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1Universidad Linda Vista

EL DON DE PROFECÍA

Trabajo
Elaboración de una monografía
ESPISTEMOLOGIA

Por

Alejandro López Gómez


Laurentino Solís moreno
Josué Caleb Sánchez Jiménez
Luis Enrique Jiménez Álvarez

11 de Noviembre 2021

PR. Gamaliel Méndez Hernández


Introducción

El presente estudio tiene como objetivo analizar el tema de “El don de profecía” que

es uno de los muchos dones que Dios ha provisto para su pueblo, con el objetivo de

conducirnos de manera profética y mantenernos libre de disipación, a través de los santos

profetas Dios ha provisto de orientación para no extraviarnos, es una forma de orientarnos

por el buen camino, es una manera de hablarnos ya que perdimos el privilegio cuando entro

el pecado. Al hablar del don de profecía hay que entender que se deriva de un don que Dios

prometió a la iglesia del Antiguo Testamento, a la iglesia del Nuevo Testamento y a la

iglesia Adventista del Séptimo Día como remanente en el tiempo del fin, sin embargo la

promesa divina según Joel 2:28-29 está por llegar al punto más culminante de la historia

con el cumplimiento completo de la gracia divina en la obra final del evangelio. Se nos ha

advertido de los falsos profetas que han intentado usurpar el nombre de Dios y que lo

seguirán haciendo manipulados por Satanás quien ha buscado desviarnos de las palabras

proféticas. Estaremos estudiando tres puntos importantes, el don de profecía una revelación

especial, el profeta y el propósito de la profecía y finalmente la profecía en la era cristiana

de los Adventistas del Séptimo Día. El pueblo Adventista vasa su creencia en este don

especial que solo puede ser fruto del espíritu de Dios, es nuestro mayor interés que nuestra

fe se fortalezca en Cristo Jesús al estudiar tan importante tema.


EL DONDE PROFECÍA

El don de profecía una revelación especial

La Iglesia Adventista del Séptimo Día basa su fe en 28 creencias encontradas en la

Biblia el número dieciocho lleva por nombre el Don de profecía. Para fines de esta

investigación se ve necesario resaltar el propósito por el cual fue concedido dicho don:

“consistía claramente en restablecer y mantener la comunicación con el hombre, que había

sido apartado y separado de él por el pecado”.1 Este concepto muestra de manera clara que

el Señor deseaba comunicar un mensaje para su pueblo.

Dios ha dotado a su pueblo de dones especiales con el gran propósito de mantener

una iglesia unida y preparada para gozar de una vida eterna en un futuro no muy lejano, en

1 de corintios 12: 7- 10 encontramos los diferentes dones espirituales que la iglesia de

cristo puede llegar a tener como oficio o profesión, de manera muy especial en el (vers. 10)

dice: “A otros hacer milagros; a otros profecía; a otros, discernimiento de espíritus; a otros,

diversos géneros de lenguas; y a otros interpretación de lenguas”. Según las Escrituras, esta

revelación se nos presenta de dos formas: la revelación general (Sal. 19:1-6) y la revelación

especial (Sal. 19:7-14), “La revelación general es el testimonio que Dios da de sí mismo

por medio de la creación de sus criaturas. Dios se sirve de la revelación especial cuando se

revela a sí mismo directamente y en mayor detalle. Dios ha hecho esto por medio de (1) su

1
Arturo G. Daniells, El permanente don de profecía (Florida, Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996), 25.
intervención directa, (2) sueños y visiones, (3) la encarnación de Cristo y (4) las

Escrituras”2.

Para desempeñar esta gran actividad no debía ser cualquier persona, e incluso Dios

no siguió una genealogía de profetas o descendientes de profetas para revelar sus designios

a su pueblo, el profeta era escogido personalmente por Dios para cumplir una obra que él

mismo le encomendaría. En Jeremías 1: 5 leemos como Dios llamo al profeta diciendo:

“Antes que te formase en el vientre, y antes que nacieses te santifique, te di por profeta a las

naciones”. Oliver Buswell dice que “La doctrina de la revelación, en la teología cristiana,

es que Dios se ha dado a conocer al hombre así como las verdades pertinentes a sí mismo.

Se acostumbra dividir el tema de la revelación en «general» y «especial»”3. Entendemos

que, el autor al usar la frase “revelación especial” se está refiriendo al llamado don de

profecía. Hemos hecho notar que el don de profecía es una revelación especial en hombres

y mujeres con un llamado especial, Dios ha dado luz a su pueblo para que le conozcan y

desarrollen una relación más estrecha con su creador, para que tengan una mejor

orientación y para que no se extravíen, por tal razón “A través de los años, Dios ha dado

revelaciones de su voluntad para su pueblo por medio de individuos en los cuales manifestó

el don de profecía”4. Para cumplir cabalmente con el don recibido los santos hombres de

Dios llamados profetas se caracterizaron por su testimonio de vida palpable y evidente.

2
John MacArthur, Richard Mayhue, Loida Viegas, Teología sistemática: Un
estudio profundo de la doctrina bíblica, (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz ,
2018), 90, 93.
3
J. Oliver Buswell, Jr. Teología Sistemática, Tomo I, Dios y Su revelación. (Grand
Rapids, Michigan, EE.UU: Zondervan Publishing House, 1962), 176.
4
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventista del Séptimo
Día, Armando Collins, Miguel A Valdivia, (Florida: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2007), 247-249.
El profeta y el propósito de la profecía

El profeta no buscaba un reconocimiento, debía manifestar humildad aunque

sufriera rechazo, humillado y maltratado, debía cumplir cabalmente con el trabajo que Dios

le encomendaba. La principal función de los profetas del Antiguo Testamento era “ser

mensajeros de parte de Dios, enviados a hablar a hombres y mujeres en palabras

provenientes de Dios”.5 Por tan solo mencionar algunos ejemplos se encuentran los casos

como el del profeta Natán quién reprendió fuertemente al rey David al cometer un pecado

con Betsabé (2 Sam 12), asimismo también el profeta Isaías cumple esta característica en

especial al momento de mencionar la prolongación que el rey Ezequías tendría de vida (2

Rey 20:4-6).

Por otro lado, el Nuevo Testamento menciona que algunas funciones de los profetas

en ese entonces eran las siguientes: “jugaron un papel importante en la fundación de la

iglesia (Efe. 2: 20-21), dieron el empuje misionero a la iglesia (Hech. 13:1,2), (…) unieron

a la iglesia y la protegieron contra las falsas doctrinas (Efe. 4: 13,14) (…) y confirmaron

también la fe en los momentos controversiales de la iglesia”.6 El profeta no solo

comunicaba el mensaje, también incluía cuidar al pueblo de Dios, en otras palabras el

Nuevo Testamento sugiere que los profetas cumplieron las siguientes funciones: Ayudaban

a fundar la iglesia. Los profetas iniciaron los esfuerzos misioneros de la iglesia.

 Edificaban la iglesia.

 Unieron a la iglesia y la protegieron.

5
Wayne A. Grudem, El don de profecía en el Nuevo Testamento y en la actualidad,
trad. M. Cristina Kunsch de Sokoluk (Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1992), 8.
6
Stephenson Celant, “Lectura de los escritos de Elena G. de White y compromiso
cristiano en feligreses adventistas de Chone, Ecuador, 2015” (Tesis de maestría en
Teología, Universidad Peruana Unión, 2019), 29.
 Amonestaban acerca de dificultades futuras.

 Confirmaron la fe en épocas de controversia.

En 1 de corintios capítulo 14, Pablo habla a la iglesia acerca del don de profetizar,

pero, ¿qué es realmente lo que nos quiere decir el apóstol en este pasaje bíblico?, bien,

Wayne Grudem dice: “Lo que esto significa es que los profetas de quienes Pablo habla en el

capítulo 14, es que no se ocupaban de una simple adivinación y predicción del futuro, como

quien anuncia hechos sueltos u ocultos para satisfacer la curiosidad o la avaricia, a base de

un conocimiento de cosas dentro de la perspectiva de este mundo. Por el contrario las

“revelaciones” que les eran otorgadas les permitían ver los hechos en su relación con el

propósito de Dios, y comunicar esa información de tal manera que la iglesia resultara

edificada, alentada y reconfortada 1 corintios 14:3”7.

El propósito de la profecía se indican en tres objetivos principales, edificar, exhortar

y consolar, es un don que Dios ha elegido para bendecir a su pueblo, es un don sobre

natural que Dios da a la iglesia para recibir un mensaje del mismo corazón de Dios para las

cosas distantes o futuras. El don de profecía podríamos decir que es el don superior a todos

los dones, ya que revela las cosas que se avecinan en el futuro, Dios a través de los siglos

siempre ha revelado su propósito a través de santos hombres y mujeres que están dispuestos

a llevar su causa con carácter fuerte, brillante inteligencia y animo corajudo. “Un estudio de

todas las expresiones de la Biblia relacionadas con la revelación muestra la convicción de

los escritores bíblicos de que ellos eran los recipientes y mensajeros de la revelación

divina”8. Cuán importante era que un profeta recibiera el mensaje divino, pero lo más
7
Wayne A. Grudem. The Gift of Prophecy, (Deerfield, Florida: Editorial Vida,
1992), 55.
8
Nancy Webber de Vhymeister, Peter M. van Bemmelen, Richard M.
Davidson.Teologia fundamentos de nuestra fe tomo 1. (México: Gema editores, 2005), 89.
importante de esto era que el profeta cumpliera y diera a conocer el mensaje de Dios ya

fuese al pueblo entero o a la persona a la cual estaba dirigido, es importante mencionar que

muchas veces el profeta ponía en peligro su vida por dar un mensaje y mucho más si era un

mensaje de advertencia o amonestación a personas como los reyes, entre otros que pudieran

arremeter contra su vida. Ante todo esto el profeta tenía la obligación de dar conocer el

mensaje fuese a quien fuese, pues él iba departe de Dios.

La profecía en la era cristiana de los Adventistas del Séptimo Día

¿Y qué sucede en la actualidad? ¿Aún pueden existir profetas?, si es así ¿qué

función tendrían para con la iglesia? La Biblia menciona en Joel 2:28 “Y después de esto

derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;

vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones” (Joel 2:28).9 El

Comentario Bíblico Adventista opina respecto a esto que “los acontecimientos del

Pentecostés no fueron sino un cumplimiento parcial de la predicción de Joel. “La profecía

alcanzará su cumplimiento completo en las manifestaciones de la gracia divina que han de

acompañar la obra final del Evangelio”.10

Dios premia grandemente a sus siervos regalándoles la unción del espíritu santo que

los capacita para realizar su obra en este mundo, una obra que es de suma importancia y

que no se puede llevar a cabo sin el poder del espíritu santo. “La circunstancia de haber

9
Versión Reina Valera del 60.
10
Francis D. Nichol, ed. “sobre toda carne” [Joel 2:28], en Comentario bíblico
adventista (CBA), trad., V. E. Ampuero Matta (Boise, Buenos Aires: Publicaciones
Interamericanas, 1978-1990), 4:1810.
Revelado Dios su voluntad a los hombres por su Palabra, no anuló la necesidad que tienen

ellos de la continua presencia y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Salvador

prometió que el Espíritu facilitaría a sus siervos la inteligencia de la Palabra; que iluminaría

y daría aplicación a sus enseñanzas”11.

¿Esto quiere decir que en nuestros días también existirán hombres y mujeres que se

van a declarar ser profetas de Dios?, bien, miremos hacia atrás cuando durante el siglo XIX

aumentó el espiritismo y ocultismo en Estados Unidos e Inglaterra, se levantaron muchos

falsos profetas con enseñanzas erróneas, engañando a miles de personas afirmando que

Dios les regaló el don de comunicarse con los muertos, algunos de ellos practicaban el

cristianismo, creían en Jesús, aceptaban la mayoría de los principios bíblicos es más en la

actualidad “creen que la muerte no es el resultado del pecado, sino parte de un propósito

divino”12. Entonces Dios en sus propósitos divinos saca a una jovencita de nombre Elena

Gould Harmon, para hacer frente a las prácticas espiritas enfocadas a la inmortalidad del

alma, ella no contaba con mucha preparación académica, aun así Dios derramó su santo

Espíritu en la joven a través del don de profecía para guiar a su pueblo remanente, en una

visión en el año de 1850 dijo que “los teólogos y otras personas darían el crédito por los

milagros de Cristo a los poderes espiritistas”13.

En los países que tienen astrólogos, médiums, profetas, clarividentes, adivinos y

entre otros generan ganancias millonarias dándose una vida rodeado de comodidades, pero
11
Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. Creencias de los Adventistas del Séptimo Día. (Florida, Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007), 260.

Herbert Edgar Douglass, Profecías dramáticas de Elena G. de White :


12

Acontecimientos históricos predichos divinamente (Buenos Aires, Argentina: ACES, 2009),


23.
13
Ibid, 28.
la sierva del Señor vivió una vida humilde, de recién casados con Jaime White no tenían un

hogar propio. Su vestimenta era muy simple y con algunas reparaciones, los pocos muebles

que tenían eran prestados, a veces no tenían que comer, vivían por fe, lo poco que tenían lo

invirtieron en expandir el mensaje de salvación, había escuchado en una visión: "Da a

conocer a otros lo que se te ha revelado".14 Mediante sus escritos que inspiran esperanza a

alguien perdido, consejos para tener una vida sana, amonestaciones para tener una

adoración genuina, hechos científicos que en la actualidad se han comprobado como

verdaderos, pero lo más importante fue que Elena G. de White “vivió una vida consagrada

al servicio de su Maestro. De viva voz y por escrito procuró encarecer la Palabra de Dios e

instar a hombres y mujeres a aceptar a Jesús como su Salvador del pecado y de la

muerte”15. Fue en el Congreso de la Asociación General en Dallas en 1980 que la iglesia

dedujo lo siguiente: “Uno de los dones del Espíritu Santo es la profecía. Este don es una

marca distintiva de la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Elena G. de

White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una fuente continua y autorizada de la

verdad, que proporciona a la iglesia aliento, orientación, instrucción corrección. También

aclaran que la Biblia es la norma por la cual se debe probar toda enseñanza y

experiencia”.16

En cierta ocasión una mujer de gran influencia visitó un sanatorio en Londres, fue

en ese lugar que llegó a conocer el Deseado de todas las gentes, ella comento que “la autora

René Noorbergen, Elena G. de White: Profeta del Destino (Coral Gables, Florida:
14

Mountain Missionary Press, 1972), 47.

D. A. Delafield, Elena G. de White y la Iglesia Adventista del Séptimo Día


15

(Mountain View, CA: Pacific Press, 1965), 9.


16
Robert W. Olson, 101 preguntas acerca del santuario y Elena G. de White
(Florida, EUU: Asociación Publicadora Interamericana, 1988), 41.
era inspirada, y que el libro debería ser el deseo para el hombre y la mujer en este mundo

lleno de dolor y sufrimiento”17. Y así como la mujer en Londres muchas personas no

adventistas han conocido a Jesucristo a través de sus escritos y como estos han cambiado

sus vidas en varios ámbitos de la vida, algunos han encontrado salud, esperanza, perdón,

ánimo, y sobre todo la Salvación por medio de Jesús. “La palabra de Dios abunda en

principios generales para la formación de hábitos correctos de vida, y los testimonios {las

obras de White}, tanto los generales como los personales, han sido calculados para dirigir

la atención a estos principios”18. A través de las edades Dios hablo a su pueblo por medio

de sus siervos los profetas para dar a conocer su voluntad sobre cómo vivir piadosamente

con sus principios en esta tierra, con ello también les invitaba a ser un testimonio vivo en

sus lugares de residencia, Dios nos ha dejado mucha luz para nuestros días a través de la

hermana Elena de White, de cómo debemos de caminar sobre este mundo que está a punto

de perecer, por lo cual estemos atentos a escuchar la voz de Dios a través de estos escritos

inspirados por el espíritu santo. “¿Hay grados de experiencia, contenido, ámbito, veracidad

y autoridad proféticos? ¿Qué es el don espiritual de la profecía? ¿Es legítimo procurarlo?

¿Pueden los cristianos usarlo hoy en sus iglesias sin poner en peligro la supremacía de las

escrituras?”19. Estas son algunas preguntas que predominan en muchas denominaciones e

incluso en nuestra iglesia y que han causado ciertos problemas, y uno de esos problemas es

que los miembros quedan divididos al decir (el señor me mostró) (el espíritu me reveló) y

se vuelve un tema de controversia con la misma iglesia.


17
Ibid. 32.
18
Denis Fortín, Abner F. Hernández, Davide Sciarabba. ¿Por qué creemos en E.G.
White y el don profético? (México: Gema editores, 2018), 31.
19
Alberto R. Timn, Dwain N. Esmond, El don de profecía en las escrituras y en la
historia, (México: Gema editores, 2016), 217.
Alberto R. Timm y Dwain N. Esmond nos dicen algo al respecto “El verdadero

profeta debe confesar la enseñanza bíblica relativa a la encarnación de Cristo, debe creer en

su divinidad y preexistencia, su nacimiento virginal, su verdadera humanidad, vida sin

pecado, sacrificio expiatorio, resurrección, ascensión, ministerio intercesor y segunda

venida” 20. Es decir que todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. A sí

que, por sus frutos los conoceréis (Mat. 7:16, 18-20) Podemos decir que los frutos son las

muestras, los ejemplos, lo que es evidente y palpable. De acuerdo a los cometarios de los

autores citados un profeta que se dice hablar a la ley y al testimonio debe presentar las

siguientes características.

 La persona de quien se recibe una palabra profética debe ser de buen testimonio.

(Isaías 8:20-22, RV60).

 Debe llevar frutos en su vida. (Gálatas 5:22-23, RV60).

 Es de suma importancia que viva lo que predica. (Romanos 2: 21-24, RV60)

 Procura vivir en santidad. (Hebreos 12:14, RV60).

 Se rige en obediencia y sujeción a una Iglesia o pastor. (Romanos 13: 1

A la luz de la Biblia hemos mencionados algunos principios que rige la vida de un profeta,

pero también es de suma importancia puntualizar que este principio es para la iglesia en

general, sin la cual ninguno vera a Dios dice Hebreos 12:14.

Conclusión

Encontramos por sobre todas las cosas el inmenso amor Dios y su misericordia para

con la humanidad, Dios hizo provisión, busco los medios para hablarnos por medio de sus
20
Alberto R. Timm, Dwain N. Desmond, El don de profecía en las Escrituras y en
la Historia, (Florida: IADPA, 1988), 258.
santos profetas a los cuales él mismos los eligió, estos hombres estuvieron dispuestos a

serle fiel a su palabra, demostraron con hechos evidentes que vivieron y hablaron de

acuerdo a lo que dice Isaías 8:20 a la ley y al testimonio. Esto implico que arriesgaran sus

vidas, llevaron una vida de sufrimiento y una vida abnegada, por medio de ellos hoy

recordamos que Dios es inmutable, Dios es el mismo a lo largo de todo el tiempo, el mayor

interés de Dios por el cual nos brinda el don de profecía es para que su pueblo no se

extravié, no viva desorientado y no se disipen, encontramos que el don profético es otra en

la que Dios muestra su misericordia. El pueblo adventista ahora más que nunca debe de

seguir creyendo en este don especial, Dios espera que su pueblo se prepare para recibir la

gran promesa de Joel 2:28-29, se nos invita a dar buen testimonio, llevar frutos, vivir la

palabra de Dios en santidad, y guardar la bendita esperanza de ver un día a nuestro creador

cara a cara. Así sea “AMEN”.

Bibliografía

Arturo G. Daniells, El permanente don de profecía (Florida, Buenos Aires:


Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996).

John MacArthur, Richard Mayhue, Loida Viegas, Teología sistemática: Un estudio


profundo de la doctrina bíblica, (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz ,2018).

J. Oliver Buswell, Jr. Teología Sistemática, Tomo I, Dios y Su revelación. (Grand


Rapids, Michigan, EE.UU: Zondervan Publishing House, 1962).
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventista del Séptimo Día,
Armando Collins, Miguel A Valdivia, (Florida: Asociación Casa Editora Sudamericana,
2007), 247-249.

Wayne A. Grudem, El don de profecía en el Nuevo Testamento y en la actualidad,


trad. M. Cristina Kunsch de Sokoluk (Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1992).

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Séptimo Día. Creencias de los Adventistas del Séptimo Día. (Florida, Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007).

Herbert Edgar Douglass, Profecías dramáticas de Elena G. de White :


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23.
Ibid, 28.

René Noorbergen, Elena G. de White: Profeta del Destino (Coral Gables, Florida:
Mountain Missionary Press, 1972), 47.

D. A. Delafield, Elena G. de White y la Iglesia Adventista del Séptimo Día


(Mountain View, CA: Pacific Press, 1965).

Ibid. 32.

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White y el don profético? (México: Gema editores, 2018).

Alberto R. Timn, Dwain N. Esmond, El don de profecía en las escrituras y en la


historia, (México: Gema editores, 2016), 217.

Alberto R. Timm, Dwain N. Desmond, El don de profecía en las Escrituras y en la


Historia, (Florida: IADPA, 1988), 258.

Celant, Stephenson. “Lectura de los escritos de Elena G. de White y compromiso cristiano


en feligreses adventistas de Chone, Ecuador, 2015”. Tesis de maestría en Teología,
Universidad Peruana Unión, 2019.

Daniells, Arturo G. El permanente don de profecía. Florida, Buenos Aires: Asociación


Casa Editora Sudamericana, 1996.

Grudem, Wayne A. El don de profecía en el Nuevo Testamento y en la actualidad.


Traducido por M. Cristina Kunsch de Sokoluk. Deerfield, Florida: Editorial Vida,
1992.
Nichol, Francis D., ed. Comentario bíblico adventista. Traducido por V. E. Ampuero
Matta. 7 vols. Boise, Buenos Aires: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990.

Olson, Robert W. 101 preguntas acerca del santuario y Elena G. de White. Florida, EUU:
Asociación Publicadora Interamericana, 1988.

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