Artículo de interés | 13 de agosto de 2020

Los primeros movimientos cimarrones, las trenzas y tejidos sobre sus cabellos, significaron para las comunidades afro de nuestro país, las rutas de escape y el mejor escondite para semillas que brotarían en los palenques.

Hoy en día, estas personas libres de las cadenas que alguna vez ataron a sus antepasados, se encuentran sujetas a los estereotipos de bellezas donde el cabello liso prevalece como medida estándar de la sociedad, dejando de lado la diversidad pluriétnica y cultural del país.

Esto ha llevado a que se tenga una mirada de rechazo y exclusión frente al cabello afro-rizado, el mal llamado “pelo malo”, que ha llevado a que no se encuentre en el mercado productos especiales para su ciudado.

Pero más allá de esta realidad, es clave contar que  también ha sido una forma de resistencia donde mujeres y hombres han encontrado en su identidad afro, una manera creativa de expresar su dignidad con todo tipo de peinados, casi que obligando a enfocar todo ese ingenio a la generación de sus propios productos que han llevado a algunos emprendimientos que les permiten reforzar su conexión con su esencia, tradiciones e historia.

Es el caso Dayana, una mujer tumaqueña, quien desde que vio a su tía Patricia realizar los trenzados a familiares y amistades, se empezó a interesar por aprender el oficio desde pequeña.  Tras un ejercicio empírico muy juicioso y haber tenido la oportunidad de tomar un curso corto de peinados afro, empezó a tener su propia clientela.  Su siguiente paso fue participar en el diplomado de formación en emprendimiento económico brindado por Fundación PLAN, por medio de su programa Liderando por la Paz,  donde fue elegida como beneficiaria de un capital semilla que le permitió fortalecer su emprendimiento y contar con elementos para  trabajar de manera más dedicada  su idea de negocio.

La llegada del COVID-19 a Tumaco, la obligó a estructurar nuevamente su negocio usando redes sociales como Whatsapp para obtener clientela y poder realizar domicilios que le permitan conseguir sustento para su hogar.  Una de ellas es Martha, quien siempre se muestra muy satisfecha con sus peinados y la recomienda con otras personas: “Me ven el peinado y me preguntan dónde me lo hice, entonces yo les digo que fue Dayana y ellas también se los mandan a hacer”, agrega además que ha encontrado en ella una mujer trabajadora, amable y paciente con su clientela.

Dayana sale de su casa siguiendo los protocolos de seguridad como son el uso de guantes y tapabocas, cuando está en contacto con las personas que requieren su servicio, refuerza el cuidado con el uso constante de antibacterial y una vez termina su labor desinfecta todos sus utensilios. Para ella la situación económica no ha estado fácil y aunque ha logrado sostener su familia, se han reducido sus ingresos económicos, pero se mantiene optimista por las posibilidades que le ha abierto ser independiente laboralmente, “siento que soy una mujer capaz de salir adelante, aprendí a ahorrar, he podido hacerme responsable de mis cosas y también ayudarle a mi papá con los gastos de la casa, soy más responsable” comenta la joven.

Sueña en grande, quiere seguir formándose en su oficio y poder contar con un gran salón donde todas las personas puedan aprender y por medio de los peinados afro, seguir contribuyendo a la igualdad entre hombres y mujeres de Tumaco, promoviendo el amor propio y que no busquen modificar su cabellos por inseguridades, “que no importe si un hombre se hace peinados con extensiones, si se hace trenzas o se peina con shakiras, y que las mujeres de igual manera puedan raparse la cabeza y llevar su cabello corto” concluye.

Fundación PLAN, por medio de su programa Liderando por la Paz, el cual es financiado por el gobierno de Canadá e implementado en asocio con la Unidad para las Víctimas, UARIV; a pesar de no poder desarrollar las actividades del diplomado en emprendimiento económico de manera presencial debido a la pandemia, ha buscado estrategias virtuales para continuar con los procesos de formación para poder seguir brindando apoyo a mujeres y hombres del pacífico colombiano para la creación de sus ideas de negocio, y que como Dayana, puedan contar con posibilidades de iniciar o fortalecer sus emprendimientos para lograr tener un sustento económico que mejore la calidad de vida de sus familias.