Como Entender La Profecia

CÓMO
ENTENDER LA
PROFECÍA
CÓMO ENTENDER LA
PROFECÍA
Esta publicación no es para la venta. Es un material

educativo gratuito producido por la Iglesia de Dios, una
Asociación Mundial.
© 2020 Iglesia de Dios, una Asociación Mundial

Salvo indicación contraria, las citas bíblicas son de la
versión Reina-Valera, revisión de 1960.
Autor: Paul Luecke

Equipo de revisión doctrinal: Peter Hawkins, Jack Hendren, Don Henson,
Harold Rhodes, Paul Suckling
Revisiones editoriales: Mike Bennett, Clyde Kilough, David Treybig
Comité doctrinal: John Foster, Bruce Gore, Don Henson, Doug Johnson,
Larry Neff
Revisión de texto: Becky Bennett
Diseño: David Hicks
Contenidos
Capítulo 1 La revelación de Dios —la Biblia 7
Capítulo 2 El cuadro completo de la profecía 11
Capítulo 3 Identidad actual de naciones y 17
potencias proféticas
Simbolismo en la profecía 21
Cuarta bestia: el Imperio Romano y sus 26
diez resurrecciones
La marca de la bestia 30
¿Quién es el falso profeta? 34
Capítulo 4 El esquema de los siete sellos 39

“El día del Señor” en Apocalipsis 1:10 40
Paralelos entre Mateo 24 y 41
Apocalipsis 6
La Gran tribulación 43
¿Qué es la “abominación desoladora”? 45
¿Quiénes son los “dos testigos”? 47
Séptimo sello: el día del Señor 50
Capítulo 5 Un maravilloso mundo nuevo 53

Capítulo 6 Profecía, las fiestas santas y el 67
plan de Dios
4 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

LA PROFECÍA Y USTED
Las noticias actuales y predicciones para nuestro futuro generalmente
no son optimistas. Sin embargo, la profecía bíblica revela que viene
un tiempo mejor y nos muestra qué deberíamos estar haciendo en el
entretanto.
Profecía: vaticinio o predicción de lo que sucederá en el futuro.

Si usted es como la mayoría de las personas, le fascina la idea
de viajar en el tiempo y conocer el futuro.
Pero ¿es posible hacerlo? ¿Existe alguien que pueda ver el futu-
ro y predecir con certeza lo que sucederá?
La respuesta es sí, existe Alguien que puede, y ese Alguien nos
ha revelado eventos cruciales del futuro.
En este folleto usted descubrirá que el futuro de la humanidad
ha sido revelado, y es mucho más hermoso y alentador de lo que
cualquiera podría imaginar. Sin embargo, antes de que ese ma-
ravilloso mundo nuevo llegue, una oscura tormenta se avecina.
La profecía bíblica revela con detalle muchos de los eventos
que sucederán en el futuro. Y Dios no sólo nos dice qué ocurrirá,
sino también por qué. Nos explica por qué vendrán tiempos difí-
ciles y la razón por la cual es necesario que vengan.
También nos revela por qué más tarde el mundo será un lugar
tan maravilloso. Su palabra profética nos asegura que Él tiene la
solución para todos los problemas de la humanidad —incluyen-
do sus problemas personales.
Creemos que explorar estas profecías no sólo le parecerá inte-
resante e informativo, sino que lo motivará a hacer cambios en
su vida.
¿Qué nos depara el futuro y cómo puede usted prepararse para
lo que vendrá?
VidaEsperanzayVerdad.org 5
CAPÍTULO 1
La revelación de Dios:
la Biblia
“…nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que
los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21).
E l primer paso para entender la profecía bíblica es comprobar

que Dios existe y que la Biblia es su Palabra inspirada.
Si ponemos en duda la existencia de un Dios creador o la vali-
dez de la Biblia, no tenemos mucha razón para confiar en sus pro-
fecías. Pero cuando estamos seguros de que Dios existe, podemos
comenzar desde esa base, entendiendo que Dios nos ha revelado
todo lo que quiere que sepamos en su Palabra —la Biblia.
El propósito de esta publicación no es comprobar la existencia
de Dios o la autoridad de la Biblia, pero le invitamos a descargar
otras dos publicaciones gratuitas donde tocamos estos temas:
¿Existe Dios? y ¿Es cierta la Biblia?
Profecía cumplida
“…yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí,
que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad
lo que aún no era hecho” (Isaías 46:9-10).
La Palabra de Dios incluye cientos de profecías. Si bien la mayo-
ría de ellas se refiere al futuro, hay algunas que ya se han cumplido
tal como estaba escrito. Estas profecías cumplidas son una prueba
concluyente de que Dios puede predecir el futuro con certeza, y
de hecho lo hace.
Veamos sólo algunos ejemplos de profecías bíblicas cumplidas:
• A través de Jeremías, Dios predijo que los judíos estarían cau-
tivos en Babilonia durante 70 años. Luego Babilonia sería ven-
cida y los judíos liberados para volver a su tierra y reconstruir
el templo. Todo esto sucedió tal como Dios lo dijo (Jeremías
25:11-12).
• Dios no sólo predijo cuándo sería conquistada Babilonia, sino
también cómo. ¡Incluso dio a conocer el nombre de rey persa
que lo haría!
“…que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo
quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás
fundado” (Isaías 44:28).
Isaías vivió aproximadamente 200 años antes de que Ciro
naciera, y mucho antes de que Babilonia se convirtiera en
una potencia mundial, conquistara Judea y llevara cautivos a
los judíos. En el capítulo 45, versículos 1-2, leemos: “Así dice
el Eterno a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano
derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos
de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se
cerrarán: Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torci-
dos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré
pedazos”.
Según los historiadores, cuando Ciro tomó la ciudad de
Babilonia, entró por sus puertas de noche y la conquistó sin
mucha resistencia, exactamente como Dios lo había predi-
cho. Vea nuestro artículo en línea “La caída de Babilonia”
para más detalles.
Luego, Esdras 1:1-5 registra el decreto con el que el rey de
Persia animó a los judíos a volver a su tierra y reconstruir el
templo. ¿El nombre de ese rey? Ciro. Exactamente como Dios
profetizó.

• En el Antiguo Testamento, Dios a través de sus profetas anun-
ció no sólo la venida del Mesías, sino también muchos detalles
sobre su nacimiento, vida, ministerio y muerte. Estas profecías
(demasiadas como para enumerarlas aquí), escritas varios si-
glos antes, se cumplieron con una precisión increíble.
Como dice 2 Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por
Dios”. Solo Dios pudo haber inspirado a los profetas del Antiguo
Testamento a escribir estas cosas; y solo Dios pudo haber hecho
que se cumplieran. Por eso la profecía bíblica es realmente la úni-
ca fuente confiable para conocer el futuro.
CAPÍTULO 2
El cuadro completo
de la profecía
Antes de intentar comprender los detalles de las profecías, es
muy útil comenzar con un resumen del cuadro completo.
¿A lguna vez ha armado un rompecabezas? Generalmente vie-

nen en una caja con la imagen del rompecabezas armado,
a la que acudimos constantemente buscando pistas de dónde va
cada pieza. Las profecías que encontramos a lo largo de la Biblia
son como esas piezas de rompecabezas. Para saber dónde encaja
cada una, necesitamos conocer la imagen completa.
Veamos entonces un resumen del cuadro completo de la profe-
cía bíblica:
• La humanidad está separada de Dios, pero Dios restaurará
esa relación.
Cuando Adán y Eva rechazaron a Dios y decidieron creerle a
Satanás, Dios los expulsó del jardín de Edén. Así, los primeros se-
Foto: iStockphoto.com
res humanos no sólo fueron apartados de la presencia del Crea-

dor, sino que además perdieron el acceso al árbol de la vida, que
simbolizaba su potencial de recibir la vida eterna.
Desde entonces, todos sus descendientes han vivido en un
mundo alejado de Dios, y han muerto. La muerte es la consecuen-
cia del pecado (Génesis 2:17; Romanos 6:23; 3:23).
Sin embargo, Dios revela claramente que tiene un plan para
restaurar esa cercana relación con la humanidad que se dañó en
el jardín de Edén.
• Satanás es el dios y gobernante de este mundo.
La Biblia dice que Satanás es el “dios de este siglo” (2 Corintios
4:4). Un aspecto importante de las profecías del tiempo del fin
es la sucesión de eventos con los que Dios quitará y remplazará
a Satanás como rey de este mundo.
• Cristo vino por primera vez para hacer posible nuestra sal-
vación y prepararse para remplazar a Satanás como rey de
este mundo.
Cristo vino para dar su vida y así salvar a toda la humanidad
de la muerte eterna, abriendo la posibilidad de que recibamos
vida eterna (Romanos 3:23; 6:23; Hebreos 9:22, 27-28). El pri-

mer hombre, Adán, no fue capaz de rechazar a Satanás. Pero
Jesús (en carne y hueso) vino a la Tierra como “el postrer Adán”
(1 Corintios 15:45-47), venció a Satanás (Mateo 4:1-11) y pron-
to lo remplazará como rey de este mundo.
• Cristo regresará para quitarle a Satanás el dominio del mun-
do y establecer su Reino sobre la Tierra.
• La transición desde esta era, dominada por Satanás, al reina-
do de Jesucristo en la Tierra será turbulenta y difícil. La mayo-
ría de las profecías del tiempo del fin se refiere a este proceso.
Cuando Cristo regrese, expulsará a Satanás y sus demonios a
un lugar donde por mil años no podrán influenciar a los seres
humanos (Apocalipsis 20:1-3). Éste es el período que conoce-
mos como el Milenio (mil años).
Quienes sobrevivan a los eventos del tiempo del fin y en-
tren vivos al Milenio disfrutarán del gobierno de Dios con
Jesucristo como rey de la Tierra y ya no estarán separados
del Creador ni del árbol de la vida. Todos los seres humanos
tendrán acceso al Espíritu de Dios (Apocalipsis 2:7; 22:14;
Ezequiel 36:27).
• Las “primicias” de Dios serán transformadas a seres espiri-
tuales y le ayudarán a Cristo a gobernar el mundo.
En la agricultura, el término primicias se refiere al producto
inicial de una cosecha. En las Escrituras, este concepto describe
a las primeras personas que recibirán la inmortalidad y un lu-
gar en el Reino de Dios cuando Cristo regrese. Desde el tiempo
de Adán y Eva, la mayoría de la humanidad ha permanecido
lejos de Dios. Pero a través de la historia, Él ha elegido a unos
pocos para ser las “primicias” de su Reino (Santiago 1:18; Apo-
calipsis 14:4).
Éstas son personas llamadas por Dios para apartarse de los
caminos del mundo, que se han arrepentido de sus pecados,
han entregado sus vidas en obediencia a Dios y han recibido
el Espíritu Santo como “las arras de nuestra herencia” —la vida
eterna (Efesios 1:13-14).
Cuando Jesucristo regrese, estas “primicias” (quienes murie-
ron siendo fieles y los fieles que sigan con vida hasta su segun-
da venida) serán resucitados o transformados en seres espiri-
tuales (1 Corintios 15:50-53). Quienes participen en esta trans-
formación ayudarán a Jesucristo a administrar el gobierno de
Dios en la Tierra (Apocalipsis 1:5-6; 5:8-10; 20:4).
• Dios les dará a todos una oportunidad justa de entrar en su
familia espiritual eterna.
¿Qué pasará con la mayoría de los seres humanos que han
existido? ¿Están todos condenados a permanecer muertos por
siempre?
¡No! El plan maestro de Dios es darles la misma oportunidad
que les habrá dado a todos los humanos del Milenio: la opor-
tunidad de arrepentirse, obedecerle, recibir el Espíritu Santo
y finalmente ser transformados a seres inmortales como otros
antes que ellos lo habrán sido.
Pero ¿cómo recibirán esta oportunidad todas esas personas?
Luego del Milenio, habrá otra resurrección de los muertos, lla-
mada la “segunda resurrección” (Apocalipsis 20:5, 12; la prime-

ra frase del versículo 5 es un paréntesis insertado en la descrip-
ción de la primera resurrección).
En esta resurrección, todos los seres humanos que hayan vi-
vido y muerto antes del regreso de Cristo volverán a la vida.
El cuadro completo
Una vez que entendemos el plan de Dios, podemos ver que la
profecía y la salvación no son temas separados. A fin de cuentas, to-
das las profecías, de una u otra forma, hablan acerca de la salvación.
Todas las profecías acerca del tiempo del fin describen el plan
de Dios para sacar a Satanás del gobierno del mundo, establecer el
reinado de Cristo en la Tierra y ofrecer la salvación (vida eterna) a
todos los seres humanos.
Otro término para describir el plan de Dios es “el evangelio”, que
significa “buenas noticias”. Todas las profecías del tiempo del fin
apuntan a las buenas noticias del maravilloso plan de Dios para la
humanidad.
Ése es el cuadro completo. Así que, con esto en mente, comence-
mos a estudiar algunos componentes específicos e importantes de
la profecía que nos ayudarán a comprender sus detalles.
CAPÍTULO 3
Identidad actual de naciones

y potencias proféticas
Muchas profecías bíblicas se refieren a una o más naciones, pero
varias de sus ubicaciones y nombres han cambiado a través el tiempo.
¿Podemos identificar a estas naciones proféticas en la actualidad?
A nalicemos a los mayores actores de las profecías del tiempo

del fin:
El antiguo y moderno Israel

Para comprender el futuro, necesitamos empezar con un poco
de historia.
Dios decidió comenzar a trabajar con una sola nación para
llevar a cabo su gran plan. Esa nación a su vez comenzó con un
hombre, Abraham, y sus descendientes Isaac, Jacob (cuyo nombre
Dios cambió por “Israel” en Génesis 35:9-10) y los 12 hijos de Is-
rael, cuyas familias se convirtieron en las 12 tribus de Israel.
La familia de Israel se mudó a Egipto, donde sirvieron como escla-
vos por varios siglos. Pero Dios eventualmente los rescató, estableció
un pacto (acuerdo) con ellos y los introdujo en la Tierra Prometida.
Durante los siglos siguientes, Israel constantemente prefirió se-
guir las costumbres religiosas de sus vecinos paganos que seguir la
ley de Dios. Finalmente, su deslealtad fue tan descarada que Dios
los expulsó de la Tierra Prometida.
En el año 721 a.C. los poderosos asirios conquistaron a las 10
tribus de Israel del norte y llevaron a los sobrevivientes cautivos a
miles de kilómetros de ahí.
Las tribus del sur, Judá, Leví y parte de Benjamín, permanecie-
ron en su territorio hasta que los Babilonios los llevaron cautivos
en varias etapas de deportación que culminaron en el año 586 a.C.
Más tarde, algunos judíos volvieron a Judea, pero otros permane-
cieron dispersos.
Los judíos nunca perdieron su identidad. Pero no fue sino hasta
el siglo XX que volvieron a existir como una nación soberana. En
1948, fueron reconocidos como un país bajo el nombre de Israel.
Debido a esto, muchas personas piensan equivocadamente que
el “Israel” de las profecías bíblicas es el país de Israel actual. Sin
embargo, el pueblo de Israel de la Biblia estaba formado por 12
tribus, de las cuales Judá (los judíos) es sólo una.
¿Qué sucedió entonces con las otras tribus de Israel? Identificar-
las es fundamental para entender la profecía bíblica.
Las 10 tribus perdidas

Aproximadamente 100 años después de conquistar a las 10 tri-
bus del norte, el Imperio Asirio se debilitó y cayó. Los israelitas
cautivos, sin embargo, no volvieron a su tierra de origen como
muchos judíos lo hicieron décadas después.
Dios había determinado que todas las tribus de Israel sobrevivi-
rían, pero debido a su terrible ejemplo de desobediencia y profana-
ción de los días santos, su identidad se perdería a los ojos del mundo.
El tiempo pasó y los israelitas deambularon y migraron, perdi-
dos para el mundo, pero no para Dios.
En Amós 9:9, Dios describe esta pérdida de identidad, pero tam-
bién promete que Él no olvidaría su existencia: “Porque he aquí
yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas
las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un
granito en la tierra”.
Durante los siglos siguientes, los israelitas migraron en direc-

Los
ción noroeste hacia Europa y se convirtieron en muchos
descendientes
de los pueblos que habitan ese territorio actualmente. de las 10 tribus
Sus idiomas cambiaron y sus verdaderas identidades “perdidas”
quedaron en el olvido. emigraron
Hasta el día de hoy, la mayoría habla de “las 10 tribus en dirección
noroeste
perdidas”. Pero ¿están perdidas para Dios? En Génesis
después de su
49:1, Dios reveló a través de Jacob que las supuestas tri- cautiverio en
bus perdidas seguirían existiendo en “los días finales” Asiria.
(Reina Valera Contemporánea), y dio algunas pistas
acerca de la naturaleza y ubicación de cada una de ellas.
Los descendientes de José, específicamente el linaje sus hijos
Efraín y Manasés, se convertirían en naciones acaudaladas y po-
derosas (vv. 22-26; consulte también Deuteronomio 33:13-17). No
obstante, las otras tribus también han gozado de bastante pros-
peridad durante “los días finales”, pues hay indicios de que ahora
se encuentran entre los países europeos de Francia, Irlanda, Ho-
landa, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo, Suecia, Suiza,
Noruega e Islandia.
¿Por qué los hijos de José recibieron más bendiciones que el res-
to? Porque Dios prometió que recibirían la herencia especial de la
primogenitura. La historia de cómo Dios les dio estas bendiciones
es maravillosa y fascinante, aunque demasiado larga para contar-
la aquí. Le animamos a descargar nuestro folleto gratuito Estados
Unidos, Gran Bretaña y la Mancomunidad en la profecía (dis-
ponible en VidaEsperanzayVerdad.org) para conocer la historia
completa, además de pruebas bíblicas e históricas que la respal-
dan. ¡Comprender esto es fundamental para entender la profecía!
En resumen, la profecía y la historia muestran que los descen-
dientes de Efraín se convirtieron en Gran Bretaña y la Mancomu-
nidad de naciones, mientras que los descendientes de Manases se
convirtieron en Estados Unidos.
Entonces, cuando se habla de “Israel” en las profecías del tiempo
del fin, en realidad la referencia es a Estados Unidos, Gran Bre-
taña, la Mancomunidad de naciones y otros países actuales que
descienden de las 12 tribus de Israel.
Además, dado que Dios cambió el nombre de Jacob por “Israel”,
las referencias proféticas a “Jacob” e “Israel” apuntan a las mismas
naciones actuales.
Asiria antigua y moderna

Asiria fue una de las máquinas de guerra más poderosas de la
historia, infame por su crueldad hacia sus conquistados. Muchos
asumen que, tras su declive y la caída de su capital, Nínive en el
año 612 a.C., los asirios desaparecieron. Pero Dios menciona espe-
cíficamente a Asiria en las profecías del tiempo del fin.
En Zacarías 10:10-11, donde se predice el rescate y regreso de los
israelitas dispersos, leemos: “yo los traeré de la tierra de Egipto, y
los recogeré de Asiria… y la soberbia de Asiria será derribada, y se
perderá el cetro de Egipto” (énfasis añadido).
Lo interesante de esta profecía es que fue hecha casi dos siglos
después de la cautividad de Israel en Asiria, y casi un siglo después
de la caída de los asirios. En otras palabras, Dios claramente ha
preservado la identidad de esta antigua nación.
Dualidad profética
Asiria también ejemplifica un principio de la profecía llamado
dualidad. A veces, una profecía ya cumplida puede tener un se-
gundo cumplimiento en el futuro.
A través del profeta Isaías, Dios reveló que usaría a Asiria para
castigar a la “nación pérfida” de Israel (Isaías 10:5-6), y así lo hizo.

Pero Isaías también revela que Asiria será vencida por un poder
sobrenatural (“no de hombre”) en el día del Señor, poco antes del
regreso de Jesucristo:
“Porque Asiria que hirió con vara, con la voz del Eterno será
quebrantada” (Isaías 30:31).
“Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus
ídolos de oro… Entonces caerá Asiria por espada no de varón, y la
Simbolismo en la profecía
Así como a veces usamos metáforas, Dios a menudo usa imá-
genes o símbolos en sus profecías para mostrar algo sobre la
naturaleza de una persona, nación, entidad o evento.
Cristo es descrito como un “Cordero” (Apocalipsis 5:6), por
ejemplo, mientras que Satanás es descrito como un “dragón”
(Apocalipsis 12:9). Los ángeles son representados con “estre-
llas” (Apocalipsis 12:4), la Iglesia de Dios con una “mujer” pura
(Apocalipsis 12:13), y la iglesia falsa con una mujer pecaminosa
e inmoral (Apocalipsis 17:1-6).
También los colores y la ropa tienen significados especiales.
Las ropas blancas representan justicia, el color escarlata represen-
ta el pecado, y el púrpura representa riquezas, realeza o poder.
Una “bestia” en las profecías bíblicas a menudo simboliza un
reino o gobierno gentil. Este término puede referirse al reino
mismo o a su líder humano (Daniel 7:17, 23). También los “cuer-
nos” representan reinos o a sus líderes, como símbolos de poder
y algo que temer.
Otro símbolo de un gobierno son las montañas, mientras que
las aguas y los mares ilustran poblaciones humanas o multitudes
de gente sobre la Tierra (Apocalipsis 17:1). Además, comparar
una nación con un animal alado, por ejemplo, ilustra su veloci-
dad para conquistar.
Hay excepciones, por supuesto, pero el contexto a menudo
esclarece los significados, y la Biblia generalmente interpreta sus
propios símbolos.
consumirá espada no de hombre” (Isaías 31:7-8, énfasis añadido).
La antigua nación de Asiria no existe en la actualidad, y las tie-
rras que los asirios habitaban ahora corresponden a los países de
Irán, Irak, Siria y el Líbano. Entonces ¿cuál es la Asiria del tiempo
del fin sobre la que habla Dios?
La identidad de esta nación es más difícil de encontrar, pero a la
luz de otras profecías (cumplidas y por cumplirse), encontramos
algunas pruebas circunstanciales que nos ayudan a atar cabos.
Hace aproximadamente 2.000 años, los germani (término usado
por los romanos que significa “hombres de guerra”) se instalaron
en Europa. ¿De dónde vinieron? Algunos historiadores trazan sus
orígenes a las cercanías de las Montañas del Cáucaso y los mares
Negro y Caspio (Smith’s Classical Dictionary [Diccionario clásico
de Smith], p. 361), áreas aledañas de la antigua Asiria.
Como veremos más adelante, la Biblia profetiza una futura re-
surrección del Imperio Romano para convertirse en una super-
potencia mundial. Este nuevo poder se describe como el sucesor
de las dos civilizaciones que históricamente conquistaron a los
descendientes de Jacob: Asiria y Babilonia. El nuevo “Imperio Ro-
mano” será una potencia europea instrumental para destruir a los
países que conforman al Israel moderno.
Una de las principales naciones que ha impulsado a Europa a
través de la historia es Alemania. Tan solo durante el siglo pasa-
do, Alemania fue el centro de dos guerras mundiales en las que se
intentó destruir a los descendientes modernos de Israel. Y luego,
gracias a la ayuda sin precedentes de Estados Unidos, Alemania
reemergió como la nación más poderosa de Europa y una fuerza
impulsadora de la unión de los países europeos para formar una
potencia política y económica.
Solo el tiempo lo dirá con certeza, pero la Biblia es clara acerca
de la existencia de una Asiria moderna, y creemos que la eviden-
cia apunta hacia los pueblos germanos de la actual Europa.
Cuatro imperios de Daniel

Mientas las tribus de Israel del sur (en conjunto llamadas “Judá”)
eran esclavas en Babilonia, Dios le reveló a Daniel una secuencia

de cuatro grandes imperios no israelitas que prepararían el esce-
nario para las fuerzas que conducirán al fin de esta era.
Estos imperios, que surgieron y cayeron después del tiempo de
Daniel, son otro ejemplo de profecías que se cumplieron precisa-
mente como Dios lo dijo.
La primera revelación se encuentra en Daniel 2. El rey Nabuco-
donosor se había estado preguntando qué sucedería en el futuro
(v. 29), y Dios le envió un desconcertante sueño acerca de una gran
estatua. Además, le dio a Daniel entendimiento para interpretar
su significado.
La estatua representaba naciones que reinarían con el espíritu
de Babilonia, usando la brutalidad y la violencia para dominar
pueblos. Comenzando de arriba hacia abajo, para representar el
paso del tiempo, la cabeza de oro simbolizaba a Nabucodonosor y
el Imperio Babilónico (vv. 37-38).
El pecho y los brazos de plata correspondían al imperio que
venció a Babilonia: Persia (v. 39).
El tronco y los muslos de bronce representaban al Imperio Gre-
co-Macedonio que conquistó a Persia (v. 39).
Luego el Imperio Romano, que conquistó a los greco-macedo-
nios, representado por las dos piernas de hierro que ilustran su
eventual división: el imperio de oriente con sede en Constantino-
pla, y el imperio de occidente en Roma.
Finalmente, los pies representaban eventos futuros: un renova-
do Imperio Romano que surgirá en el tiempo del fin como una
confederación de entidades políticas y religiosas que no estarán
unificadas del todo (mezcla de barro con hierro). Los dedos de los
pies representan a diez naciones o grupos de naciones que confor-
marán este imperio cuando Jesucristo regrese (vv. 34-35, 41-45).
Dios nuevamente le reveló a Daniel la futura existencia de estos
imperios en Daniel 7:1-8, pero esta vez en la forma de animales o
“bestias”, ilustrando la naturaleza de cada imperio.
Tal como en Daniel 2, el primer imperio es Babilonia, cuyo pri-
mer y más importante rey fue Nabucodonosor (v. 4).
En segundo lugar, Persia (actualmente centrado en el país de
Irán), que conquistó Babilonia en el año 539 a.C. (v. 5).
En tercer lugar, el imperio (v. 6) bajo Alejandro el Grande, que
conquistó Persia en el año 333 a.C. Tras la muerte de Alejando, el
Imperio Greco-Macedonio se dividió en cuatro, como ilustran las
cuatro cabezas del leopardo. En Daniel 11, Daniel profetizó que
esto (y muchos otros detalles históricos) sucedería.
Luego el Imperio Greco-Macedonio fue conquistado por un
reino temible, el Imperio Romano, que surgió en el primer siglo
a.C. Dios también reveló que este último y poderoso reino aún
existiría en el tiempo del fin. Pero ¿cómo es posible si el Imperio
Romano cayó en el año 476 d.C.? La respuesta es que el Imperio
Romano reviviría (o resucitaría) no sólo una, sino diez veces, re-
presentadas por los 10 cuernos de Daniel 7:7.
Los primeros tres cuernos existieron con traslapes en la historia,
mientras que los últimos siete son más consecutivos en sus surgi-
mientos y caídas. (Vea el cuadro “Cuarta bestia: el Imperio Roma-

no y sus diez resurrecciones”.) Hasta este momento, nueve de las
resurrecciones del Imperio Romano ya han ocurrido, y queda una
por ocurrir. Cuando ésta surja, se convertirá en una gran poten-
cia y uno de los actores principales en los eventos finales de este
mundo, oponiéndose y luchando contra Jesucristo cuando regrese
(Apocalipsis 17:12-14).
Cristo luego destruirá a este imperio y establecerá el Reino de
Dios en la Tierra, un evento ilustrado por la roca cortada sobrena-
turalmente de Daniel 2:34-35, 44-45.
¿Cuáles son las nueve resurrecciones del Imperio Romano que
ya ocurrieron? Si bien algunos aspectos de los cumplimientos pro-
féticos pueden ser inciertos, el recuento más claro que poseemos
proviene de la historia.
Próximamente: el Imperio Romano

Cuando Jesucristo nació, hace aproximadamente 2000 años,
Babilonia, Persia y Grecia ya habían surgido y caído. Él vivió en
CUARTA BESTIA: EL IMPERIO ROMANO Y SUS DIEZ RESURRECCIONES
“La cuarta bestia será un cuarto reino
en la tierra, el cual será diferente de to-
dos los otros reinos, y a toda la tierra de-
vorará, trillará y despedazará. Y los diez El Imperio Romano comenzó cerca del
cuernos significan que de aquel reino se año 31 a.C. y cayó en el año 476 d.C.
levantarán diez reyes” (Daniel 7:23-24).
Los diez cuernos son diez resurrec-
ciones de este imperio posteriores a su
muerte inicial.
Cuerno Cumplimiento
1er cuerno/ Los vándalos
Estas tres primeras resu- resurrección (aproximadamente 429-533 d.C.).
rrecciones fueron some- 2do cuerno/ Los hérulos
tidas por el papado (el resurrección (aproximadamente 476-493 d.C.).
cuerno “pequeño” de Da-
niel 7:8, 24). 3er cuerno/ Los ostrogodos
resurrección (aproximadamente 493-554 d.C.).
Comenzó en el año 554 con el programa
Recuperatio Imperii del Imperio Romano
4to cuerno/ bajo el emperador Justiniano, quien re-
resurrección instauró el cristianismo como la religión
oficial del estado.
Comenzó en el año 774. El rey franco
5to cuerno/ Carlomagno fue coronado por el papa
resurrección en el año 800 como emperador del
Imperio Romano.
El rey germano Otón el Grande fue co-

6to cuerno/ ronado por el papa en el año 962 como
resurrección emperador del Sacro Imperio Romano.
Las últimas siete resu-
rrecciones tienen una Carlos V fue coronado rey de Alemania
relación cooperativa con 7mo cuerno/ en 1520, y luego coronado por el papa
el papado o la religión resurrección como emperador del Sacro Imperio
oficial del estado, bajo Romano en 1530.
un acuerdo que ayuda
a unificar el imperio. En En 1804, en Notre Dame, Paris,
Apocalipsis 17:1-6 estas Napoleón Bonaparte puso una corona
8vo cuerno/ de laurel sobre su cabeza y luego le
siete resurrecciones se resurrección
ilustran con una bestia de quitó la corona de Carlomagno al papa
siete cabezas para coronarse a sí mismo.
Comenzó con la reunificación de Italia

bajo Garibaldi en 1870, culminó en la
9no cuerno/
creación del eje Roma-Berlín entre Hitler
resurrección
y Mussolini (1936) y terminó con la
derrota del Eje en 1945.
10mo Próxima resurrección del Sacro Imperio

cuerno/ Romano como una confederación de
resurrección diez gobernantes o reinos.

el contexto del Imperio Romano, la cuarta bestia de Daniel 7.
Seis décadas después de su muerte, Jesús le dio al apóstol Juan
visiones que revelaban más detalles acerca de ese poderoso im-
perio (Apocalipsis 1:1).
Apocalipsis presenta otras “bestias” con imágenes gráficas
que revelan detalles acerca de la potencia mundial que surgirá
en el tiempo del fin. Cada representación resalta un aspecto di-
ferente de la futura y última resurrección del Imperio Romano.
Primera bestia de Apocalipsis: el Imperio Romano

Apocalipsis 13:1-10 describe a una bestia con siete cabezas y
diez cuernos. No es coincidencia que las cabezas del versículo 2
parezcan familiares, pues son las mismas reveladas siglos antes en
Daniel 7.
Las siete cabezas ilustran cómo el Imperio Romano absorbió
todos los imperios anteriores (Babilonia y Persia, con una cabeza
cada uno, Grecia, con cuatro cabezas, y el Imperio Romano con
una cabeza), así como la característica más dominante de cada uno
de ellos. El versículo 2 también muestra que fue Satanás quien le
dio poder al Imperio Romano para alcanzar sus ambiciones.
El Imperio Romano se extendió hasta el año 476 d.C. y después
colapsó. Luego revivió (v. 3) —los diez cuernos ilustran diez resu-
rrecciones del Imperio Romano, que constituyeron grandes po-
tencias políticas y militares (v. 4).
Satanás usó la fuerza del Imperio Romano para perseguir y matar
a muchos santos de Dios (vv. 5-7). Pero Dios promete que esta poten-
cia no quedará impune indefinidamente. Se acerca el día cuando Él
vengará a su pueblo y las cosas cambiarán para la bestia (vv. 8-10).
Segunda bestia de Apocalipsis: un imperio religioso mundial

En su cuarta resurrección (554 d.C.), el Imperio Romano se alió
con la iglesia universal de Roma, convirtiéndose en el Sacro Im-
perio Romano. Con esto en mente, el significado de la segunda
“bestia” se esclarece.
“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuer-
nos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón”
(Apocalipsis 13:11, énfasis añadido).
Una “bestia” en la profecía representa a un gobierno gentil o a
su líder humano, por lo tanto, este versículo habla de un reino que
aparenta ser de Jesucristo (el Cordero).
Luego de que Cristo resucitara, los apóstoles le preguntaron si
establecería su reino en ese tiempo (Hechos 1:6), y Él nunca dijo
que su Iglesia sería su reino en la Tierra. Sin embargo, otra iglesia,
que se convirtió en un gobierno autónomo, sí afirmó ser el Reino
de Dios en la Tierra y ser dirigida directamente por Cristo a través
de su líder humano.
“Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de
ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la prime-
ra bestia, cuya herida mortal fue sanada” (Apocalipsis 13:12).
La “primera bestia” es el Imperio Romano (vv. 1-10). La segunda
es otro gobierno que dice ser de Jesucristo, pero ejerce el poder del
Imperio Romano. En ciertos períodos de la historia, esta iglesia tuvo
mucho poder en el Sacro Imperio Romano, y en otros, su poder se
debilitó. La relación entre estado e iglesia fue históricamente frágil.

Aún en la actualidad, esta iglesia es la única organización reli-
giosa del mudo cuya sede es una ciudad-estado soberano. El Papa
gobierna la ciudad del Vaticano como su líder supremo, con abso-
luto poder legislativo, ejecutivo y judicial.
La segunda bestia engañará a la gente con impresionantes mila-
gros (vv. 13-14). Y el versículo 14 revela que haría una imagen —un
modelo, copia o equivalente— del Imperio Romano (la primera
bestia, que murió y revivió). De hecho, la Iglesia Católica copió
la estructura gubernamental del Imperio Romano para formar su
propio gobierno.
El sitio web del Vaticano describe abiertamente este hecho en
detalle:
“La relación entre la antigua Roma y la Santa Sede va más allá
del uso común del latín. La ciudad de Roma, ‘el centro del mundo’,
se convirtió en el centro del cristianismo occidental. El Imperio
Romano fue el modelo de su estructura. El Papa, quien reside en
Roma, también es llamado Sumo Pontífice (Pontifex Maximus).
Este título, que puede encontrarse en documentos oficiales del Va-
ticano y en edificios de la Iglesia y el Vaticano a lo largo de Roma
(generalmente abreviado ‘Pont. Max.’), en realidad era el título ofi-
cial del líder del colegio de pontífices en la antigua Roma. Incluso
el famoso, y por supuesto no cristiano, Julio César tuvo el título de
Pontifex Maximus en Roma. También se puede notar la similitud
entre el colegio de pontífices del Imperio Romano y el colegio de
cardinales del Vaticano, que se encarga de elegir al Papa.
“También la estructura organizativa de la Iglesia y su sede en Ci-
ttà del Vaticano (ciudad del Vaticano) se construye sobre modelos
de la antigua Roma. En la tradición católica romana, las referen-
cias territoriales se dividen en provincias, diócesis y parroquias.
Esas divisiones y subdivisiones de grandes áreas, distritos y vecin-
darios que la Iglesia aún usa, son las que se usaban en la antigua
Roma con propósitos seculares” (Vatican.com, “The Roman Empi-
re and the Vatican” [“El Imperio Romano y el Vaticano”]).
En el pasado, la iglesia efectivamente se convirtió en un reinado
mundial eclesiástico, y forzó a todos sus gobernados a cooperar y
rendirle homenaje o sufrir las temibles consecuencias (v. 15).
La marca de la bestia
Uno de los aspectos más intrigantes acerca del poder de este
imperio es lo que se conoce como la marca de la bestia, descrita
en Apocalipsis 13:16-17: “Y hacía que a todos [cuando surja la dé-
cima resurrección del Sacro Imperio Romano], pequeños y gran-
des, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en
la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar
ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o
el número de su nombre”.
El versículo 18 expande más acerca de este número: “Aquí hay
sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bes-
tia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta
y seis”. Apocalipsis 14:11 añade la frase: “la marca de su nombre”.
¿Cuál es la marca de la bestia? ¿Cuál es su nombre y el número
de su nombre? Y ¿qué tiene que ver la mano derecha o la fren-
te de las personas con todo esto? Dada su importancia, la gente
comprensiblemente ha estado especulando durante siglos acer-
ca de la marca de la bestia, y han surgido innumerables teorías y
cálculos con respecto al “666”.
Por ejemplo, los números romanos y el idioma griego (idioma
original del Nuevo Testamento) asignan valores numéricos a cier-
tas letras del alfabeto (I, V, X, etcétera). Y, dado que la palabra tra-
ducida como “calcular” en la Apocalipsis 13:18 significa contar,
computar o sumar, se puede obtener el equivalente numérico de
algunos nombres “sumando” los valores de sus letras.
La palabra griega lateinos significa “hombre latino” u “hombre
de Latium”, región en la que se fundó Roma. Y, si sumamos los va-
lores numéricos de las letras en lateinos, obtenemos exactamente
666, lo que apunta a Roma (un gobierno) y su rey (un hombre). Al-
gunos también han calculado nombres antiguos como Nerón Cé-
sar, Romanus y romano, obteniendo 666. Y otros han relacionado
el número 666 con nombres modernos usando diferentes sistemas
de conteo en busca de la identidad de los personajes proféticos.

Sin embargo, muchos se confunden al leer Apocalipsis 13:16-
17. Note que esta escritura habla de recibir ya sea la marca, el
nombre, o el número del nombre de la bestia. Pero no dice que la
marca es el número de su nombre. Sabemos que el número 666
tiene relación con la bestia del tiempo del fin, pero por ahora na-
die puede decir a ciencia cierta cuál es esa relación.
Otro punto importante es que aceptar la marca (o señal) de la
bestia en “la mano derecha” o la “frente” representa nuestras ac-
ciones (realizadas con la mano) o creencias (alojadas en la mente).
Tanto el Imperio Romano como la iglesia romana les impusieron a
sus gobernados caminos contrarios a los mandamientos de Dios.
En el año 321 d.C., por ejemplo, el emperador romano Cons-
tantino estableció el domingo como día de descanso en todo el
Imperio. Luego, en el año 365 aproximadamente, el Sínodo de
Laodicea fue más allá, prohibiendo la observancia del sábado
bajo pena de muerte. La iglesia determinaba, y el estado imponía
(a menudo con torturas).
Este alejamiento de la ley de Dios fue otro cumplimiento de la
profecía de Daniel 7 acerca de la cuarta bestia y el único cuerno
diferente al resto:
“Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta
bestia… y del otro que le había salido… tenía ojos, y boca que
hablaba grandes cosas… Y veía yo que este cuerno hacía guerra
contra los santos, y los vencía… “Y hablará palabras contra el Al-
tísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cam-
biar los tiempos y la ley” (Daniel 7:19-21, 25, énfasis añadido).
Estas profecías se cumplirán de forma similar en el tiempo del
fin, pues Apocalipsis también dice que Satanás usará a un falso
líder religioso y un poderoso sistema político para poner a las
personas en contra de Dios. Aún no sabemos exactamente cómo
estos poderes surgirán y tomarán control del comercio, pero es
claro que habrá mucha presión para aceptar su autoridad, e inclu-
so buscar la aprobación del imperio.
Muchos ni siquiera verán que someterse al Sacro Imperio Ro-
mano del tiempo del fin —para poder comprar cosas, conservar
sus empleos o hacer negocios— requerirá de un alto precio: ¡des-
lealtad a Dios!
Aceptar la marca de la bestia claramente significará desobe-
decer a Dios. Quienes lo hagan y honren a la iglesia que estará
detrás, eventualmente serán juzgados: “Si alguno adora a la bes-
tia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él
también beberá del vino de la ira de Dios” (Apocalipsis 14:9-10).
Dos capítulos más adelante, Apocalipsis 16 describe cómo la
ira de Dios caerá sobre la Tierra, y la primera señal de ello será:
“una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían
la marca de la bestia, y que adoraban su imagen” (vv. 1-2). Cual-
quiera que sea la marca, distinguirá a quienes apoyen al Imperio
Romano, y será la iglesia asociada al imperio quien persuada a la
gente para aceptarla o sufrir las consecuencias.
Por otro lado, quienes permanezcan fieles a Dios serán recom-
pensados cuando Cristo regrese:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad
de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimo-
nio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado
a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus
frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años”
(Apocalipsis 20:4).
¿Qué identificará al pueblo de Dios que pasará por esta inmen-
sa prueba? “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan
los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12,
énfasis añadido).
Apocalipsis 17: la iglesia que cabalga al imperio

En Apocalipsis 17, Jesucristo utiliza otra imagen gráfica para
describir este acuerdo estado-iglesia e ilustra cómo una acauda-
lada iglesia (representada por una mujer, una “gran ramera”) con-

trolará la política y los asuntos del imperio y muchos países en el
tiempo del fin (vv. 1-2, 4, 15).
La bestia, cabalgada (controlada) por la mujer, tiene siete cabe-
zas (v. 3) que simbolizan las siete últimas resurrecciones del Impe-
rio Romano. También tiene diez cuernos que entrarán en escena
durante la resurrección final (décima) del Sacro Imperio Romano.
En el versículo 5, Babilonia inesperadamente vuelve a mencio-
narse en relación con la iglesia: “y en su frente un nombre escrito,
un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RA-
MERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”.
¿Qué conexión hay entre Babilonia y el Sacro Imperio Romano?
¿Por qué Jesucristo menciona a Babilonia en una profecía acerca
del sistema religioso del tiempo del fin? Porque las raíces cultura-
les y religiosas de la iglesia romana provienen ahí.
Babilonia es el clásico ejemplo de una civilización que se opuso
a Dios. El primer evento importante del que existe registro tras el
diluvio ocurrió en Babel, donde los humanos comenzaron a cons-
truir una gran torre con la actitud de desafiar a Dios. Dios intervi-
no confundiendo sus idiomas y los separó (Génesis 11:1-9), pero
ellos persistieron en su desobediencia.
Los antiguos dioses de Babilonia luego migraron a varias civili-
zaciones hasta llegar al Panteón romano. Los “misterios” religiosos
¿Quién es el falso profeta?
La profecía identifica a dos seres humanos que serán figuras
claves y poderosas en el tiempo del fin: la “bestia”, líder huma-
no de un nuevo Imperio Romano (también llamado “bestia”),
y el “falso profeta”, que es un título religioso. Varias profecías
describen a este líder religioso del Sacro Imperio Romano du-
rante su última resurrección.
“Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y
de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera
de ranas” (Apocalipsis 16:13, énfasis añadido).
Al falso profeta también se le llama “hombre de pecado”,
“hijo de perdición” e “inicuo” en 2 Tesalonicenses 2:
“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin
que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pe-
cado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra
todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se
sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por
Dios” (vv. 3-4, énfasis añadido).
“Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor
matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor
de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Sata-
nás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (vv. 8-9,
énfasis añadido).
Pero Cuando Cristo regrese, Él castigará a estos dos agentes
de Satanás con fuego:
“Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reuni-
dos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su
ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que
había hecho delante de ella las señales con las cuales había
engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían
adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de
un lago de fuego que arde con azufre” (Apocalipsis 19:19-20,
énfasis añadido).

de Babilonia, sus dioses y formas de adoración eran parte de la
vida en el imperio. Y es muy fácil identificar cómo estas costum-
bres, tradiciones y creencias se han integrado en las enseñanzas
del cristianismo moderno.
La frase “madre de las rameras” (Apocalipsis 17:5) además in-
dica que de esta iglesia salieron iglesias “hijas”. Casi todas las de-
nominaciones cristianas, desde las iglesias ortodoxas del este de
Europa hasta las muchas iglesias protestantes que surgieron de la
Reforma protestante, pueden trazar sus raíces a Roma. Y hasta el
día de hoy, la mayoría de las iglesias cristianas mantienen las en-
señanzas y tradiciones fundamentales de la iglesia madre original.
La iglesia católica romana de hecho se describe a sí misma como
la medre de varias denominaciones protestantes.
John A. O’Brien, un sacerdote católico y profesor de investiga-
ción de teología en la Universidad de Notre Dame lo pone de esta
manera en su popular libro The Faith of Millions: The Credentials
of the Catholic Religion [La fe de millones: las credenciales de la
religión católica] (1974):
“Dado que el sábado, y no el domingo, se especifica en la Bi-
blia, ¿no es curioso que los no católicos, quienes aseguran basar
su religión directamente en la Biblia y no en la iglesia, observen
el domingo en lugar del sábado? Por supuesto, es inconsistente;
pero este cambio fue hecho… siglos antes de que el protestantismo
surgiera… Han seguido la tradición a pesar de que se basa en la au-
toridad de la Iglesia católica y no en un texto explícito de la Biblia.
La observancia del domingo permanece como un recordatorio de
la Iglesia madre de la cual salieron las sectas no católicas —como
un niño que se escapa de casa, pero aún lleva en el bolsillo una
foto de su madre o un mechón de su cabello” (pp. 400-401).
Durante muchos siglos, esta iglesia persiguió severamente a la
Iglesia de Dios verdadera. Por eso el versículo 6 la describe como
“ebria de la sangre de los santos”. Y no sólo persiguió a los creyentes
verdaderos, sino también a muchos otros que fueron torturados y
asesinados por no querer someterse a sus requerimientos religiosos.
Apocalipsis 17:18 también relaciona a la mujer (iglesia) con una
ciudad: “Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre
los reyes de la tierra”. Ésta es una clara referencia a la ciudad que
este sistema religioso lleva en su nombre: Roma.
Durante la última resurrección del Imperio Romano, esta igle-
sia volverá a tener gran influencia económica y política sobre el
mundo. Sin embargo, Apocalipsis 18 dice que el poderoso sistema
babilónico tendrá una repentina y dramática caída.
Los últimos diez cuernos

Ahora analicemos los diez cuernos de esta bestia: “Y los diez
cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido rei-
no; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente
con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su
poder y su autoridad a la bestia” (Apocalipsis 17:12-13).
Estos diez reyes (o líderes de reinos o estados, representados
por los diez dedos de los pies en Daniel 2:42-44) combinarán su
fuerza para gestar la última resurrección del Imperio Romano.
Pero de entre los diez surgirá un líder, también llamado “la bes-
tia” en otras profecías.
Para consolidar su poder, este conjunto de diez naciones o gru-
pos de naciones europeas se asociarán con la iglesia tal como lo
hicieron históricamente los líderes de Sacro Imperio Romano.
Sin embargo, este conglomerado y su relación con la iglesia no
durarán para siempre. “Una hora” coincide con los últimos tres
años y medio de esta era (vea el capítulo 4 de este folleto). La bes-
tia aún estará en el poder cuando Jesucristo regrese, ¡e incluso lu-
chará contra Él (Apocalipsis 17:14)!
Pero antes de que eso ocurra, el conglomerado de diez reyes
se decepcionará de su unión con la iglesia y la atacará violenta-
mente (v. 16).
El rey del norte y el rey del sur

Además de las bestias proféticas, la profecía del tiempo del fin
también habla acerca de un conflicto entre el rey del norte y el
rey del sur.
Esta impresionante profecía se encuentra en Daniel 11 e incluye
detalles acerca de grandes imperios, políticas y potencias del tiem-

po del fin que influenciarán al mundo antes del regreso de Cristo.
Uno de los eventos descritos más importantes es el ataque del “rey
del sur” al “rey del norte”, seguido de un contraataque que afectará
“la tierra gloriosa” (Jerusalén y alrededores).
¿Quiénes son estos reyes? ¿A quiénes representan? Un estudio
cuidadoso indica que “el rey del norte” probablemente será la últi-
ma resurrección del Imperio Romano (el cuarto imperio de Daniel
2 y 7 y la bestia de Apocalipsis 17). También parece que Egipto vol-
verá a convertirse en el “rey del sur” o se asociará con otros países en
una coalición poderosa.
¿Por qué atacará el “rey del sur” al “rey del norte” iniciando este
conflicto en el tiempo del fin? Tal vez por algún desacuerdo econó-
mico. Tal vez por el trato hacia los musulmanes en Europa. Tal vez
será una disputa religiosa porque el “rey del norte” entrará al Medio
Oriente.
Sea cual sea la razón, este conflicto preparará el escenario para el
cumplimiento de otras profecías que describen a Jerusalén como el
foco de los conflictos antes del regreso de Cristo.
Para más detalles, consulte nuestros artículos: “El rey del sur”, “El
rey del norte”, “Egipto en las Escrituras” y “Daniel 11: la profecía
más detallada de la Biblia”.
CAPÍTULO 4
El marco de los siete sellos

Entender el esquema profético que Dios usó en Apocalipsis puede
ayudarnos a relacionar diferentes profecías a lo largo de la Biblia.
A hora usted tiene una idea del plan de Dios y la identidad de

las naciones más importantes que participarán en los even-
tos del fin. Pero ¿dónde calzan tantas otras profecías que encon-
tramos lo largo de la Biblia? Dios nos ha dado una herramienta
extremadamente útil para comprenderlo: el marco de los siete
“sellos”.
En Apocalipsis 5:1, vemos a Dios el Padre sosteniendo un libro,
cerrado con siete sellos, donde están escritos los eventos del tiem-
po del fin. Solo Cristo es digno de abrir los sellos y revelar el con-
tenido del libro (v. 5).
Cristo abre los primeros seis sellos en el capítulo 6 de Apocalip-
sis, pero el séptimo sello contiene tantos detalles que todo el resto
del libro se dedica a describirlo. El séptimo sello también se llama
“el día del Señor”, tema predominante del libro de Apocalipsis.
Jesucristo abre los sellos de manera secuencial. ¿Qué representa
cada uno? También fue Cristo quien reveló sus significados en la
profecía del Monte de los Olivos cuando sus discípulos le pregun-
taron: “¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida,
y del fin del siglo?” (Mateo 24:3).
El siguiente cuadro muestra un paralelo entre lo que Jesús dijo
en Mateo y Apocalipsis para ayudarnos a entender qué significa
cada uno de los sellos.
“El día del Señor” en Apocalipsis 1:10

En Apocalipsis 1, Juan explica cómo las visiones del futuro
a continuación le fueron reveladas por Jesucristo: “Yo estaba
en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran
voz como de trompeta” (1:10, énfasis añadido).
Contrario a lo que muchos piensan, “el día del Señor” no
es una referencia al domingo. Más bien, describe un período
que comienza con un año en el que Dios derramará su ira
sobre la humanidad antes de que Cristo tome el control del
mundo. Y, en un sentido amplio, este período continuará con
el establecimiento del Reino de Dios (2 Pedro 3:10-13).
Como explica E.W. Bullinger’s en The Companion Bible [La
Biblia compañera], la palabra “en” de Apocalipsis 1:10 es
una referencia espacial y no temporal. Es decir, Juan estaba
describiendo un lugar, no un día. Bullinger además cita Isaías
2:12 y 1 Tesalonicenses 5:2, demostrando que el día del Se-
ñor no tiene nada que ver con el domingo.
Cuando Juan dice que “estaba en el Espíritu”, se refiere
a las visiones con las cuales Cristo lo situó en los tiempos y
eventos del fin. Usa la misma expresión en Apocalipsis 4:2:
“Y al instante yo estaba en el Espíritu” (vea también Apoca-
lipsis 17:3 y 21:10).

Mateo 24
(Profecía del Monte Apocalipsis 6 Significado
de los Olivos)
Versículo 5: “Porque Versículo 2: “Y miré, y he aquí Primer sello: el caba-
vendrán muchos en mi un caballo blanco; y el que lo llo blanco representa
nombre, diciendo: Yo montaba tenía un arco; y le fue el falso cristianismo.
soy el Cristo; y a mu- dada una corona, y salió ven- (En Apocalipsis 19:11-
chos engañarán”. ciendo, y para vencer”. 15 vemos a Cristo en
un caballo blanco,
pero con una espada,
no un arco.)
Versículo 6: “Y oiréis de Versículos 3-4: “Cuando abrió Segundo sello: el ca-

guerras y rumores de el segundo sello, oí al segundo ballo bermejo repre-
guerras… pero aún no ser viviente, que decía: Ven y senta guerra.
es el fin”. mira. Y salió otro caballo, ber-
Versículo 7a: “Porque mejo; y al que lo montaba le
se levantará nación fue dado poder de quitar de la
contra nación, y reino tierra la paz, y que se matasen
contra reino”. unos a otros; y se le dio una
gran espada”.
Versículo 7b: “y ha- Versículos 5-6: “Cuando abrió Tercer sello: el caba-
brá… hambres …” el tercer sello, oí al tercer ser llo negro representa
viviente, que decía: Ven y mira. hambre.
Y miré, y he aquí un caballo
negro; y el que lo montaba te-
nía una balanza en la mano. Y
oí una voz de en medio de los
cuatro seres vivientes, que de-
cía: Dos libras de trigo por un
denario, y seis libras de cebada
por un denario; pero no dañes
el aceite ni el vino”.
Versículo 7c: “… pestes Versículos 7-8: “Cuando abrió el Cuarto sello: el ca-
…” cuarto sello, oí la voz del cuarto ballo amarillo (lite-
ser viviente, que decía: Ven y ralmente chloros, un
mira. Miré, y he aquí un caballo color verde pálido)
amarillo, y el que lo montaba te- representa pestes,
nía por nombre Muerte, y el Ha- enfermedades y pan-
des le seguía; y le fue dada po- demias.
testad sobre la cuarta parte de
la tierra, para matar con espada,
con hambre, con mortandad, y
con las fieras de la tierra”.
Versículo 21: “porque Versículos 9-11: “Cuando abrió Quinto sello —la Gran
habrá entonces gran el quinto sello, vi bajo el altar las tribulación:
tribulación, cual no la almas de los que habían sido el peor periodo de la
Mateo 24
(Profecía del Monte Apocalipsis 6 Significado
de los Olivos)
ha habido desde el muertos por causa de la pala- historia para la huma-
principio del mundo bra de Dios y por el testimonio nidad (incluyendo los
hasta ahora, ni la ha- que tenían. Y clamaban a gran santos, muchos de los
brá”. voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, cuales serán martiriza-
Señor, santo y verdadero, no dos), que durará tres
juzgas y vengas nuestra sangre años y medio. Otras es-
en los que moran en la tierra? crituras describen este
Y se les dieron vestiduras blan- período como “cuaren-
cas, y se les dijo que descan- ta y dos meses” (Apo-
sasen todavía un poco de tiem- calipsis 11:2), “mil dos-
po, hasta que se completara el cientos sesenta días” (v.
número de sus consiervos y sus 3) y “tiempo, tiempos, y
hermanos, que también habían la mitad de un tiempo”
de ser muertos como ellos”. (es decir tres “tiempos”
y medio, Daniel 12:7).
Versículo 29: “E inme- Versículos 12-14: “abrió el sex- Sexto sello— señales ce-
diatamente después de to sello…y el sol se puso ne- lestiales: Estos cataclis-
la tribulación de aque- gro…y la luna se volvió toda mos cósmicos anuncia-
llos días, el sol se oscu- como sangre…y las estrellas rán que el día del Señor
recerá, y la luna no dará del cielo cayeron sobre la tie- (séptimo sello) está cer-
su resplandor, y las es- rra… ca. Dios está por iniciar
trellas caerán del cielo”. Y el cielo se desvaneció como el proceso de gobernar
un pergamino que se enrolla; y el mundo. Joel 2:31
todo monte y toda isla se remo- (escrito más de ocho
vió de su lugar”. siglos antes) anuncia:
“El sol se convertirá
en tinieblas, y la luna
en sangre, antes que
venga el día grande y
espantoso del Eterno”
(énfasis añadido).
Versículo 30: “y verán al Versículo 15-17: “Y los reyes Séptimo sello —el día
Hijo del Hombre vinien- de la tierra, y los grandes, los del Señor:
do sobre las nubes del ricos, los capitanes, los po- Este sello se compo-
cielo, con poder y gran derosos, y todo siervo y todo ne de siete trompetas.
gloria”. libre, se escondieron en las La séptima trompeta
cuevas y entre las peñas de los incluye el regreso de
montes; y decían a los montes Cristo y siete últimas
y a las peñas: Caed sobre no- plagas, la ira de Dios
sotros, y escondednos del ros- desatada para vencer a
tro de aquel que está sentado sus enemigos.
sobre el trono, y de la ira del
Cordero; porque el gran día de
su ira ha llegado; ¿y quién po-
drá sostenerse en pie?”.

La Gran tribulación
Muchas otras profecías describen los tres años y medio de la
Gran tribulación, la peor época que la humanidad pasará en
toda su historia.
Jeremías 30:7 “Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no
hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob;
pero de ella será librado”.
Otras profecías revelan que los descendientes modernos
de Israel serán diezmados por el hambre, epidemias, inva-
siones y cautiverio.
Mateo 24:21-22 “…habrá entonces gran tribulación, cual no
la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora,
ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie
sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días
serán acortados”.
Daniel 12:1 “…y será tiempo de angustia, cual nunca fue
desde que hubo gente hasta entonces”.
Daniel 12:7 “Y oí al varón vestido de lino… y juró por el que
vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mi-
tad de un tiempo”.
Tras recibir la visión de un nuevo y maravilloso mundo
donde los santos resucitados brillan como estrellas (v. 3),
Daniel preguntó: “¿Cuándo será el fin de estas maravi-
llas?” (v. 6). En otras palabras, ¿cuánto tardará Cristo en
venir después de que empiece la Gran Tribulación? La res-
puesta es tres “tiempos” (años) y medio.
Apocalipsis 6:9-11 Durante el quinto sello, muchos de los
santos serán martirizados por rehusarse a adorar a la “bes-
tia” (el Sacro Imperio Romano resucitado). En sentido fi-
gurado, a los santos que fueron martirizados en el pasado
se les dice que “descansasen todavía un poco de tiempo,
hasta que se completara el número de sus consiervos y sus
hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”.
Apocalipsis 3:10 Si bien muchos santos serán martirizados,
otros serán protegidos de Satanás durante la Gran Tribula-
ción: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia,
yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de
venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran
sobre la tierra”.
Apocalipsis 12:13-14 “Y cuando vio el dragón que había
sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había
dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos
alas de la gran águila, para que volase de delante de la
serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por
un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”.
Lucas 21:20, 23-24 “Pero cuando viereis a Jerusalén rodea-
da de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha
llegado… porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira
sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán lleva-
dos cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada
por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se
cumplan”.
Apocalipsis 11:2 “Pero el patio que está fuera del templo
déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a
los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos
meses”.
Apocalipsis 11:3 “Y daré a mis dos testigos que profeticen
por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio”.
Apocalipsis 13:5 “También [a la “bestia” del Imperio roma-
no resucitado]se le dio boca que hablaba grandes cosas
y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y
dos meses”.

¿Qué es la “abominación desoladora”?
En la profecía del Monte de los Olivos, Cristo habló acerca
de un evento específico que ocurrirá justo antes de la Gran
tribulación: “cuando veáis en el lugar santo la abominación
desoladora de que habló el profeta Daniel…” (Mateo 24:15).
Cuando esto suceda en Jerusalén, todos los que estén ahí
deberán huir. No sólo porque “habrá entonces gran tribula-
ción” (v. 21), sino también porque “cuando viereis a Jerusa-
lén rodeada de ejércitos… su destrucción ha llegado” (Lucas
21:20).
¿Qué es la abominación desoladora? Jesucristo se refirió a
Daniel, quien escribió: “se levantarán de su parte tropas que
profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sa-
crificio, y pondrán la abominación desoladora” (Daniel 11:3).
Esta profecía es un excelente ejemplo del principio de cum-
plimientos múltiples. El primer cumplimiento de este trágico
evento ocurrió en el templo de Jerusalén en el año 167 a.C. El
Imperio Griego se había dividido en cuatro, y uno de sus reyes,
Antíoco Epífanes, invadió Jerusalén y prohibió toda forma de
adoración y obediencia a Dios, incluyendo la observancia del
sábado, la circuncisión, las leyes de carnes limpias e inmundas
y los sacrificios en el templo. Cualquiera que obedeciera a Dios
era cruelmente asesinado.
Antíoco profanó el templo con varias abominaciones. Sacri-
ficó cerdos en el altar, erigió la estatua de un dios pagano, y
sus soldados hicieron cosas terribles con mujeres en los atrios
del templo.
El segundo cumplimiento de la profecía ocurrió en el año 70
d.C. cuando los romanos destruyeron el templo y lo profana-
ron con ídolos.
Pero luego, Daniel 12 se sitúa en el contexto del tiempo del
fin: “A partir del momento en que se suspenda el sacrificio dia-
rio y se imponga el horrible sacrilegio [la abominación desola-
dora], transcurrirán mil doscientos noventa días” (v. 11, Nueva
Versión Internacional).
Daniel había preguntado cuándo ocurrirían estos eventos
asombrosos —incluyendo la resurrección a gloria de los santos
(vv. 2-3, 6). La respuesta fue que la futura “abominación deso-
ladora” tendrá lugar justo 1.290 días (aproximadamente tres
años y medio) antes de que Cristo regrese y los santos sean
resucitados.
Entonces, cuando Cristo mencionó la abominación desola-
dora como señal de su regreso, sabemos que se refería a un
evento de actividad militar en torno a Jerusalén que significará
el cese y la profanación de los sacrificios del templo. En este
momento, los sacrificios en Jerusalén están prohibidos, pero
en algún punto tendrán que reiniciarse para luego ser deteni-
dos y profanados por fuerzas gentiles.

¿Quiénes son los “dos testigos”?
Los últimos tres años y medio antes de que Cristo regrese
estarán marcados por la influencia mundial de la bestia y el
falso profeta. La Iglesia de Dios será perseguida, muchos de
sus miembros martirizados, mientras otros sobrevivirán bajo la
protección milagrosa de Dios.
Llegará un momento en el que la Iglesia no podrá predicar
el evangelio, como profetizó Amós: “He aquí vienen días, dice
el Eterno el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no
hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del Eter-
no” (Amós 8:11).
El falso profeta será influyente y poderoso en ese tiempo,
pero ¿quién le hablará al mundo acerca de Dios? “Y daré a mis
dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días,
vestidos de cilicio”, dice Apocalipsis 11:3. El cilicio representa
la humidad, opuesta a la arrogancia del falso profeta y la falsa
iglesia.
Los dos testigos recibirán poder de Dios para testificar con-
tra los pecados del mundo y hacer muchos milagros portento-
sos. Su presencia “[atormentará] a los moradores de la tierra”
(v. 10) y enfadará a las poderosas fuerzas civiles y religiosas de
aquel tiempo, pero Dios los protegerá sobrenaturalmente por
42 meses (o 1.260 días; vv. 2-3, 5-6).
“Cuando hayan acabado su testimonio”, Dios permitirá que
los maten (Apocalipsis 11:7). Es interesante que la palabra grie-
ga traducida como “testigo” es martys, de la cual deriva “már-
tir”. Durante tres días y medio, sus cuerpos sin vida yacerán a
la vista de todo el mundo en una calle de Jerusalén, y todos
celebrarán (vv. 8-10). Pero luego la alegría se convertirá en te-
rror, cuando la humanidad vea a estos hombres volver a la vida.
“Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu
de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó
gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una gran voz del
cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube;
y sus enemigos los vieron. En aquella hora hubo un gran terre-
moto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terre-
moto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se
aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo” (vv. 11-13).
Para más detalles, consulte nuestro artículo en línea: “Los
dos testigos”.

Séptimo sello: el día del Señor
Las frases “día del Eterno”, “día del Señor” y otras similares, se
repiten más de 30 veces en la Biblia. También se hace referencia al
séptimo sello simplemente como “el día” más de 100 veces en los
tres profetas mayores y doce profetas menores. Sin duda, es algo
que requiere explicación.
El séptimo sello se compone de siete trompetas. Cada trompeta
(tocada por un ángel asignado) advierte a la humanidad acerca
del próximo evento. Luego, cuando suena la séptima trompeta,
siete últimas plagas se suceden una tras otra.
Las siete trompetas y siete últimas plagas son períodos de guerra
y otras plagas que caerán sobre la Tierra. Cristo usará estos males
para advertir y pedirles a los rebeldes humanos que se arrepientan
de sus pecados.
Jeremías 25:31 describe su intención: “Llegará el estruendo has-
ta el fin de la tierra, porque el Eterno tiene juicio contra las nacio-
nes; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada”.
Muchas profecías describen las agonías finales que la humani-
dad sufrirá durante el turbulento día del Señor, muchas de ellas
refiriéndose específicamente a trompetas. Puede encontrar más
información en nuestros artículos: “Cómo las siete trompetas de
Apocalipsis afectarán a la humanidad” y “¿Cuáles son las últimas
siete plagas?”.
Para un resumen de cómo Apocalipsis describe el séptimo se-
llo, vea el cuadro “Séptimo sello ‘El día del Señor’” en la página
siguiente.
SÉPTIMO SELLO “E
Primera Segunda Tercera Cuarta
Trompeta Trompeta Trompeta Trompeta
Un tercio del follaje Un tercio de los Un tercio de las Un tercio de la

de la Tierra es mares se convierte aguas dulces es luz del sol, la luna
quemado. en sangre; un tercio contaminado. y las estrellas es
Apocalipsis 8:7 de toda la vida en Apocalipsis 8:10-11 bloqueado.
y sobre el mar es Apocalipsis 8:12
destruida.
Apocalipsis 8:8-9

L DÍA DEL SEÑOR”
Quinta Sexta Séptima Trompeta
Trompeta Trompeta (Tercer ay)
(Primer ay) (Segundo ay) Siete últimas plagas
Guerra causada por la Ataques contra la Cristo regresa al sonar la trompeta.
bestia. bestia. (incluyendo Mateo 24:30-31;
Cinco meses de un ejército de 200 1 Tesalonicenses 4:13-17;
tormento. millones). Apocalipsis 19:11-16
Apocalipsis 8:13; 9:1- Apocalipsis 9:13-21; Siete últimas plagas (cálices o copas)
12; Daniel 11:40-43 Ezequiel 38:1-6; derramadas en presencia de Cristo (ver abajo).
Joel 2:4 Apocalipsis 14:9-10; 15:1, 6-8
Los dos testigos Cristo desciende al Monte de los Olivos, y lo
son asesinados (y parte en dos.
resucitados después Zacarías 14:4
de 3½ días).
Apocalipsis 11:7-14
PRIMERA PLAGA
Úlceras para quienes tengan la marca de la
bestia. Apocalipsis 16:1-2
SEGUNDA PLAGA
El mar se convierte en sangre; muere el resto
de la vida marítima. Apocalipsis 16:3
TERCERA PLAGA
Toda el agua dulce se convierte en sangre.
Apocalipsis 16:4-7
CUARTA PLAGA
Calor quemante.
Apocalipsis 16:8-9
QUINTA PLAGA
Tinieblas y dolor en el territorio
de la bestia.
Apocalipsis 16:10-11
SEXTA PLAGA
El río Éufrates se seca. Ejércitos se reunen en
Armagedón (luego avanzan a Jerusalén para
luchar contra Jesucristo).
SEPTIMA PLAGA
El mayor terremoto de la historia, relámpagos,
voces, trueno, islas destruidas un enorme
granizo.
CAPÍTULO 5
Un maravilloso
mundo nuevo
Hay buenas noticias detrás de los terribles eventos del fin.
Jesucristo regresará para salvar al hombre de la destrucción y dar
paso a un mundo utópico de paz.
S i bien el día del Señor comienza con la ira de Dios antes del
regreso de Cristo, la Biblia también usa la frase día de Dios para
describir un tiempo posterior (2 Pedro 3:10-13).
Una manera de verlo es que actualmente estamos viviendo en
el “día” del hombre, donde la humanidad ha hecho lo que le pla-
ce casi sin la interferencia o intervención de Dios. El día de Dios,
cuando Cristo en representación del Padre tome el control del
mundo, reemplazará al día del hombre y será mucho más maravi-
lloso de lo que el día de hombre jamás haya sido.
El regreso de Jesucristo
Cuando Cristo regrese, el sufrimiento de la humanidad no termi-
nará en un solo día para dar paso a la utopía el siguiente. De he-
cho, el regreso mismo de Jesús se compone de múltiples eventos
descritos en los siguientes puntos y escrituras:
• Cristo regresa visiblemente. Todo ojo le verá (Hechos 1:9, 11;
Mateo 24:30; Lucas 21:27; Apocalipsis 1:7).
• Todos los ángeles del cielo lo acompañarán (Mateo 24:31;
25:31; 2 Tesalonicenses 1:7-8; Apocalipsis 19:14).
• Resucitará a sus santos (primicias) a vida eterna, y ellos lo recibi-
rán en las nubes (1 Corintios 15:51-52; 1 Tesalonicenses 4:15-17).
• Cristo regresa al mismo lugar desde el que ascendió hace apro-
ximadamente 2.000 años: el Monte de los Olivos (Hechos 1:9-
12), el cual se partirá en dos cuando Él lo toque. Los ejércitos
del mundo, reunidos en Armagedón, avanzarán a Jerusalén (al
valle de Josafat) para luchar contra Él, pero Él los vencerá (Apo-
calipsis 16:16; Joel 3:2, 9-14; Zacarías 14:3-4, 12).
• Luego, con los santos resucitados, Cristo peleará y vencerá a
todos los enemigos que se le opongan (Salmos 97:1-6; 149:5-9;
Apocalipsis 2:26-27; 11:18; 17:13-14; 19:11, 15).
Tras acabar con sus enemigos, Cristo comenzará a implementar
impresionantes cambios a todo aspecto de la vida en la Tierra.
El segundo éxodo
La Gran Tribulación también se describe como el “tiempo de
angustia para Jacob” (Jeremías 30:5-7), un período de tres años y
medio en el que los descendientes modernos de Israel serán sub-
yugados y aprisionados. Pero cuando Cristo regrese, una de sus
primeras acciones será rescatarlos.
“Porque he aquí que vienen días, dice el Eterno, en que haré vol-
ver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho el Eterno, y
los traeré a la tierra que di a sus padres” (v. 3). El versículo 8 agrega:
“yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y ex-
tranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre”.
Note que Dios menciona tanto a Israel como a Judá en esta
profecía, no sólo a los judíos (Judá). Cada una de las 12 tribus
sufrirá alguna forma de esclavitud. Pero ¿cómo podemos estar
seguros de que ésta es una profecía para el futuro, y no algo que
ocurrió en el pasado?

Jeremías lo aclara cuando dice: “servirán al Eterno su Dios y a
David su rey, a quien yo les levantaré” (v. 9). El rey David ahora
está muerto en su tumba (Hechos 2:29), por lo tanto, este rescate
de Israel deberá ocurrir tras el regreso de Cristo y la resurrección
de David.
En cierta manera, este futuro rescate de los israelitas tras su escla-
vitud podría considerarse un “segundo éxodo”:
“Por tanto, he aquí que vienen días, dice el Eterno, en que no di-
rán más: Vive el Eterno que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra
de Egipto, sino: Vive el Eterno que hizo subir y trajo la descenden-
cia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adon-
de yo los había echado; y habitarán en su tierra” (Jeremías 23:7-8).
Isaías 11:11-12 agrega: “Asimismo acontecerá en aquel tiempo,
que el Eterno alzará otra vez su mano para recobrar el remanen-
te de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía,
Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. Y… juntará los des-
terrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro
confines de la tierra”.
Muchas otras profecías hablan de la promesa de Jesús de liberar
a su pueblo esclavizado. Consulte Deuteronomio 4:27-31; 30:1-4;
Isaías 27:13; 43:5-6; Ezequiel 20:34, 36-37, 41-44; 34:11-13; 39:25-28;
Oseas 11:10-11; Amós 9:14; Sofonías 3:19-20; Zacarías 8:7; 10:8, 10.
¡Qué maravillosa esperanza para su futuro!
La utopía del Milenio

En su gran mayoría, los eventos del tiempo del fin descritos en
Apocalipsis son, como nuestro folleto acerca de Apocalipsis reve-
la, “la tormenta antes de la calma”. Pero luego de que Cristo calme
la tormenta, algunas de las profecías bíblicas más increíbles y ani-
madoras comenzarán a cumplirse.
Estas profecías acerca del Milenio describen un mundo nuevo
parecido al jardín de Edén (Ezequiel 36:35), y son tan asombrosas
que muchos las consideran simbólicas, creyendo que son imposi-
bles en la vida real.
Pero ¿por qué imposibles? ¿Quiénes somos nosotros para decir
lo que Dios puede y no puede hacer?
¿Qué nos dice la profecía acerca de este maravilloso mundo
nuevo que existirá bajo el reinado de Cristo?
Sanidad, cambios, restauración

Ocurrirán milagros a gran escala que cambiarán la vida de los
humanos y los animales, y al planeta mismo.
“Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los
sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y canta-
rá la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto,
y torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y
el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en
su guarida, será lugar de cañas y juncos” (Isaías 35:5-7).
Isaías 41:18-19 agrega: “En las alturas abriré ríos, y fuentes en
medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y
manantiales de aguas en la tierra seca. Daré en el desierto cedros,
acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y
bojes juntamente”.
Dios también promete cambiar la naturaleza de los animales
salvajes para que ya no tengan el instinto depredador de agresión
y violencia que refleja el carácter del actual gobernante del mun-
do (Satanás).
“Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se
acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos,
y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echa-
rán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho
jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá
su mano sobre la caverna de la víbora” (Isaías 11:6-8; vea también
65:25).
Ezequiel 34:25 describe un tiempo en el que todos podrán dis-
frutar de la creación de Dios sin temor: “Y estableceré con ellos
pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; y habitarán en el de-
sierto con seguridad, y dormirán en los bosques”.
Sin embargo, estas transformaciones no ocurrirán sólo a través
de sanidades milagrosas y programas de reconstrucción. También
serán un proceso impulsado por tres grandes dinámicas: educa-
ción, bendiciones por la obediencia y acceso al Espíritu Santo.

Educación
“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado
el monte de la casa del Eterno como cabeza de los montes, y será
exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y
vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del
Eterno, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos,
y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de
Jerusalén la palabra del Eterno” (Isaías 2:2-3).
Cuando la humanidad vea las increíbles transformaciones y ben-
diciones que Cristo traerá, todos querrán aprender de su camino y
se dará inicio a un programa masivo de reeducación en la Tierra.
Un tema que no se estudiará como se estudia hoy es la guerra.
“Y [Cristo] juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos
pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en
hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán
más para la guerra” (Isaías 2:4; Miqueas 4:1-3).
Las personas recibirán instrucción, probablemente por parte de
los santos resucitados, acerca del camino de Dios: “tus maestros
nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maes-
tros. Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este
es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tam-
poco torzáis a la mano izquierda” (Isaías 30:20-21).
La gente aún pecará, pero aprenderán que necesitan arrepentir-
se y aceptar el sacrificio de Jesucristo para ser libres de la pena por
sus pecados.
Los humanos necesitan ser enseñados antes poder decidir si ac-
tuarán en base a su nuevo conocimiento o no. Isaías 11:9 muestra
el cambio positivo que tendrá este nuevo programa de educación:
“No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tie-
rra será llena del conocimiento del Eterno, como las aguas cubren
el mar” (énfasis añadido).
Abundantes bendiciones por obedecer a Dios

Las profecías acerca del Milenio describen un mundo donde las
personas obedecerán a Dios y, como consecuencia, recibirán sus
bendiciones. Una de las promesas es que los seres humanos “ha-
bitarán… seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán
confiadamente” (Ezequiel 28:26). “Y se sentará cada uno debajo
de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente”
(Miqueas 4:4; Zacarías 3:10).
E imagine cómo será esto: “Y vendrán con gritos de gozo en lo
alto de Sion, y correrán al bien del Eterno, al pan, al vino, al aceite,
y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto
de riego, y nunca más tendrán dolor. Entonces la virgen se alegra-
rá en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su
lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor. Y el alma
del sacerdote satisfaré con abundancia, y mi pueblo será saciado
de mi bien, dice el Eterno” (Jeremías 31:12-14).
Otras profecías, como Amós 9:13 y Ezequiel 34:26-28, también
describen las futuras bendiciones de Dios.
Acceso al Espíritu de Dios

Sin embargo, la mayor de las bendiciones en el plan de Dios es
la salvación —el perdón de pecados y regalo de la vida eterna—
para todos los seres humanos que respondan a su llamamiento.
Por primera vez, un mundo espiritualmente oscuro comenzará
a ver la luz de la verdad de Dios. Y a medida que las personas
aprendan su camino y se arrepientan de sus pecados, recibirán
su Espíritu Santo.
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne”
(Joel 2:28).

¿Cuándo se cumplirá esta profecía?
“Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y
columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en
sangre [las señales en el cielo del sexto sello], antes que venga el
día grande y espantoso del Eterno [séptimo sello]. Y [después del
regreso de Cristo] todo aquel que invocare el nombre del Eterno
será salvo” (vv. 30-32).
Varias profecías acerca del Milenio describen la conversión es-
piritual del pueblo de Israel. Note el contexto temporal de las si-
guientes profecías:
“Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras
en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel… Y les
daré un corazón, y un espíritu nuevo… para que anden en mis
ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean
por pueblo, y yo sea a ellos por Dios” (Ezequiel 11:17, 19-20; vea
también 36:24-30).
“Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derrama-
do de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice el Eterno el Señor.”
(Ezequiel 39:29, énfasis añadido).
¡Israel será el precursor de lo que ocurrirá con el mundo entero!
¿Qué pasará después de los mil años?

Tras un pacífico Milenio bajo el reinado de Cristo, ocurrirán otros
eventos dramáticos: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será
suelto de su prisión” (Apocalipsis 20:7).
Ésta será una prueba para la humanidad. ¿Serán los seres huma-
nos realmente fieles a Dios? Muchos no lo serán, aun teniendo co-
nocimiento de quién es Satanás y de su odio hacia Dios.
“…y [Satanás] saldrá a engañar a las naciones que están en los cua-
tro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog [un término que represen-
ta una multitud de gente de muchas naciones], a fin de reunirlos
para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y
subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento
de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cie-
lo, y los consumió” (Apocalipsis 20:8-9).
¿Qué viene después?
Luego de acabar con la última rebelión de Satanás, Cristo llevará
a cabo lo que parece ser una ceremonia simbólica antes de encarce-
larlo permanentemente lejos de su Reino:
“Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y
azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormenta-
dos día y noche por los siglos de los siglos” (v. 10, énfasis añadido).
Si bien algunas traducciones utilizan el tiempo presente, la tra-
ducción correcta es “estaban” (pasado), pues este pasaje se refiere
a 1.000 años antes, cuando la bestia y el falso profeta murieron
quemados fuera de Jerusalén (Apocalipsis 19:20). El plural “se-
rán”, no se refiere a la bestia o el falso profeta, quienes ya murie-
ron, sino a Satanás y sus demonios. La manera en que estos seres
espirituales serán atormentados es separándolos de la humani-
dad para siempre.
Judas explica: “a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino
que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuri-
dad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día… fieras ondas
del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para
las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas”
(Judas 1:6, 13).
Segunda resurrección: el juicio del Gran Trono Blanco

Una vez que Satanás y sus demonios sean expulsados para
siempre, el mundo estará listo para la siguiente fase del plan de
Dios: la resurrección de la mayoría de los seres humanos que han
existido.
Según algunos estimados, cerca de 110.000 millones de personas
han vivido en la Tierra desde Adán y Eva. Apocalipsis 20:5 inclu-
ye una frase parentética que se refiere a esta segunda resurrección:
“Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplie-
ron mil años”. Se le llama “segunda resurrección” porque la resu-
rrección de los santos al regreso de Cristo se describe claramente
como la “primera resurrección” (v. 5).
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delan-
te del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró
para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios;

y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro
de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, según sus obras” (Apocalipsis 20:11-12).
Estas personas serán resucitadas para ponerse “de pie” ante Dios.
“Grandes y pequeños” significa todos: los famosos y desconocidos,
ancianos y bebés, ricos y pobres.
Otra conocida profecía acerca de este evento revela más detalles

acerca de cómo será la segunda resurrección. Usted mismo puede
leerla en Ezequiel 37:1-14, y notará que es claramente una resu-
rrección física. Esta profecía en particular está dirigida a “la casa
de Israel” (v. 11), quienes por primera vez recibirán la oportunidad
de “[saber] que yo soy el Eterno” y eventualmente recibir su Espí-
ritu (vv. 13-14).
Pero no sólo el pueblo de Israel será resucitado. Cristo dijo que
también personas de otros lugares como, Tiro, Sidón, Sodoma y
Nínive resucitarán a juicio junto con los judíos (Mateo 11:21-24
y 12:41-42).
Es importante entender que la palabra “juicio” no se refiere
sólo al momento en que se dicta una sentencia, sino que incluye
el proceso de evaluar la evidencia, en este caso, a lo largo de la
vida de las personas.
Como escribió Pedro, “es tiempo de que el juicio comience por
la casa [Iglesia] de Dios” (1 Pedro 4:17). Para comprender mejor el
concepto bíblico de un “juicio”, consulte nuestro artículo: “El juicio
de Dios: en qué consiste realmente”.
Tal como sucede ahora y sucederá en el Milenio, quienes
estén en la segunda resurrección recibirán la oportunidad de
conocer y someterse a Dios, y comprobar su fidelidad vivien-
do según sus instrucciones y leyes. Así, al final de este período
de juicio, podrán recibir el regalo de la vida eterna en el Reino
de Dios.
Es necesario aclarar que ésta no es una segunda oportunidad
de salvación. Es la primera oportunidad real que estas personas
tendrán de conocer las verdades y leyes de Dios, arrepentirse y
recibir el Espíritu Santo para finalmente alcanzar la vida eterna.
Descubra más en nuestro artículo “La segunda resurrección: ¿una
segunda oportunidad?”.
Quienes escojan vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, serán ins-
critos en otro libro —“el libro de la vida”— lo que implica que recibi-
rán el regalo de vida espiritual y eterna por parte de Dios.
El lago de fuego y la segunda muerte

Luego encontramos un grupo de personas diferente al de Apo-
calipsis 20:12 (los resucitados en la segunda resurrección). “Y el
mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades
entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados
cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanza-
dos al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se
halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”
(vv. 13-15).
Estos humanos también son juzgados por sus obras, pero en
ninguna parte dice que se les abrirán libros o que serán inscritos
en el Libro de la vida. En otras palabras, esta resurrección será

para quienes “ya no queda más sacrificio por los pecados, sino
una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego” (He-
breos 10:26-27). Son personas que no pecan en ignorancia, sino
incorregiblemente; rechazan a Jesucristo y escogen su propio ca-
mino consiente e intencionalmente.
Su destino se describe en Malaquías 4: “he aquí, viene el día ar-
diente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen
maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho
el Eterno de los ejércitos… Hollaréis a los malos, los cuales serán
ceniza bajo las plantas de vuestros pies” (vv. 1, 3).
Como Cristo le reveló a su apóstol Pedro, “los cielos y la tierra
que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guar-
dados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los
hombres impíos” (2 Pedro 3:7).
La Nueva Jerusalén, cielos nuevos y Tierra nueva

Cristo luego le reveló a Juan otra increíble transformación en
Apocalipsis 21:1-2: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque
el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía
más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender
del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido”.
Los versículos 9-27 describen esta impresionante ciudad en bas-
tante detalle. Incluso Abraham, el “padre de todos los creyentes”
(Romanos 4:11) anhelaba la futura ciudad: “porque esperaba la
ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es
Dios” (Hebreos 11:10).
La nueva Jerusalén se convertirá en la capital del universo, la
residencia de Dios el Padre. En Apocalipsis 21:3 leemos: “oí una
gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con
los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios
mismo estará con ellos como su Dios”.
Y en el versículo 4 encontramos una de las profecías más recon-
fortantes de la Biblia: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni do-
lor; porque las primeras cosas pasaron”.
Hasta la eternidad
Hebreos 2:6-8 registra una intrigante pregunta del rey David
para Dios, junto con su impresionante respuesta:
“¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hom-
bre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los ángeles,
le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus
manos; todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó
todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no
vemos que todas las cosas le sean sujetas”.
El versículo 5 nos dice que “el mundo venidero” no será gober-
nado por ángeles, sino humanos (o, más precisamente, “antiguos
humanos” que habrán sido transformados en seres espirituales
glorificados). Dios hizo a los humanos temporalmente inferiores

a los ángeles, pero con el increíble potencial de convertirse en
miembros espirituales y glorificados de su familia divina y recibir
autoridad sobre toda la creación.
Dios hizo a Jesucristo heredero “de todo” (Hebreos 1:2), y Ro-
manos 8:17 dice que los santos glorificados serán coherederos con
Él. “Todo” incluye los billones de planetas, estrellas y galaxias de
nuestro inmenso e increíblemente asombroso universo.
Esto ocurrirá bajo el justo dominio y reinado de Dios, del cual
Isaías escribió: “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán lí-
mite” (Isaías 9:7).
¡El futuro que nos espera en esa nueva Tierra y nuevos cielos
es más impresionante de lo que podamos imaginar! Como dijo
David, “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay ple-
nitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11).
CAPÍTULO 6
Profecía, las fiestas santas

y el plan de Dios
Las fiestas anuales de la Biblia, ignoradas por la mayoría del mundo,
reflejan siete pasos del plan de salvación de Dios y guardarlas nos da
un mejor entendimiento de la profecía.
H oy en día la mayoría de los creyentes piensa que el sábado, los

días santos y las fiestas bíblicas establecidas en el Antiguo Tes-
tamento están obsoletos o carecen de propósito.
Sin embargo, no existe ningún indicativo en la Biblia de que se
hayan abolido. Es más, vemos que Jesucristo los observó y confir-
mó la ley de Dios dogmáticamente (Mateo 5:17-19). Además, la
Iglesia del Nuevo Testamento siguió guardando el sábado y las
fiestas después de la muerte de Jesús.
Restauración del sábado y las fiestas santas

La profecía revela que después del regreso de Cristo las fiestas
de Dios seguirán vigentes y se practicarán.
Zacarías 14:16 es un claro ejemplo: “todos los que sobrevivieren
de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en
año para adorar al Rey, al Eterno de los ejércitos, y a celebrar la
fiesta de los tabernáculos”.
En los versículos siguientes (17-19) además vemos que quienes
se rehúsen a adorar a Dios en los días establecidos experimenta-
rán las maldiciones de la desobediencia hasta entender que guar-
dar el sábado y las fiestas es para su beneficio. De hecho, parte del
significado de las fiestas santas es que el ser humano necesita arre-
pentirse y aceptar el sacrificio de Cristo que paga la pena por sus
pecados. El mundo llegará a conocer los beneficios de obedecer.
Note lo que dice Ezequiel 44:24: “mis leyes y mis decretos
guardarán en todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis días
de reposo”.
Los siguientes dos capítulos de Ezequiel nos muestran un pano-
rama de los alrededores del templo y las actividades que se lleva-
rán a cabo en el templo.
Ezequiel 45:17 dice, “Mas al príncipe corresponderá el dar…li-
bación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los días de
reposo y en todas las fiestas de la casa de Israel”.
Se observará la Pascua, la fiesta de siete días de los Panes Sin
Levadura y la fiesta de los Tabernáculos (vv. 21, 23, 25). El capítulo
siguiente habla de la observancia del sábado semanal, y las fiestas
santas no sólo por los sacerdotes, sino también por el “pueblo de
la tierra” (Ezequiel 46:1-4, 9-11).
Otra profecía de Isaías sobre el Milenio nos muestra una imagen
similar: “Y a los hijos de los extranjeros que sigan al Eterno para
servirle, y que amen el nombre del Eterno para ser sus siervos; a
todos los que guarden el día de reposo…yo los llevaré a mi santo
monte, y los recrearé en mi casa de oración” (Isaías 56:6-7).
¿Cuál es el propósito de las fiestas?

Pero ¿por qué? ¿Cuál es el propósito de estas fiestas? ¿Es posible
que Dios las haya establecido para describir y enseñarnos su plan
de salvación?
De hecho, las fiestas anuales de Dios ensayan los pasos de su
maravilloso plan. (Para más detalles, descargue nuestro folleto
gratuito Las fiestas santas de Dios: Él tiene un plan para usted.)

El siguiente cuadro ilustra cómo las fiestas representan el plan
de salvación. La columna derecha enumera las fiestas santas y su
significado, y el orden en que ocurren es un claro paralelo de los
pasos en el plan de Dios (vea Levítico 23).
Fiestas santas
Etapas del plan de Dios Levítico 23
Desde el principio Dios les enseñó a los seres PASCUA
humanos que la consecuencia del pecado es la Conmemoramos el sacrificio de
muerte (Génesis 2:17). Comenzando por Adán Jesucristo con los símbolos del
y Eva, todos los seres humanos hemos pecado pan y el vino.
(Romanos 3:23; 6:23). Tenemos la esperanza
de ser perdonados porque nuestro Creador dio
su vida en pago por nuestra pena de muerte.
Antes de darnos su Espíritu Santo, Dios nece- FIESTA DE PANES

sita estar seguro de que estamos arrepentidos SIN LEVADURA
y comprometidos a eliminar el pecado de Evitamos la levadura por siete
nuestra vida, y crear hábitos de justicia y obe- días, como símbolo de sacar el
diencia para mantenernos lejos del pecado. pecado de nuestra vida, y come-
mos pan sin levadura, como sím-
bolo de buscar la justicia.
Si bien Dios no le está ofreciendo el árbol FIESTA DE PENTECOSTÉS

de la vida a la mayoría de la humanidad aho- Conmemoramos el derrama-
ra, ha estado llamando a unos pocos, sus miento del Espíritu Santo sobre
“primicias” (Santiago 1:18; Juan 6:44, 65; el primer grupo de “primicias”
17:9, 15-16). Las primicias han recibido una tras la ascensión de Cristo. Este
“garantía” de la vida eterna a través del Es- evento también marcó el inicio
píritu Santo (Efesios 1:13-14) y actualmente de su Iglesia.
se preparan para reinar con Cristo cuando
regrese
El nefasto mundo actual está cerca de su fin. FIESTA DE TROMPETAS

Cristo regresará antes de que toda la vida en Este día representa las siete
la Tierra sea destruida (Mateo 24:22). En el “día trompetas (séptimo sello) que
del Señor” (séptimo sello), Cristo afligirá a la dan paso al día del Señor y el
rebelde humanidad, regresará a la Tierra, y re- regreso de Jesucristo en la sép-
sucitará a sus primicias para transformarlas en tima trompeta.
seres espirituales inmortales.
Fiestas santas
Etapas del plan de Dios
Levítico 23
Cristo atará a Satanás, el actual gobernante del DÍA DE EXPIACIÓN
mundo, y lo exiliará (Apocalipsis 20:1-3). Así Este día de ayuno representa el
abrirá el camino para que la humanidad sea exilio de Satanás de la Tierra y el
reconciliada con Dios y nos recordará que la inicio de la reconciliación de la
única forma de reconciliarnos con el Padre es a humanidad con Dios.
través del sacrificio de su Hijo.
Con Satanás atado, Cristo y sus ya inmortales FIESTA DE TABERNÁCULOS

primicias iniciarán mil años de paz con el esta- Nos regocijamos durante siete
blecimiento del Reino de Dios en la Tierra. El días de instrucción spiritual,
mundo entero gozará de condiciones utópicas alimento y compañerismo
y todos los seres humanos tendrán acceso a la abundantes mientras habita-
verdad de Dios y el árbol de la vida. mos en moradas temporales
(que representan nuestra exis-
tencia temporal actual), como
un ensayo de las maravillas del
Milenio.
Durante el Milenio, la gran mayoría de los OCTAVO O ÚLTIMO GRAN DÍA

seres humanos que han existido aún estarán Anticipamos una nueva vida
muertos. Pero después de los mil años, serán para la gran mayoría de los hu-
resucitados para recibir por primera vez la manos que han existido y su pri-
oportunidad de conocer a Dios y ser salvos. mera oportunidad de salvación.

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO PARA USTED?
Este mundo empeora cada día, pero la profecía promete que vendrá un
mundo mejor y nos enseña cómo ser parte de él. ¿Qué debemos hacer
para prepararnos?
La profecía es un tema muy importante en la Biblia. Una vez que

comprendemos lo que Dios nos dice sobre el futuro, ¿qué debe-
mos hacer con ese conocimiento? Dios mismo nos da la respuesta.
¡Velar y estar preparados!

Tras dar la profecía del Monte de los Olivos, Jesucristo advir-
tió: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazo-
nes no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de
esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque
como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz
de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis
tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán,
y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:34-36).
Mateo lo parafrasea de esta forma: “Por tanto, también voso-
tros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la
hora que no pensáis” (Mateo 24:44).
Cristo no quiso decir que debemos estar al tanto de los cientos
de detalles en las noticias internacionales, pero sí que debemos
estar despiertos y alerta. El ejemplo que usó fue un árbol en bro-
te: “También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los
árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mis-
mos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando
veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de
Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que
todo esto acontezca” (Lucas 21:29-32).
Debemos observar de cerca los acontecimientos mundiales y
estar atentos a cómo se relacionan con la profecía bíblica.
Cómo responder
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está
cerca” (Apocalipsis 1:3).
“Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, por-
que el tiempo está cerca… He aquí yo vengo pronto, y mi galardón
conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apoca-
lipsis 22:10, 12).
Cómo no responder
Lamentablemente, la profecía indica que la mayoría de la hu-
manidad responderá con una actitud incorrecta cuando el fin se
acerque:
“…en los postreros días vendrán burladores, andando según sus
propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de
su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmie-
ron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la
creación” (2 Pedro 3:3-4).
La actitud de las personas en el tiempo de Noé se repetirá en el
tiempo del fin.
Jesús advirtió: “Mas como en los días de Noé, así será la venida
del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento,
hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta

que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la ve-
nida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).
Profecía y cambio
Dios desea que entender sus profecías nos motive. Saber lo
que ocurrirá en el futuro cercano (tanto las oscuras tormentas
como el maravilloso mundo que les sigue) debería alentarnos
a someter nuestras vidas a Dios ahora. Éste es el temor de Dios
sano y apropiado que Cristo dijo que debemos tener:
“Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que
después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el
infierno [gehenna, el lago de fuego]; sí, os digo, a éste temed”
(Lucas 12:5).
Saber que estas profecías son ciertas debería animarnos a
desarrollar una relación con Dios. Temerle es parte de nuestro
amor, profunda reverencia y respeto por el Padre.
Debemos desarrollar el hábito de la oración, no sólo para
acercarnos a Dios, sino también para “que [seamos] tenidos
por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36).
Saber que Satanás llevará a la humanidad al borde de la des-
trucción debería motivarnos a pedir: “Venga tu reino” (Mateo
6:10). ¡Ésa es nuestra única esperanza! También debería inspi-
rarnos a “[buscar] primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Nuestro deseo es que este folleto sea sólo el comienzo de
su desarrollo espiritual y que usted continúe creciendo en “la
gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucris-
to” (2 Pedro 3:18), motivado por lo que ha aprendido acerca
del plan de Dios para el futuro.
Lectura recomendada de VidaEsperanzayVerdad.org
El libro de Apocalipsis: La tormenta El sábado: un regalo de Dios que hemos

antes de la calma descuidado
Desde sus vívidas Desde el principio,
imágenes de matanzas Dios diseñó un día para
hasta las sublimes descanso y refrigerio como
visiones de belleza, una bendición especial
el libro de Apocalipsis para la humanidad. ¿Por
explica lo que va a pasar qué entonces tan pocos
antes y después del cristianos guardan el
regreso de Jesucristo a sábado en la actualidad?
la Tierra. ¿Qué significa En este folleto, explore la
para nuestra vida ahora y fascinante historia bíblica
en el futuro? del sábado y cómo puede
usted disfrutar los maravillosos beneficios de
este descuidado regalo de Dios.
Los Diez Mandamientos: Todavía Cómo encontrar esperanza en un

importan mundo que no la tiene
¿Por qué el mundo es tan La esperanza puede
violento? ¿Por qué tantos parecer elusiva, pero
matrimonios terminan este folleto le dará
en divorcio y tantos niños a usted estrategias
viven en familias de un comprobadas para
solo padre? ¿Qué es lo que vencer la desesperanza.
tantos están pasando por Y más allá de eso, usted
alto? ¿Cuál es la clave que descubrirá un nivel más
nos falta para vivir una vida profundo de esperanza
feliz y productiva? Si usted que le puede dar paz y
quiere verdadera paz y un poderoso propósito
felicidad, ¡practicar las lecciones bíblicas de este en su vida ahora — ¡y en el futuro!
folleto es crucialmente importante para usted!
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falta de entendimiento acerca del propósito de vida, ¡la falta de una esperanza
realista de un futuro mejor y la falta de verdad!
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y las personas en la actualidad tienen opiniones divididas, están confundidas,
o peor aún, ya ni siquiera les importa. Las antiguas palabras del profeta Isaías
hoy suenan más ciertas que nunca: “La verdad tropezó en la plaza” (Isaías
59:14). ¿Por qué? ¿Porque Dios tenía la razón cuando advirtió que los seres
humanos se inclinan a rechazarlo a Él y generalmente deciden no conocerlo?
Estamos aquí para las personas que están buscando respuestas, que están
dispuestas a probar todas las cosas y que tienen el deseo de ir más allá del
conocimiento que han recibido acerca de Dios, la Biblia, el significado de la
vida y cómo vivir. Queremos ayudarles a entender verdaderamente las buenas
noticias del evangelio y a cumplir la advertencia de Jesucristo de “Buscad pri-
meramente el reino de Dios y su justicia”.
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Como Entender La Profecia

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CÓMO

Esta publicación no es para la venta. Es un material

© 2020 Iglesia de Dios, una Asociación Mundial

Autor: Paul Luecke

Capítulo 4 El esquema de los siete sellos 39

Capítulo 5 Un maravilloso mundo nuevo 53

4 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Profecía: vaticinio o predicción de lo que sucederá en el futuro.

E l primer paso para entender la profecía bíblica es comprobar

8 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

¿A lguna vez ha armado un rompecabezas? Generalmente vie-

res humanos no sólo fueron apartados de la presencia del Crea-

12 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

14 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Identidad actual de naciones

A nalicemos a los mayores actores de las profecías del tiempo

El antiguo y moderno Israel

Las 10 tribus perdidas

18 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Asiria antigua y moderna

20 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Cuatro imperios de Daniel

22 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

24 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Próximamente: el Imperio Romano

El rey germano Otón el Grande fue co-

Comenzó con la reunificación de Italia

10mo Próxima resurrección del Sacro Imperio

26 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Primera bestia de Apocalipsis: el Imperio Romano

Segunda bestia de Apocalipsis: un imperio religioso mundial

28 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

30 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Apocalipsis 17: la iglesia que cabalga al imperio

32 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

34 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Los últimos diez cuernos

El rey del norte y el rey del sur

36 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

El marco de los siete sellos

A hora usted tiene una idea del plan de Dios y la identidad de

“El día del Señor” en Apocalipsis 1:10

40 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Versículo 6: “Y oiréis de Versículos 3-4: “Cuando abrió Segundo sello: el ca-

42 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

44 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

46 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

48 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Un tercio del follaje Un tercio de los Un tercio de las Un tercio de la

50 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

54 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

La utopía del Milenio

Sanidad, cambios, restauración

56 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Abundantes bendiciones por obedecer a Dios

Acceso al Espíritu de Dios

58 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

¿Qué pasará después de los mil años?

Segunda resurrección: el juicio del Gran Trono Blanco

60 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA

Otra conocida profecía acerca de este evento revela más detalles

El lago de fuego y la segunda muerte

62 CÓMO ENTENDER LA PROFECÍA