Este miércoles se han presentado las mascotas para los Juegos de Tokio 2020. Aquí repasamos sus 12 predecesoras.
Waldi (Múnich 1972)
Waldi era un perro salchicha, típico de la región de Baviera
Amik (Montreal 1976)
Representaba un castor, animal típico canadiense, y su nombre significaba precisamente “castor” en un idioma autóctono
Misha (Moscú 1980)
Rusia decidió aposta por un oso para los Juegos de Moscú
Sam (Los Ángeles 1984)
Se trata de un águila calva americana, todo un símbolo en Estados Unidos
Hodori (Seúl 1988)
Este gato, parecido a Isidoro, fue el predecesor de nuestro Cobi
Cobi (Barcelona 1992)
Este perro aplastado se ganó el cariño de todos en unos Juegos para el recuerdo
Izzy (Atlanta 1996)
Su nombre inicial era ‘Whatizit’ una variante de ‘What is it’ (¿qué es eso?). Se explicó que era un niño que vivía en una ciudad dentro de la llama olímpica y cuyo sueño era participar en unos Juegos
Olly, Sid y Millie (Sidney 2000)
Un ornitorrinco, una equidna (totalmente diferente a un erizo) y un kookaburra formaron el tridente de mascotas de Sidney 2000
Atenas y Febo (Atenas 2004)
Atenea y Febo, dos hermanos que imitaban a las antiguas figuras griegas
La Fuwa (Pekin 2008)
Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingying y Nini. Un pez, un oso panda, una llama olímpica, un antílope y una golondrina, con los colores olímpicos que además eran los tonos de los cinco elementos tradicionales chinos -metal, madera, agua, tierra y fuego-
Wenlock (Londres 2012)
Su nombre hace mención a la ciudad de Much Wenlock, en la que se celebraron los Wenlock Games, una de las inspiraciones de los actuales Juegos Olímpicos
Vinicius (Río de Janeiro 2016)
Mitad mono, mitad felino y de color amarillo, naranja y azul- está inspirada en la fauna autóctona brasileña y su nombre es un tributo a Vinícius de Moraes