La emotiva historia de Ronnie Arias: "Siempre quise"

Ronnie Arias habló de la conmovedora historia de su sobrino Juan y la historia que los une tras la muerte de su mamá Silvia, quien fue la hermana menor del conductor.

12 de mayo, 2022 | 16.26

Ronnie Arias contó una desconocida historia de su presente y conmovió a todos sus compañeros de Perros de la Calle (Urbana Play) cuando reveló que adoptó como hijo a su sobrino Juan, de 19 años, tras la agónica muerte de Silvia, su hermana menor y la mamá del joven. "Es el regalo más hermoso que puede tener un ser humano", expresó el periodista.

En enero del año pasado Ronnie contó que Silvia, la menor de sus hermanas, sufrió un derrame cerebral en el sur argentino mientras disfrutaba sus vacaciones y murió tras unos días internada. Como consecuencia, su hijo Juan quedó huérfano, dado que su padre lo abandonó y no se preocupó por estar presente durante su crianza. “Cuando nos quedamos solos, Juan me preguntó ‘¿y ahora quién va a ser mi familia?’”. Yo le dije ‘bueno, podés elegir. Podés ir con la abuela Mimi, con tus tías o con Pablo y conmigo... Y él me dice: ‘Lo que yo quisiera es vivir con Pablo y con vos’”, contó Ronnie en el programa.

Acto seguido, el periodista contó cómo fue su reacción ante el deseo de Juan: "Me fui a negro, fue rarísimo. Porque aparte, yo creo que siempre quise tener un hijo y no era una opción. Pablo (su pareja) era el que se quería casar y para mí no era una opción. Hablando de la convivencia, teníamos ideas diferentes de lo que pensábamos que tenía que ser a futuro. Pero ahora tengo un heredero, chicos. Entonces le dije que sí y nos fuimos a dormir”.

Una señal del más allá

"A eso de las tres de la mañana sentimos que se mueve la araña del comedor, y la fui a despertar a mi madre, que estaba viviendo con nosotros. Nos quedamos mirándola, nos miramos y los dos pensamos que era mi hermana, la Chivi, que estaba dando el okey”, precisó Ronnie, dando a conocer la reveladora señal de su hermana, desde el más allá.

Emocionado, Ronnie concluyó su relato con una tierna reflexión: “Ese día, Juan me dice en el almuerzo: ‘yo no quiero ser su hijo, quiero ser su 'sobrijo'. Y acá estamos, construyendo un camino. A veces re difícil, tuvimos discusiones horribles, porque él es una persona de 19 años y yo de 60, pero generando un amor y una responsabilidad diferente. Ahora vivimos juntos, compartimos cosas, nos hacemos regalos y se puede decir que mi hermana la Chivi me dejó el regalo más hermoso que puede tener un ser humano”.

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