La Recova de Buenos Aires, el Shopping del 1800

Hacía fines del 1700 se plantea en Buenos Aires la construcción de un mercado que suplante a la improvisada feria que se armaba en la Plaza del Fuerte con productos que eran traídos desde el Puerto o el interior a la Ciudad.

Debido a demoras, licitaciones y modificaciones en el proyecto, su construcción comenzó  en 1802, ya habían pasado 8 Virreyes desde la idea original y Buenos Aires había sido declarado Capital del Virreinato del Río de la Plata.

El costo de su construcción fue costeado por los vecinos que vivían alrededor de la Plaza y el  maestro mayor de la obra fue  Juan Bautista Segismundo, también constructor del famoso Convento de San Lorenzo.

El Mercado era de estilo neoclasicismo y  estaba compuesto por  dos alas de once arcos de medio punto donde se encontraban un total de 40 locales y como novedad para la época, la totalidad de los muros fue construida con ladrillos de molde. En 1804 se le agrega el Gran Arco de los Virreyes que unía ambas alas, completando así el proyecto original, allí se traslado la horca donde se colgaba  a los ajusticiados durante varias horas o días.

«El 22 de diciembre del año que corre (1803), se echó el bando donde manda vender la carne, verduras, frutas, etcétera, en la recova«

La Recova dividió La Plaza en dos, por una lado se encontraba la llamada Plaza de la Victoria, frente al Cabildo, la cual llevaba su nombre debido al triunfo los Españoles y criollos durante las Invasiones Inglesas y la otra plaza era conocida como Plaza del Fuerte, esta era mas bien un barrial a donde llegaban las carretas que abastecían al mercado.

El lugar era el punto de encuentro de los habitantes de la ciudad que recurrían al mismo para adquirir todo tipo de productos como telas, gallinas, carnes, leche, velas y objetos de bazar.

Hacia 1840, el gobierno saca a remate la Recova y es adquirida por los hermanos Manuel y Francisco Murrieta en la suma de cuatrocientos mil pesos. Antes de escriturar, en un episodio que se registra confuso, los Murrieta venden la propiedad a Tomás de Anchorena, familia que durante muchos años se encargo del alquiler y manteniendo de los locales no así del Gran Arco que pertenecía a la Municipalidad y se encontraba en muy malas condiciones.

Cuando Buenos Aires es declarada Capital del República Argentina en 1880, su primer Intendente Torcuato de Alvear, en pos del embellecimiento de la ciudad, decide darle un nuevo estilo a la Plaza de Mayo, dejando el colonialismo de lado para dar paso a una ciudad mas Parisina, con plazas parquizadas, edificios monumentales y  de estilos europeos como el Academicismos Francés o Italianizante. Es así como se decide la expropiación y demolición de la Recova, sin el visto bueno de la Familia Anchorena la cual termino demandando  a la Municipalidad.

De esta forma es como la Plaza de Mayo es unificada y al centro de la misma se traslada la Pirámide de Mayo, dándole la forma que todos conocemos hoy en día.

Plaza de Mayo a comienzos de 1900

Deja un comentario