¿La adorable Yayoi Kusama, con su peluca roja y sus topos de colores, como proxeneta de jóvenes homosexuales? ¿Una adicta capaz de gastarse 10.000 dólares en heroína, LSD y demás drogas que repartía entre sus efebos? ¿Una empresaria con contactos ent
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
Si lo prefieres