La playa artificial más grande del mundo
¡Hay que ver cuánto gustan los récords! Haciendo un repaso de y del mundo nos ido a topar con un modelo un tanto curioso. En Japón, concretamente en Miyazaki, a pesar de contar con costa y playas de arena fina en las proximidades de la ciudad, existe un lugar considerado como la playa artificial más grande del mundo por el libro Guiness de los Récords. Se trata de Seagaia Ocean Dome, y dispone de una enorme playa que no se ve afectada por el clima, por las medusas ni por quienes osan clavar su sombrilla en primera línea antes de que tú te hayas levantado de la cama.
Cuanto más a lo grande mejor. Eso mismo pensaron los artíficies del Seagaia Ocean Dome, quienes querían dotar a la ciudad de entretenimiento acuático para los 365 días del año. Una playa de postal con techo retráctil fue una obsesión que vino a quedarse y no tener parangón en el mundo. Abrió en 1993 pero una gran reforma a partir de 2007 es lo que vemos hoy, un espacio playero en el que no falta de nada.
La Ocean Dome de Miyazaki está ideada para albergar hasta 10000 bañistas en una extensión de 300 metros de largo por 100 de ancho. Es como juntar varios campos de fútbol para convertirlos en una playa de ensueño. Hicieron falta hasta 14000000 litros de agua y 600 toneladas de arena para dar forma a una de esas extravagancias que sólo podríamos imaginar en Japón.
Está calculado hasta el más mínimo detalle, como mantener una temperatura de 30º para recrear un verano cualquiera en Río de Janeiro, montar shows de olas de casi tres metros y la recreación fantasmal de la erupción de un volcán cualquiera del Pacífico. ¡Incluso está preparada para practicar surfing! Aunque es cierto que tan de récord como esto son los precios de la entrada de 50€ por persona. Realmente no es para ir todos los días de la semana sino para regalarse un capricho momentáneo.
El techo retráctil imita un cielo completamente azul para cuando el tiempo no acompaña y se cierra completamente. Si fuera está haciendo frío y llueve, la gente puede escapar de la caprichosa climatología para creerse en un lugar lejano en el que siempre es verano. Y no tiene que preocuparse tampoco por las malditas medusas del Pacífico, cuya presencia es bastante frecuente y molesta en esta zona de Japón.
Salvo el precio son todo ventajas. ¿Qué os parece? ¿Pagaríais por ir a una playa artificial de este tipo? Seguro que ya puestos, ¡mejor unas vacaciones en playas tan reales como la vida misma!
