MONSEFÚ - SANTA ROSA - PIMENTEL

En el verano, la ciudad de Chiclayo recibe siempre con ansias al astro rey. A diario, durante los meses de enero y febrero, el sol se deja ver, como dicen por allá. A kilómetros de la Plaza de Armas de la capital de la región Lambayeque, colindantes con el mar, se encuentran tres distritos que bien pudieran ser solo uno: Monsefú, Santa Rosa y Pimentel. Unidos por una carretera y por una historia viva, esta tríada de ciudades nos pueden ofrecer uno de los circuitos más ricos del Perú.

El inicio de la travesía es en el cruce de las avenidas Sáenz Peña y Bolognesi, intersección que es el paradero de los autos para Monsefú. Después de media hora, un arco gigantesco nos da muestra de que llegamos a la Ciudad de Las Flores. Es el primer punto del trayecto. Caminando por toda avenida Venezuela, entre las intersecciones con las calles Maria Ízaga y Diego Ferré, aparecen en una fila de dos cuadras los mejores restaurantes del lugar. Si es domingo, un frito norteño con café pasado, y si es día de semana, un buen ceviche de tollo como desayuno. Al frente de los restuarantes, souvenirs y trabajos artesanales para llevar un recuerdo. Calles más allá, el parque principal nos cobija para descansar unos minutos. No muy lejos de ahí, en el cruce de las calles Diego Ferré y Túpac Amaru, nos espera el inicio de nuestra segunda parada.

La playa de Santa Rosa es una de las más concurridas del norte peruano. A solo 10 minutos de Monsefú, el malecón se deja ver entre la playa y los restaurantes con los platos marinos listos para el almuerzo. Luego de un chapuzón, viene bien un almuerzo. Cerca al parque principal de la ciudad, los taxis colectivos para Pimentel se encuentran estacionados.

Si ya se hizo tarde, no hay de que preocuparse. El sol aún se muestra imponente hasta aproximadamente las 5 pm, hora en la que empieza a descender. Si ya se hizo muy, pero muy tarde, tampoco hay problema. Pimentel tiene uno de los mejores sunsets del Perú. El ocaso en el balneario más concurrido de Chiclayo bien puede ser visto desde la orilla del mar o desde el muelle turístico. La noche llega y nada mejor que dar una vuelta por el parque principal de la ciudad. Restaurantes con variedad de platos a los alrededores para cenar. En el mismo punto donde llegamos a PImentel, se encuentra movilidad para Chiclayo.

Imperdible.