El pozo negro es un sistema básico de tratamiento de aguas cloacales muy difundido para las casas y hogares particulares. Lo bueno de los pozos ciegos es que son fáciles de construir y de mantener en el tiempo. Con algunas normas básicas como encontrar un lugar adecuado para su instalación y un cuidado especial en los materiales de desecho que se tiran por el inodoro y otros artefactos que desembocan en el pozo, puede permanecer años sin generar problemas.
Lo que se utiliza para tapar un pozo negro en funcionamiento es una tapa de hormigón resistente, ya que sobre ella se rellena con tierra y se convierte en parte del terreno, que generalmente es el patio o el frente de la casa. Si alguna vez se llena el pozo ciego y comienza a generar problemas, se debe llamar a una empresa de desagotes que drene los líquidos del mismo y brindarle un tratamiento especial para curarlo. Luego, hay que reemplazar la tapa con una nueva, para evitar inconvenientes.
En algunas ciudades, las leyes municipales prohíben la construcción de pozos negros, ya que se instalaron sistemas de cloacas. En este caso, es necesario tapar y rellenar el pozo negro que ya no será más el sistema de tratamiento de aguas cloacales. Para ello, se deben seguir los siguientes pasos:
- Destapar el pozo negro usando herramientas adecuadas, ropa de protección y artículos para proteger las manos, los pies y la cara.
- Contratar a una empresa de desagotes de pozos negros para que retira completamente los residuos que están en el pozo.
- En algunas ciudades, es necesario llamar a una autoridad competente que certifique la limpieza del pozo y su posterior rellenado, de acuerdo a las normas vigentes en la misma.
- Abrir completamente el pozo negro y hacer un agujero en el fondo del mismo para permitir el drenaje de agua.
- De acuerdo a las necesidades, llenar el pozo con tierra, arena, piedras o cemento. Comprimir el material utilizado para que no se sedimente y se hunda con el tiempo.