En el caribe venezolano se esconde un paraíso natural que, por muchos años, ha sido el destino ideal para aquellos a los que les gustan las playas de arena blanca y agua cristalina. Estamos hablando del Archipiélago Los Roques; un parque nacional que está compuesto por más de 300 cayos, islas pequeñas y bancos de arena llenos de una increíble vida marina.
Las playas de Los Roques no solo se destacan por su belleza y exuberancia, sino que también prometen unas vacaciones llenas de tranquilidad, descanso y sosiego. Los amantes de las actividades al aire libre también pueden pasarlo increíble, pues podrán practicar buceo, sumergirse haciendo snorkeling o descubrir los secretos del Caribe en vela o kayak.
¿Cómo llegar a Los Roques y dónde quedarse?
La mayoría de las excursiones inician con un vuelo de 45 minutos que parte desde Caracas y aterriza en el aeropuerto de la isla Gran Roque, la más grande e importante del sector. Si bien es posible quedarse durante períodos extendidos, las excursiones de un solo día que salen desde la capital del país y la Isla de Margarita también son muy populares.
Con poco más de tres mil habitantes, Gran Roque es la isla más poblada del sector. Como consecuencia, gran parte de los establecimientos de hostelería, conocidos como “posadas”, se encuentran allí. Hay opciones para todos los gustos; la elección dependerá de las necesidades y objetivos de cada viajero.
¿En dónde están las mejores playas?
Aunque el archipiélago puede parecer pequeño, la realidad es que Los Roques tiene una gran cantidad de playas. Todas con ese toque encantador que solo se puede encontrar en el Caribe, pero es casi imposible explorarlas por completo en una sola visita.
Cayo de Agua es uno de los puntos más alejados de Gran Roque, pero posee una característica muy especial que lo ha convertido en una parada obligatoria de esta dependencia federal. Las dos islas que lo componen están unidas entre sí por un “puente” de fina arena blanca. Para llegar a este lugar hay que contratar una embarcación pequeña en la isla principal. El recorrido dura casi una hora y es necesario llevar comida y bebida.
Para quienes prefieren paseos más cortos, cayo Madrisquí es la mejor opción. Está a cinco minutos de Gran Roque y, por ello, cuenta con una vista privilegiada de la isla principal. Sus aguas están llenas de arrecifes de coral, por lo que es el sitio perfecto para practicar snorkel y descubrir un sinnúmero de peces exóticos.
Conocido por sus aguas templadas y tranquilas, el cayo Francisqui es ideal para las familias jóvenes. Similar a otros puntos del archipiélago, también es apropiado para hacer kitesurf y snorkeling. Además, si las condiciones lo permiten, los más aventureros pueden sumergirse cinco metros bajo el agua para ver a la Virgen del Valle, una estatua de bronce que mide 1.50 metros y pesa 420 kilos.
¿Cuál es la mejor época para visitar Los Roques?
La temporada seca, que ocurre entre diciembre y abril, es la mejor época para visitar Los Roques. Durante estos meses, las temperaturas son agradables, las lluvias son escasas y la visibilidad bajo el agua es muy buena. Así mismo, marzo, mayo y noviembre son los meses con menor afluencia de turistas.
Los Roques cuenta con una posición geográfica privilegiada que le permite gozar de un clima cálido durante la mayor parte del año. Con temperaturas promedio de 30 °C durante el día y 24 °C durante la noche, es posible disfrutar de sus playas y actividades al aire libre sin tener que chequear el celular antes de empezar el día.
Un buen viaje al archipiélago no estaría completo sin probar la gastronomía local. En este lugar, las preparaciones típicas venezolanas como la arepa y las empanadas se convierten en platillos exquisitos y llenos de sabor. La arepa de pescado, las empanadas de cazón y el ceviche de langosta son unas delicias imperdibles.
Los Roques es una joya caribeña que vale la pena visitar para disfrutar de unas vacaciones tranquilas y relajantes en un entorno natural impresionante. Sus playas, su rica vida marina, su comida y su gente la hacen un lugar único en el Caribe.
