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Infojus Noticias

7-9-2014|15:00|Memoria Nacionales
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Un ensayo fotográfico sobre la última dictadura militar

"Memorias fotográficas": cómo contar el pasado reciente desde el arte

“Memorias fotográficas. Imagen y dictadura en la fotografía argentina contemporánea”, de Natalia Fortuny, es un ensayo fotográfico donde "la dictadura o la desaparición se tematizan desde acercamientos caracterizados por formas veladas y transversales, que aluden a aquello que no muestran". Aquí, reproducimos un fragmento.

  • El matadero, Paula Luttringer, 1995.
Por: Matías Máximo

Natalia Fortuny estudió Comunicación, Historia del Arte y es Doctora en Ciencias Sociales. También publicó varios libros de poesía y es fotógrafa. Su última investigación “Memorias fotográficas. Imagen y dictadura en la fotografía argentina contemporánea” fue publicada por Editorial La luminosa. “Este libro no se centra en los recursos creativos emprendidos por el movimiento de derechos humanos a partir del archivo fotográfico de los desaparecidos ni en el trabajo de los fotorreporteros por hacer visibles las primeras manifestaciones contra la dictadura y la represión vigente”, dice Ana Longoni en el prólogo, “sino en producciones concebidas como artísticas”. Infojus Noticias comparte con sus lectores un fragmento del ensayo fotográfico.

“Falcon incendiado con dos personas no identificadas dentro. Se trata presuntamente de dos desaparecidos”, Desapariciones, Helen Zout, 2000-2006.

¿Dónde están?, Res, 1984-1989.

 

Memorias fotográficas (por Natalia Fortuny)

"Para describir la especificidad de estas obras dentro del conjunto de dispositivos memoriales propongo utilizar el concepto de memorias fotográficas de la dictadura. Con esta invocación, me refiero a los artefactos visuales artísticos basados en el recurso de la fotografía que se construyen en diálogo con el pasado reciente. Las memorias fotográficas condensan tres peculiaridades indisociables: su calidad de memorias sociales de un pasado en común –en un juego entre las vivencias y memorias individuales y la historia−, su formato visual fotográfico –con todas las potencialidades temporales, estéticas y políticas que este lenguaje comporta− y su elaboración artística –ya que su producción se distingue por la creación y puesta en marcha de recursos visuales singulares en cada obra".

Ausencias: Detenidos-Desaparecidos y Asesinados de la Provincia de Entre Ríos. 1976-1983, Gustavo Germano, 2008.

“La Clase”, Buena Memoria, Marcelo Brodsky, 1996.

"El traer voluntariamente la presencia de una ausencia a partir de un trabajo con imágenes es lo que permite subrayar las relaciones cercanas entre la tarea de rememoración y la puesta en juego de las imágenes. Siglos después, las ‘artes de la memoria’ (artes memoriae) intentaron a través de las imágenes generar recuerdos, sea para guiar al orador o para transmitir enseñanzas a otros –los evangelios visuales y los catecismos pictográficos utilizados en América durante la conquista son paradigmáticos, como lo muestra el hermoso libro de Frances Yates. A los fines de esta aproximación, la indagación voluntaria para hacer presente una ausencia implicando un trabajo con imágenes permite pensar las producciones artísticas como intentos de reminiscencia o rememoración, como memorias visuales. Teniendo en cuenta, por supuesto, que la memoria es siempre colectiva, selectiva, transmisible y plural, y que hay a menudo varias memorias en pugna, cada una de ellas además en construcción. Así, estas fotografías presentadas como memorias sociales ocupan un interesante lugar de intercambio entre una zona individual y otra que es necesariamente colectiva".

El Rescate, Verónica Maggi, 2007.
 

Fotos tuyas, Inés Ulanovsky, 2006.

"Por otra parte, estas memorias fotográficas tienen un profundo vínculo con la política. En principio, por el hecho obvio de que todas ellas –de manera más o menos explícita, más o menos velada− contienen alusiones a la violencia política, la represión, la desaparición y otras características y consecuencias de la última dictadura. En ellas lo público, la historia, en fin, la dimensión histórico-social está siempre aludida, aun en aquellas que se abocan a narrar visualmente cómo estas situaciones repercutieron en la propia vida del artista. Por otro lado, esto resulta así porque la fotografía como recurso es altamente permeable a convertirse en herramienta política y estas series de imágenes –como el extenso uso político de la foto en la Argentina y América Latina− así lo comprueban". 

“Alejandra Leiva, 22 años. Estudiante de psicología, 1997”, Los hijos. Tucumán veinte años después (1996 - 2001), Julio Pantoja.

Fragmento de Imágenes en la memoria, Gerardo Dell'Oro, 2007.

"(...) En tanto memorias y en tanto imágenes artísticas, estas memorias fotográficas están lejos de poder comprenderse o decodificarse por completo. Por su propia entidad visual, resultan fragmentarias e inacabadas, y se sustraen al cierre del sentido. En estas memorias fotográficas, a menudo la dictadura o la desaparición se tematizan desde acercamientos caracterizados por formas veladas y transversales, que aluden a aquello que no muestran.

Cada evocación visual de la dictadura y su régimen represivo despierta además ecos del debate acerca de la (im)posibilidad de decir el horror. Esta cuestión, aludida en cada producción fotográfica, está presente en nuestra sociedad y posee diferentes dimensiones, entre ellas: cuál es el lenguaje para expresar lo sucedido, cómo expresar el horror haciéndolo narrable y visible, cómo transmitir la experiencia sin profanar ni trivializar o estetizar la memoria del acontecimiento y cuáles son las consecuencias políticas de las representaciones públicas de la memoria.

Al igual que el nazismo intentó, en sus campos de exterminio, producir un mundo “sin palabras ni imágenes”, la dictadura argentina también hizo todos los esfuerzos por borrar las huellas de desapariciones y desaparecidos (tanto de las instancias del secuestro como de las biografías anteriores de los secuestrados, la negación de su propia existencia). Una verdadera “guerra contra la memoria”, en palabras de Primo Levi. Por eso es señal de elaboración colectiva la existencia de estas imágenes, el trabajo permanente de crearlas y recrearlas.

Desafiar la clausura del adjetivo ‘irrepresentable’ es la tarea de las obras aquí analizadas. Artefactos artísticos que, a partir del dispositivo fotográfico, ofrecen zonas para poder asomarse a las memorias y, desde allí, elaborarlas, procesarlas, debatirlas y entenderlas".

"Memorias fotográficas" se consigue en:

-Musaraña Librería (ubicada en José M. Paz 1530 -Vicente López)

-Vivaldi Libros (Santiago del Estero 998)

-Librerías Galerna

- Librería Biblos (Puán 378)

-O por mail al laluminosaeditorial@gmail.com

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