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Ciencia y tecnología

¿Por qué está el escroto fuera del cuerpo?

Ricardo Moure responde en 'Serendipias' a una de las dudas más frecuentes acerca de la anatomía masculina sobre la que hay varias teorías

Moure oye voces: "¿Por qué está el escroto fuera del cuerpo?"

Moure oye voces: "¿Por qué está el escroto fuera del cuerpo?"

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Madrid

Es posible que alguna vez te hayas preguntado por qué los hombres tienen el escroto fuera del cuerpo. Es decir, por qué las gónadas masculinas (o, dicho de otro modo, los testículos) no están igual de protegidas que el resto de los órganos glandulares. El equivalente femenino a esta parte del órgano reproductor de los hombres serían los ovarios que, por el contrario, sí que se encuentran dentro del cuerpo de las mujeres. Entonces, ¿cuál es la explicación científica para la ubicación del escroto? Ésta ha sido una de las preguntas de los oyentes a las que ha respondido Ricardo Moure, doctor en biología y colaborador de 'Serendipias', en 'Moure oye voces', el consultorio que realiza en cada episodio del programa de divulgación científica de la SER presentado por Ignacio Crespo.

"En esta pregunta realmente hay dos preguntas", expone Moure, "la primera es por qué los espermatozoides necesitan fresquito, y la segunda es por qué no hemos evolucionado para que no lo necesiten". Sobre la primera cuestión, el biólogo ofrece la siguiente explicación: "El proceso para formar los espermatozoides se llama espermatogénesis y tiene lugar en los testículos. Y pasa una cosa muy especial: hacemos una especie de 'cocktail' genético. Tenemos, de cada cromosoma, dos copias, uno de papá y otro de mamá. Pues durante la formación de espermatozoides se juntan estas parejas de cromosomas e intercambian trocitos de ADN".

El suicidio de las células

"Pero tienen que juntarse muy bien, como una cremallera", continúa Moure, "y si la temperatura es alta, este proceso no se produce bien, no se intercambia bien el ADN y, al final, las células que se están formando se 'suicidan' para no formar algo aberrante", en un proceso conocido como apoptosis, término que define el proceso molecular en que una célula conduce hacia su propia muerte.

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Pero, ¿cuál es la explicación científica para que el ser humano no haya evolucionado de tal forma que el organismo permita que acontezca la espermatogénesis a altas temperaturas, y poder así ubicar los testículos dentro del cuerpo, para que no se encuentren expuestos a las condiciones del medio o a posibles (y dolorosísimos) traumatismos? "Hay varias teorías", cuenta el biólogo", "la primera es que esas bajas temperaturas no solamente evitan que el ADN no se una bien, sino que también hacen que durante la espermatogénesis se formen menos radicales libres (moléculas inestables) , que podrían dañar el ADN".

Quizá, simplemente, no haga falta

"Y la segunda teoría", prosigue Moure, "es que al colgar, los testículos no sólo están más fresquitos, sino que también podemos regular mejor su temperatura mediante la contracción muscular del escroto". Aunque otra opción, en palabras del colaborador de Serendipias, es que "a lo mejor no haya hecho falta, que no pasa nada por llevarlos colgando y no haya habido ninguna presión selectiva ni fuerza evolutiva para esconderlos".

En un tono humorístico, pero sin alejarse del rigor científico que caracteriza al programa, Ricardo Moure responde en cada episodio a las dudas más peregrinas que los oyentes de Serendipias puedan tener sobre cualquier cuestión científica. En este programa, por ejemplo, el biólogo también ha hablado sobre cómo se llama la parte anterior de la rodilla, o sobre por qué vemos lucecitas cuando nos apretamos los ojos. Serendipias, el programa de divulgación científica de la Cadena SER, publica una nueva entrega el segundo domingo de cada mes en todas las plataformas de audio.

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