La mascarilla que imita un escroto crea tendencia

Lo que empezó siendo un artículo de broma para engrosar el atuendo de una despedida de soltero ha acabado convirtiéndose en un producto viral que ha agotado las existencias. Una mascarilla que imita un escroto, tanto en su forma como en su textura, ha roto el mercado en lo que se refiere a elementos de protección frente al coronavirus.

Poco podían imaginar en la empresa Billy's BallBags (traducido, el escroto de Billy) que uno de sus innumerables artículos en los que se reproducen los testículos humanos (desde llaveros a prtetis falsas pasando por todo tipo de utensilios de broma) iba a acabar convirtiéndose en un fenómeno de masas.

Bien es cierto que estas mascarillas están increíblemente logradas debido a que han sido ideadas por un profesional del diseño de prótesis y a que están fabricadas con una silicona similar a la de las tetinas de los biberones y chupetetes que le otorgan una textura muy real, pero no hay que olvidar que su fin no es, ni mucho menos, que el de servir de parapeto fiable contra el virus.

Todo lo contrario, pues estas mascarillas no están indicadas para ser utilizadas al modo de las higiénicas, pues al no ser transpirables, no presentan ninguna garantía contra el coronavirus. De hecho, la propia empresa ha tenido que dejar muy claras las consecuencias de su uso inadecuadamente. "El aire puede entrar y salir por los lados de la máscara, pero no recomendaría usarla durante períodos prolongados. ¡Es un producto de broma para divertirse y echar unas risas!", advierten.

Pero ni por esas ni por los 33 euros por los que están en venta. Las mascarillas con forma de escoto han tenido tal demanda después de popularizarse gracias a Internet y a las redes sociales que la primera remesa fabricada ya es historia en el mercado. Cierto es que son atrevidas, pero en vista del éxito, lo que nació como una broma es hoy un producto estrella.