3 Razones por las que visitar un museo de arte puede mejorar tu humor

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Un nuevo estudio publicado en el Journal of Positive Psychology explica cómo consumir arte en un museo puede ayudarte a reducir el estrés, combatir la soledad y hacer que la vida sea más significativa.

"Siempre he encontrado que los museos de arte son entornos relajantes y atractivos, así que al comenzar a realizar investigaciones en psicología, quería comprender mejor las experiencias de las personas con las artes y visitar museos de arte", explica la psicóloga Katherine Cotter de la Universidad de Pensilvania y coautora de la nueva investigación. "Personalmente, siempre me han restaurado después de visitar un museo de arte, y al ver que los programas ofrecidos por los museos aparecían orientados al florecimiento, parecía natural profundizar y explorar las conexiones entre los museos de arte y el florecimiento".

El estudio de Cotter define florecimiento como un término general que comprende dos componentes:

• El bienestar se refiere a la inculcación de fortalezas, significados y estados positivos. Esto incluye cultivar relaciones positivas con otros en tu vida, experimentar emociones positivas o sentirte involucrado en tu vida y experiencias.
• El malestar se refiere a la presencia de enfermedades, trastornos y estados negativos.

De acuerdo con Cotter, para examinar la calidad de vida de una manera holística, necesitamos considerar ambos componentes del florecimiento.

Después de una extensa revisión de la literatura y una evaluación exhaustiva de los programas basados en museos de arte, Cotter y su equipo identificaron tres beneficios principales que podemos obtener de las visitas frecuentes a un museo de arte:

1. Es una experiencia gratificante. Visitar museos de arte estimula emociones positivas, promueve sentimientos de compromiso, lo que resulta en una mejor calidad de vida.
2. Reduce los niveles de cortisol. Visitar un museo de arte puede ayudarnos a reducir el estrés, ya que reduce inmediatamente la producción de cortisol (una hormona relacionada con el estrés) en nuestro cuerpo.
3. Combate el aislamiento. Tanto las obras de arte como los visitantes de los museos pueden hacernos sentir conectados y menos aislados. Incluso puede conducir a la construcción de una comunidad de ideas afines.

Mientras que los investigadores todavía están buscando explicaciones concretas de por qué el arte tiene este efecto en nuestra salud mental, Cotter amplía un par de hipótesis, que se enumeran aquí:

#1. Los museos de arte nos ayudan a sentirnos inmersos

Dado que un museo de arte es un espacio que uno no visita con frecuencia, es natural que nos sintamos transportados a otro mundo cuando realmente visitamos uno.

"Podríamos perder la noción del tiempo o encontrarnos absortos en un trabajo en particular durante nuestra visita. En nuestra vida cotidiana, probablemente no tengamos este tipo de experiencias con demasiada frecuencia, por lo que en este sentido hace que el museo sea un espacio único. A través de estas formas de inmersión, podemos aumentar nuestras emociones positivas o sentirnos un poco más vivos", explica Cotter.

#2. Los museos de arte nos ayudan a participar en el pensamiento reflexivo

Visitar un museo también puede inducir estados de reflexión y contemplación que nos permiten pensar sobre nosotros mismos y nuestras vidas de manera diferente, formar nuevas conexiones y exponernos a nuevas perspectivas.

"Debido a que podemos desconectarnos un poco del mundo exterior, nuestras mentes pueden recorrer nuevos caminos y ayudarnos a obtener nuevas perspectivas", aclara Cotter.

Cómo experimentar un museo de arte

Si eres alguien que se siente intimidado al visitar un museo de arte, Cotter tiene los siguientes consejos:

• Participa en una visita guiada. Las visitas guiadas pueden ayudar a proporcionar información sobre una variedad de obras de arte, pero también proporcionan algunos consejos o ideas sobre cómo ver el arte.
• No lo pienses demasiado. Cotter nos recuerda que no hay una manera correcta o incorrecta de ver el arte. Simplemente observa una obra de arte y hazte las siguientes preguntas: ¿te gusta la obra de arte? ¿Por qué? ¿Te recuerda algo o te hace sentir ciertas emociones?

"Una gran parte de disfrutar del arte es estar abierto a la experiencia y darse cuenta de que está bien si no 'entiendes' una obra de arte o la encuentras confusa", comparte Cotter. "Voy al museo y eso me pasa todo el tiempo. Ir al museo de arte no requiere ningún conocimiento sobre arte o historia del arte para tener una visita agradable y significativa".