fue arquero de chacarita, iba a alentarlo y lo acompañaba a los entrenamientos y desde que es economista mesiánico/ panelista/ dirigente de extrema derecha, ella es la jefa de comunicación, campaña, la organizadora y la articuladora del armado nacional.

“Me echaron del espacio porque Karina tiró las cartas del Tarot y salió que yo era un traidor”, dijo un fundado libertario en off al periodista Juan Luis González, autor de “el Loco”, la biografía no autorizada de Javier Milei.

González retrata en su best seller el costado místico de Karina. Ella se vincula con la médium que habla con Conan, el perro muerto que Milei clonó. La misma medium dijo que pudo hablar con el covid y con el dengue. Realmente estamos viviendo momentos extraños.

Entre sus hits comunicacionales, Karina se anotó la marca registrada de Javier Milei, el León. Todo es idea de ella. La canción de la renga, la campera de cuero, el look rockero, la épica de los actos. Evidentemente algo entiende, algo vió que nosotros no. Mientras el resto veíamos anonadados como Milei cantaba La Renga a capela, tratando de no morir de cringe, un sentido de pertenencia profundo se estaba gestando.

Joseph Karina

Karina mandó al gulag a los pibes libertarios. Youtuber de ultra derecha como “El Presto” y agitadores digitales que acompañaron a Milei desde el principio y que se referenciaron también en la figura de Carlos Maslatón, tienen un muy mal concepto de “El Jefe”, como gusta decirle a su hermano.

Luego del primer cimbronazo electoral en las legislativas del 2021, en el que Milei sacó 17% en Capital Federal, Karina se dedicó a sacarle cualquier atisbo movimientista a los libertarios y estructurar una implacable burocracia alrededor de su persona. Los personajes que la acompañaban son y siempre fueron descartables. Sebastián Pareja, Carlos Kikuchi y otros, eran nombres que iban y venían al antojo de Karina, pero desde ese momento quedó completamente claro que todas las decisiones, desde las más mínimas hasta las más trascendentales, pasaban por el Jefe.

Ahora es, ni más ni menos, la jefa de La Libertad Avanza. El espacio nacional que están construyendo los libertarios para dejar de depender del armado nacional del PRO y poder competir en mejores condiciones en las legislativas del 2025.

Probablemente esta tarea, la del armado de un partido nacional, sea la más estratégica para el Gobierno. Luego de los frenos parlamentarios a la Ley Ómnibus y al DNU, Milei cambió de táctica. “Los vamos a aplastar en el 2025 y todas las leyes que no puedo sacar ahora, las voy a sacar el año que viene”. Antes era darle la espalda al Congreso y escrachar a los Diputados para meterles miedo. Ahora, es ir por dentro de las instituciones, amparados en la convicción de que la sociedad los sigue acompañando.

Karina, “el Jefe”, sigue siendo una clave fundamental para entender este nuevo fenómeno bizarro e inédito que ocupa la Casa Rosada. Por lo pronto, aún no sabemos si entendió todo o simplemente es una expresión de la decadencia de la política.