Sopa paraguaya

Este plato es muy tradicional y emblemático en Paraguay, se trata de un pastel salado y esponjoso, realizado principalmente a base de harina de maíz, huevos, queso y leche. Es delicioso y fácil de preparar.

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La emblemática sopa paraguaya, resulta que no es una sopa, sino un delicioso pastel a base de harina de maíz, cebolla, queso fresco y huevos. Nunca falta en los hogares paraguayos en las celebraciones de cumpleaños, asado o reuniones entre amigos. Pero también hay lugares donde se puede degustar esta delicia gastronómica, como en muchos restaurantes y siempre entre uno y otro hay una diferencia en el rico sabor, debido a que depende de los ingredientes empleados en la elaboración.

Entre los ingredientes es muy importante la harina de maíz que se emplee, tiene que ser fresca para obtener una sopa paraguaya esponjosa. Igualmente, la presencia de la cebolla hace que el pastel no sea seco y la manteca de cerdo le da un sabor muy especial; aunque en la mayoría de los casos usan aceite de girasol. 

¿Cuál es el origen y la historia de este famoso platillo?
Estamos seguros que la sopa paraguaya nació en tierras guaraníes. Antes de la llegada de los españoles, los nativos preparaban una comida a base de maíz, mandioca, zapallo y batata para acompañar la carne de caza. Cuentan que los guaraníes recibieron con agrado a los conquistadores y les ofrecieron para agasajarlos la carne de caza, y cuando esta se acabó y los nativos percibieron que los agasajados quedaban con hambre, le ofrecieron el pan de maíz y de mandioca diciendo en su idioma guaraní que la carne se había terminado “Soo opa”.

De ahí la denominación del pastel sopa paraguaya. Platillo que los guaraníes enriquecieron con los ingredientes traídos por los jesuitas como carne vacuna y aviar, leche, quesos, huevos y condimentos traídos del Viejo Mundo.

Existe otra versión sobre el origen de la sopa paraguaya. Cuentan que en el siglo XIX el presidente de Paraguay Don Carlos Antonio López le pidió a su cocinera que le preparara su plato favorito, tykuetï, que consistía en una especie de sopa elaborada con leche, queso, huevo y harina de maíz. Por error, la cocinera agregó demasiada harina y resultó una preparación pastosa; y decidió cocinarla por más tiempo y al llevarla a la mesa, le explicó lo sucedido al presidente, a quien le pareció una exquisitez y la bautizó “Sopa Paraguaya”.

Existen muchas formas para preparar este exquisito platillo emblemático de la cocina paraguaya, aquí presentamos dos recetas con pequeñas variaciones en los ingredientes, como usar además del queso paraguayo, agregar queso mozzarella y para darle un toque dulzón agregar choclos tiernos, desgranarlos para luego molerlos en la licuadora con la leche, el huevo y el aceite, de esa forma la masa será suave y con el rico sabor del choclo tierno

Ingredientes

300 gramos de Harina de maíz amarilla

500 mililitros de Leche

3 Cebollas picadas finamente

300 gramos de Queso paraguay fresco

4 Huevos

2 cucharas de Aceite

1 pizca de Sal

1 pizca de Pimienta

Preparación

Paso 1 : En una sartén, coloque un poco de aceite y rehogue las cebollas por unos minutos hasta que queden transparentes. Reservar.

Paso 2 : En un bol coloque la harina de maíz , las cebollas, sal y pimienta al gusto. Añada poco a poco la leche y mezcle bien. Incorpore el queso fresco desmenuzado y mezcle.

Paso 3 : En otro recipiente, batir los huevos hasta que queden bien espumosos. Incorporarlos a la mezcla de harina con la ayuda de una espátula, a través de movimientos envolventes.

Paso 4 : Verter la mezcla en un refractario y hornear por 35 a 40 minutos hasta que la superficie del pastel quede dorada. Revise pinchando con un palillo el centro, debe salir limpio.

Paso 5 : Espere que enfríe y corten en cuadrados.

Paso 6 : Sirva y disfrute.