Un viaje por la montaña, con la mirada al cielo

Todos los días están custodiando la ciudad. Brindan una postal que, al contemplarla, se convierte para muchos en un instante de pausa, sanador, cuando se detienen a mirarlas. Algunos van más allá. Reciben su llamado, un tanto desafiante y a la vez ideal para sus gustos. Son las montañas tucumanas; centinelas aguardando visitas que deben ser respetuosas.

No hay montañista que no aclare que la montaña es la que da permiso, impone sus reglas. Quebrantarlas puede representar hasta la muerte cuando los metros sobre el nivel del mar son miles y miles. La geografía tucumana favorece la práctica por lo que cada vez son más los que sucumben a los encantos de llegar a una cima.

“El tucumano sólo conoce lo mismo de siempre. Por eso es bueno que, poco a poco, vaya conociendo más”, contó Ulises Kuznezov. Su título lo acredita como Guía de Trekking NOA avalado por la Asociación Argentina de Guías de Montaña (AGM). Conquistó las 10 cumbres más altas de América (ver nota parte). Para lograr esa meta, entrenó en las cadenas montañosas más populares que hay en tierras tucumanas y por ello puede contar los detalles de cada una. Todas, con la preparación y acompañamiento adecuados, son conquistables, pero siempre con el debido respeto.

Taficillo

“Es el más alto de la sierra de San Javier. El camino comienza en la Hostería de Tafí Viejo y se puede hacer en un día. La complicación que hay últimamente es que la vegetación se come la senda por lo crecida que está. Cuando la gente va y no puede pasar, hace una senda por otro lado, lo que es peor porque en vez de tener una senda bien marcada, quedan dos que no están del todo bien. El Taficillo es un ejemplo de ‘cumbre linda’, ya que permite ver los tres pisos de Las Yungas: selva montana, bosque montano y pastizal de altura”.

El Negrito

“No es el más alto de las Cumbres Calchaquíes, pero sí es el más popular. Si bien el Mina Sur es el más elevado, la accesibilidad hace que se lo visite más. Los clubes de montaña lo usaron históricamente para entrenar, ya que se puede ir y volver en dos días y se lo cataloga como un ‘Cerro Escuela’. No se necesita equipo especial, se puede ir con zapatillas y el camino es claro porque es una huella de 4x4 que facilita la orientación al montañista”.

Clavillo o Del Bolsón

“Es el más alto de los nevados del Aconquija. Depende la época puede haber mucha nieve por lo que hay que usar grampones o piquetas y un equipo térmico por las bajas temperaturas. Lo que es seguro es que habrá ‘acarreo’ que son laderas con piedras muy grandes y también muy chiquitas, lo que se conoce como ‘acarreo suelto’. Una persona sin entrenamiento no lo puede escalar. La partida es desde San José, en Santa María, Catamarca, y es una travesía que dura seis días en la que hay que hacer dos o tres campamentos previos, en el quinto día hacés cumbre y en el sexto se hace todo el descenso”.

La Ciénega

“Salís desde Tafí del Valle, a un ritmo muy lento se llega a la cima en cinco horas. Lo bueno es que, con apoyo del Ente de Turismo, se acondicionó la escuela para que se use como refugio, por lo tanto no hace falta llevar una carpa; entran 20 personas. Sí, es necesaria la bolsa de dormir. El valle que hay es hermosísimo y es fácil llegar”.

Conquistó América

Desde el 2 de diciembre Ulises Kusnezov es top-ten mundial. El montañista tucumano se convirtió en la séptima persona en el planeta que completó el “Andes Top 10” que consiste en ascender las 10 cumbres más altas de América. Aquel viernes por la mañana, Kusnezov llegó a los 6.759 metros sobre el nivel del mar en el cerro Bonete, en La Rioja. Llegar a la meta que se planteó hace dos años requirió un intensa preparación y paciencia, ya que en alguna oportunidad no lo logró en el primer intento. Kuznezov, con 22 años, se convirtió en el único tucumano en tener esta marca y es el cuarto argentino en lograrlo. Antes ya habían completado el desafío Darío Bracali, John Biggar (Escocia), Ulises Corvalán, Adrián Sánchez, Malli Bastan Babu (India) y Tim Bogdanov (Suecia). Las montañas más altas del continente son: Ojos del Salado (6.893 msnm), Pissis (6.795), Tres Cruces (6.749), Lullaillaco (6.739) y Walter Penck (6.658), todos en el desierto de Atacama, entre Argentina y Chile; Incahuasi (6.638) en la Puna, Mercedario (6.705), en los Andes Centrales y el Huascarán (6.746) en la Cordillera Blanca, Perú.