El Café Tortoni, historia viva de Buenos Aires

Este mítico Café ubicado en Avenida de Mayo 825, no solo es uno de las importantes de la ciudad si no que también es mas el antiguo de Buenos Aires.

Fue inaugurado en 1858, cuando Avenida de Mayo todavía no existía, algunos afirman que originalmente se encontraba en la esquina de Rivadavia y Esmeralda y que fue fundado por un inmigrante francés de apellido Touan, nombrándolo Tortoni debido a que así se llamaba un establecimiento del Boulevard des Italiens donde se reunía la elite de la cultura parisina del siglo XIX. Otros afirman que  se encontraba en Defensa al 200  y que fue un tal Oreste Tortoni  su fundador. Sin embargo Enrique Puccia, historiador de Buenos Aires, descubrió que efectivamente existió una guía de la ciudad donde aparece el Café Tortoni en Defensa al 200. No obstante, el Gran Mapa Mercantil de la Ciudad de Buenos Aires, editado en 1870 por Rodolfo Kratzenstein, lo ubica en Rivadavia y Esmeralda con Monsieur Touan como propietario.

Lo cierto es que en 1880 fue trasladado a su lugar actual, la planta baja de la residencia de Saturnino Unzué en la calle Rivadavia. Era una casa de estilo italianizante, con planta baja y la vivienda en el piso superior y por suerte su fachada se conserva hasta la  actualidad.

En 1882, el intendente Torcuato de Alvear concibió el proyecto de construcción de un gran boulevard, al estilo de los creados por el Barón Haussmann en París. La futura vía recibió el nombre de Avenida de Mayo en 1885, y su apertura comenzó en 1888, avanzando entre las calles Rivadavia y Victoria, hoy Hipólito Yrigoyen, y demoliendo las antiguas construcciones que se encontraban en su camino.

La casa de la familia Unzué fue afectada por la creación de la avenida y perdió el fondo de su terreno aunque, en vez de demolerse completamente, se la conservó y se le construyó una nueva y más lujosa fachada con salida hacia la nueva Avenida. La nueva parte de la residencia, proyectada por el arquitecto noruego Alejandro Christophersen en estilo academicista francés, terminó de construirse en 1898. La vieja entrada del café por la calle Rivadavia siguió existiendo como puerta trasera de acceso al sector de billares, mientras que la nueva fachada se transformo en la puerta principal de acceso al Café Tortoni.  Al poco tiempo el mismo va a ser adquirido por otro inmigrante francés Celestino Curutchet.

En el café funcionó «La Peña», inaugurada en 1926, que fomentó la protección de las artes y las letras hasta su desaparición en 1943, su creación fue una idea de Benito Quinquela Martín, pensada como un punto de encuentro donde amigos y colegas podían sentarse a charlar de arte al igual que París. Esta peña había nacido en el café La Cosechera, (calle Perú y Avenida de Mayo), y se trasladó luego a las mesas del Tortoni. Como con el tiempo el lugar quedó chico, Curutchet ofreció la bodega de vinos para que pudieran reunirse con más comodidad y trasladó la vinería a otro lugar. Así la sede de la peña, llamada Agrupación Gente de Artes y Letras, se inauguró el 24 de mayo de 1926 y realizó tareas de difusión cultural mediante conciertos, recitales, conferencias, y debates. Según palabras del propio Curutchet, «los artistas no gastan poco pero le dan lustre y fama al Café»

Entre los asistentes a la Peña se encontraban, Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, , Roberto Arlt, José Ortega y Gasset, Jorge Luis Borges y Florencio Molina Campos, entre otros. Las mesas vieron pasar figuras de la política como Lisandro de la Torre, Ernesto Palacio y Marcelo Torcuato de Alvear; figuras populares como Carlos Gardel, quien cantó una vez un tango en homenaje al autor italiano Luigi Pirandello, que acababa de dar una conferencia en La Bodega y Juan Manuel Fangio; prestigiosas figuras internacionales como Albert Einstein y Federico García Lorca; y jefes de Estado como Juan Carlos de Borbón.

El Tortoni contaba también con 3 salas, una era la Sala Familiar, la Sala de Billares y  la Peluquería de caballeros, está última hoy es llamada «Cesar Tiempo» y fue transformada en una biblioteca histórica, allí se conservan los espejos y asientos de aquella época, donde los hombres se afeitaban la barba y cortaban el pelo. La Sala Familiar recibe el nombre de Alfonsina Storni y es utilizada para la realización de diferentes eventos, mientras que la Sala de Billares actualmente es la Sala Eladia Blázquez, cantante y compositora argentina de tango, considerada como la poetisa de dicho género y que le dedico el Tango «Viejo Tortoni» al Café.

Hoy en día el Tortoni pertenece al selecto grupo de Bares Notables, que cuentan que el apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por ser parte de la historia y la cultura de la ciudad; debido a esto todos los días es concurrido por turistas que llegan a diario para disfrutar de un exquisito café y trasladarse en el tiempo dentro de este local del Siglo XIX, rodeados por obras de diferentes artistas que tuvieron que ver con la vida del Tortoni, mientras que en su famosa Bodega se siguen realizando diferentes actividades artísticas, como shows de Tango.

«En este café parece que el tiempo se hubiera detenido como en un daguerrotipo, cuando en él la gente juega al billar, a las cartas, o simplemente toman un café entre amigos, el local es cada vez más una parte indispensable de la historia porteña».

El Café Tortoni es parte de la Visita Guiada, «Palacios, lujos y secretos de la Avenida de Mayo» 

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