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Miguel Ángel fue un triunfador en todas las artes

en las que decidió trabajar; sin embargo, la


escultura siempre fue su predilecta.

Las habilidades y el sentido de perfeccionismo de Miguel


Ángel eran inagotables. Tanto, que nadie ha podido superar
su particular y meticulosa manera de expresar la realidad. Por
ello, repasaremos algunas de sus obras más famosas. ¡Seguro
que quedarás impresionado!

Miguel Ángel ha sido, sin duda alguna, uno de los mayores


exponentes artísticos del Renacimiento italiano. Al igual que
personajes tan destacados como Leonardo da Vinci,
Donatello o Boticelli, este gran artista planteó una nueva
concepción no solo del mundo del arte, sino también de toda
la civilización europea.
Este conjunto escultórico se encuentra en el Vaticano, en el interior de
la basílica. En él aparecen encarnados la Virgen María y Jesucristo en
el momento en el que este es bajado de la cruz y ella lo recoge entre
sus brazos por última vez. La expresión y el realismo de los detalles,
tan cuidados, resultan espléndidos aunque se trate de una escena
dolorosa.

En 1972 un enfermo mental acudió a la basílica armado con un


martillo, golpeando el rostro de la Virgen mientras proclamaba que era
la reencarnación de Cristo. Sin embargo, se logró detener al hombre y,
en poco tiempo, se iniciaron las labores de restauración. Desde
entonces, la escultura está protegida por una pared de vidrio.

Tras haber triunfado en Roma y haber recibido importantes


encargos papales, Miguel Ángel decidió retornar a su ciudad
natal. En Florencia emprendió una obra que según su criterio
iba a ser el culmen de toda su producción. Fusionando en un
mismo lugar todas sus ideas sobre escultura, arquitectura y
pintura. Eso iba a ser la Capilla Medicea.

Y aún así es una obra impresionante que alberga los mausoleos


de dos de los Medicis más recordados: Lorenzo el Magnífico y
Giuliano I. El conjunto es colosal, así que habría que imaginar
como hubiera sido en la versión soñada por el artista.

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