Existen especies curiosas en el mundo animal pero la familia Exocoetidae es sin duda una de los grupos de peces más curiosos del océano, debido a su especial capacidad de abandonar el líquido elemento y sobrevolar la inmensidad oceánica, por todo ello ha recibido la denominación genérica de peces voladores.

Con todo estos hermosos seres, quizás debería llamarse peces planeadores porque realmente eso es lo que hacen, gracias al gran desarrollo de sus aletas pectorales son capaces de desplazarse grandes distancias del orden de los 40 o 50 metros a una extrema velocidad.

Cuando trabajaba en el barco solía verlos con asiduidad especialmente cuando cruzábamos los trópicos, la estela del navío hacía que muchos de estos peces saliesen disparados dejando una huella características en las aguas; era tan habitual que mis compañeros de puente al cambiar de guardia solían decir “peces voladores sin novedad”.

Los peces voladores hacen uso del vuelo como mecanismo de defensa, así los mismos suelen vivir alimentándose de plancton en la superficie y cuando sienten la amenaza de ataque de peces más grandes aprovechan para realizar saltos con los que despistan a sus rivales.

Aunque el aire no es siempre la salvación; recuerdo como en ocasiones alcatraces nos acompañaban en el viaje y aprovechaban el levantamiento de decenas de peces voladores por parte del barco, para hacer picados espectaculares en los que intentaban atrapar a los asustadizos peces. La verdad que el ataque de los alcatraces a los peces voladores es un espectáculo natural impresionante.

Por las mañanas solíamos recoger algunos ejemplares muertos en cubierta (de ahí proceden las fotos) y en ocasiones incluso nos entraban por los portillos, aun recuerdo cuando uno entro en la cocina y le pego un buen susto al cocinero.

Los peces voladores son una auténtica maravilla de la biodiversidad natural y un ejemplo de las múltiples soluciones que adopta la fauna para adaptarse a su entorno y uno de los mejores regalos que me llevo de mis campañas oceanográficas.

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Actualizado el 28 julio,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño