ContrahegemoniaWeb

Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

Los 89 de Alfredo Moffatt

Alfredo Moffatt es una suerte de maestro zen, piquetero y cartonero. Fue un adelantado a la desmanicomialización y un auténtico outsider del campo de la salud mental. Por eso, en el día de su cumpleaños, las y los moffatteanos de América lo queremos saludar y compartir un recorrido fotográfico por la vida y obra de la máxima figura de la psicología social.

En el corazón del barrio porteño de Once, aún persiste estoicamente una verdadera institución de la resistencia popular.

Alfredo Carlos Moffatt nació el 12 de enero de 1934 en el Hospital General de Agudos Rivadavia, el nosocomio más antiguo del país, fundado en el año de 1774 en terrenos de la Hermandad de la Santa Caridad de Nuestro Señor Jesucristo, constituida originalmente para enterrar y dar sepultura cristiana a las víctimas de la peste de piojos, ácaros y pulgas que azotó cruelmente a la ciudad de Buenos Aires durante el año de 1727.

Su familia llegó a la Argentina escapando de los horrores de la Primera Guerra Mundial y se instaló en la localidad de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Vivió sus primeros cuatros años de vida con su familia materna de origen alemán, y luego se mudaron al característico barrio inglés de Temperley, en Lomas de Zamora, donde se asentaban los Moffatt, su familia paterna inglesa que hacía años que prestaba servicios en los ferrocarriles por ese entonces todavía en manos de capitales británicos. Pero al contraer su madre una grave enfermedad, comenzó un peregrinaje por casas de distintos familiares con los que compartió su infancia.

Un día su primo Tommy Moffatt desarrolló un cuadro esquizofrénico que trastocó la rutina de la característica familia. Comenzaron así los obligados peregrinajes por los manicomios, hasta que finalmente Tommy fue dado de alta básicamente destruido en su condición humana por obra de la psiquiatría. Este hecho marcó para siempre la vida del joven Alfredo Moffatt.

Te puede interesar:   Poesía en la Escuela, otra forma de resistir

Estudió arquitectura y fue docente en la Universidad de Buenos Aires (1960). Luego conoció al psicoanalista Enrique Pichón Rivière (fundador de la psicología social) y se volvió su colaborador hasta su muerte ocurrida en 1977.

Junto a Pichón Riviere

En 1970 viajó a los EEUU para trabajar por un año con el psiquiatra Ángel Fiasché en un programa de psiquiatría comunitaria en el Hospital Maimonides de Brooklyn, Nueva York.

Al volver a Argentina, dictó un curso de psiquiatría en la Primera Escuela Privada de Psicología Social y como parte de la cursada, convocó a los y las alumnas a trabajar en el diseño de una comunidad terapéutica dentro del hospicio. Así nació la Peña Carlos Gardel.

Dirigió en el Hospital Borda la Comunidad Terapéutica Peña Carlos Gardel hasta su clausura en 1974. Fundada el 11 de diciembre de 1971, “Día Nacional del Tango”, en conmemoración de los nacimientos de Carlos Gardel y Julio De Caro.

Fue visitada por el psiquiatra David Cooper fundador del movimiento internacional de la Antipsiquiatría quien la reconoció como un ejemplo de la transformación de los manicomios.

Pichón Rivière supervisando el trabajo de la Peña Carlos Gardel

Tras la muerte de Pichón Rivière y el aumento de la represión política en el país, se exilió en Brasil donde desarrollo una intensa actividad profesional trabajando, entre otros, en el Hospital Psiquiátrico de Manaos en zona amazónica. En educación en las favelas junto al educador Paulo Freire. Y como conferencista en distintas universidades. Su libro “Psicoterapia do Oprimido. Ideologia e técnica da Psiquiatría Popular”, tuvo amplia difusión en el país y contó con más de diez ediciones. Participó del movimiento de renovación y reforma de la psiquiatría con el que se obtuvo la sanción de la ley 10216 en 2001 conocida como la ley Delgado, que prohibió la construcción de nuevos hospitales psiquiátricos y promovió un trato digno para los usuarios de los servicios de salud mental.

Te puede interesar:   Osvaldo Bayer: “El actual gobierno sinceramente no lleva a nada”

Junto a Franco Basaglia, referente de la reforma psiquiátrica italiana, inició un viaje por Latinoamérica con el objetivo de realizar una investigación sobre las condiciones de internación en la región.

Visitando Perú
Con la colectividad Boliviana

Convivió con comunidades originarias (mayormente de la región andina) para conocer formas ancestrales no occidentales de acceso a la salud.

En 1982 volvió al país y fundó la Asociación Mutual de Asistencia Psicológica El Bancadero para enfrentar los efectos de las consecuencias de la guerra de Malvinas y la dictadura militar en la salud mental de la población.

Asamblea en El Bancadero

Con la restauración democrática, volvió al Hospital Borda y en 1983 fundó la Comunidad Terapéutica Cooperanza que dio lugar a Radio La Colifata.

moffatt
Con Alfredo Olivera, creador de Radio La Colifata

En 1989 fundó su propia escuela, conocida actualmente como la Primera Escuela de Psicología Social de Alfredo Moffatt, que dirige junto a su hija, la psicóloga Malena Moffatt.

Mesa con Ángel Fiasché y Fernando Ulloa

En 2001, en un contexto de crisis económica, impulsó Las Oyitas, una red de ollas populares en el conurbano bonaerense.

Desarrollo un modelo de asistencia en situaciones de catástrofes y crisis psicológicas que fue puesto a prueba en 2004 durante la asistencia a los familiares de las víctimas del incendio del supermercado Ycuá Bolaños en Paraguay donde fallecieron más de 300 personas, y en Argentina en la tragedia de Cromañon donde fallecieron 194 adolescentes.

En 2014 la Biblioteca Nacional organizó “El Moffattazo: homenaje a Alfredo Moffatt”. Aquí con Vicente Zito Lema y Carlos Sica
Alfredo-Moffatt

“Nosotros trabajamos en el Borda con el modelo de comunidades autogestivas alternativas sin utilizar medicamentos. En la Peña Carlos Gardel hemos logrado movilizar a los acusados de esquizofrénicos para que se conecten con técnicas comunitarias. La primera técnica que usamos fue entrar por la oralidad, el criollo choripán. Con eso los atraíamos. Había psicóticos autistas que durante años ni se movían. La estimulación no era a través de lo verbal o gestual sino con lo más primitivo que es la comida, al oler el irresistible aroma del choripán se acercaban hasta los más autistas, esta medicación criolla resultó ser de mayor eficacia que el Halopidol.

Luego les mandábamos un chamamé y los correntinos muy lentamente ya movían un pie. Después de más tiempo empezaron a recordar su nombre, su pueblo y su historia. Después ya tenían una comunicación más compleja. La esquizofrenia no es amnesia. Al contar sobre su pasado se les descongelaba su historia. Ese alma congelada por la institución empezaba a revivir, luego de un intenso trabajo el paciente bailaba, hablaba, recobraba su historia. Todo eso lo logramos sin darles una pastilla. La restitución dialógica la pudieron recuperar porque había alguien a quien contársela, dentro de una comunidad que rescataba la cultura popular donde había sido socializado”.

Alfredo Moffatt.

6 thoughts on “Los 89 de Alfredo Moffatt

  1. conozco todo lo detallado en el articulo ya que soy psicologo social, me forme en la Primera Escuela de Psicologia Social fundada por el dtor. E.P.Riviere que dirije Ana P.Quiroga quien fuera su ultima esposa, he conocido personalmente a Alfredo Moffatt ya que asisti a un posgrado en UBA, donde el dicto una clase, por lo cual me siento muy orgulloso, siguiendo las enseñanzas del maestro Moffatt a mis 86 años coordino actualmente un taller de “psicodrama”en el Houssay de Vte.Lopez del grupo Apovilo.-

    1. Gracias por tanto maestro Alfredo Moffatt, su vida y obra es una gran inspiración para todos los psicólogxs sociales!!! Siento una gran admiración y amor por usted!!!

      1. Admiro profundamente su obra inspiradora, maestro. Me encuentro en el inicio de este gran desafío que es la Sicologia Social
        Transito mis primeros pasos en la escuela que dirige Malena Moffatt, quien maravillosamente nos muestra el camino a seguir en Salud mental. Gracias por tanto !!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *