Las suculentas o plantas crasas son muy variadas y tienen la virtud de ser muy resistentes, por lo que resultan idóneas para embellecer con su imagen singular cualquier rincón, incluso si no se tiene mucha mano con la jardinería o bien no se cuenta con mucho tiempo para dedicar a nuestras especies vegetales. Te contamos todo sobre ellas, para que selecciones la que más te guste.
Las suculentas se caracterizan por almacenar agua tanto en sus hojas como en los tallos y raíces, de este modo, son poco exigentes con el riego y sobreviven a la sequía, pues tienen reservas de agua que suelen delatar sus hojas carnosas. Existen miles de especies de suculentas, de ellas la mayoría, pertenecen a la familia de las aizoáceas, las cactáceas, las crasuláceas y las euforbiáceas. Veamos cuáles de ellas son más adecuadas para el interior del hogar e incluso alguna variedad que no necesita una exposición sumamente soleada, lo que hace de ellas unas plantas muy versátiles.
Respecto a la estética, desde Plantadecor.com destacan su gran cantidad de formas (estrelladas, con corazón, lanudas, con o sin espinas…) y colores (verde, rosáceo, lila…).
El cultivo de suculentas como plantas de interior no puede reportarte más que satisfacciones, porque sus cuidados son muy sencillos. Procúrales una tierra aireada y bien drenada, para que el agua no se encharque. Precisamente son plantas que por regla general requieren poco riego y, además, son muy fáciles de multiplicar por división.
También denominado senecio, la planta rosario (Senecio rowleyanus) llama poderosamente la atención por su aspecto con largos tallos con hojas en forma de bola. Suelen emplearse con porte colgante sobre estanterías (como vemos en estas, adquiridas en April Plants) o en cestas. Le gusta el sol pero tamizado, mejor no la expongas a los rayos solares directos y riégala una vez por semana, menos en invierno. Ten en cuenta que, como en la mayoría de las suculentas, es peor excederse con el agua que quedarse corto.
El extenso género Echeveria incluye más de 150 especies y todas coinciden en que cuentan con hojas aplanadas en forma de rosetas, por lo que su estética es muy atractiva. Como todas las variedades que estamos viendo en la selección, las Echeverias necesitan aparte de poco riego un escaso mantenimiento general. Sitúalas en luz, pero alejadas del sol intenso para no quemarlas.
En la propuesta se trata en concreto de una Echeveria ciliata, con hojas puntiagudas y ligeramente vellosas. Es una planta a la que le nacen tallos con flores.
La planta cebra (Haworthia fasciata) también es una suculenta muy decorativa de bellas hojas puntiagudas con rayas blancas que consiguen que tenga una estética muy interesante. Originaria de Sudáfrica, destaca por ser una planta todoterreno muy fácil de cuidar a la que le valen tanto entornos luminosos como en semisombra. Mejor que emplees una maceta poco profunda para su cultivo, dado que sus raíces no penetran mucho en el suelo.
El kalanchoe y en concreto su variedad Kalanchoe blossfeldiana, es una de las suculentas no cactáceas que más se cultiva en interiores. Existen infinidad de razones para ello: produce flores coloridas y muy decorativas, no crece en exceso y sus cuidados son mínimos. Las flores de esta planta tropical le brotan desde finales de invierno hasta finales de primavera y cuando no las tiene destacan igualmente sus preciosas hojas carnosas de márgenes dentados. El secreto de su salud es situarla donde haya claridad pero no sometida a sol directo, mejor si llega tamizado.
