¿Es efectivo el uso de la tecnología en nuestro sistema educativo?

La International Society for Technology Education (ISTE) indica que tanto los estudiantes, los docentes y los líderes escolares deben cumplir con ciertos estándares enfocados en tecnología. Los puntos que se presentarán se alinean a los estándares de ISTE para líderes esducativos los cuales son: (1) Defensor de la equidad y la ciudadanía digital, (2) Planificador visionario, (3) Líder empoderado, (4) Diseñador de sistemas y (5) Aprendiz conectado. También, se alinean a principios de liderazgo educativo y principios pedagógicos enfocados en el desarrollo de competencias del siglo 21.

Breas (2009) indica que cada individuo en una sociedad tecnológica se enfrenta a un constante cambio y debe estar en constante adquisición de nuevos conocimientos. De acuerdo con Razzouk y Orosszlan (2011), para poder desarrollar las competencias del Siglo 21 en nuestros estudiantes, los docentes deben incorporar la tecnología y hacer uso de estrategias académicas centradas en el estudiante. Pero, para poder manejar todo un sistema educativo, nuestros líderes deben poseer ciertos conocimientos y competencias que le permitirán establecer una dirección estratégica efectiva y alineada a un modelo de cambio y de transformación educativa y digital. Michael Fullan, dentro de su modelo de cambio nos señala que existe una necesidad de un nuevo liderazgo que permita la innovación en la tecnología educativa y administrativa.

El Departamento de Educación de Puerto Rico cuenta con recursos económicos para esta transformación. Sin embargo, aún necesita de un plan estructurado que no se detenga cada tres años y medio y que presente, de manera coherente y continua, cómo se implementará el mismo.

El propósito de este escrito es proponer cómo se podría utilizar la tecnología disponible en el DEPR y cómo se podría establecer metas tecnológicas que nos permitan tener un sistema educativos digital y ágil, alineado a las necesidades actuales. Para presentar esta propuesta de transformación tecnológica les mencionaré cuatro puntos que deben considerarse para establecer métricas para medir la efectividad en el sistema.

Uso de la tecnología para el proceso de enseñanza y aprendizaje. No debe existir duda que la tecnología nos ha permitido continuar el proceso educativo en todo el planeta mediante el uso de distintas plataformas tecnológicas. Estas herramientas nos han permitido conectar a estudiantes, sus docentes y los líderes escolares, así como también a otros miembros de la sociedad que han apoyado la continuidad de los procesos educativos de manera eficiente. Esto también depende del sistema, el dominio tecnológico de los docentes, los padres y los estudiantes.  Mediante el uso adecuado de la tecnología y al utilizar las herramientas correctas, se pueden lograr de manera fácil elementos tan importantes como los siguientes: (1) la inclusión de estudiantes de educación especial, (2) un avalúo del proceso de aprendizaje de manera instantánea, (3) tener evidencias y recopilación de datos, (4) la motivación de estudiante mediante actividades interactivas y pertinentes y (5) el aprendizaje continuo en dos direcciones (el docente y el estudiante). Además, debemos señalar, como en otras ocasiones que, cada vez es más notable la gran necesidad de tener cursos regulares enfocados en desarrollar competencias tecnológicas y de programación para todos los estudiantes.

Recopilación continua de datos y creación de modelos predictivos. Hoy vemos en distintas investigaciones, en documentales y otros medios el poder que tiene un proceso de recopilación de datos mediante dispositivos electrónicos. Algunas personas podrían ver estos procesos enfocados en manipulación de la conducta humana mediante procesos de toma de decisiones por el uso modelos de machine learning (algoritmos que permiten que algún sistema tecnológico aprenda por su cuenta mediante datos estructurados y no estructurados). Sin embargo, mediante la utilización de estos y al establecer rutas de seguridad cibernética, los sistemas educativos podrían desarrollar modelos predictivos enfocados en los distintos criterios que nos permiten evaluar si nuestro sistema está siendo efectivo o no. Tomando en cuenta que se recopilen datos de manera adecuada, podríamos crear modelos que nos permitan tomar decisiones para mejorar las prácticas administrativas y pedagógicas, sin tener que esperar al fracaso para tomar la decisión. Además, la tecnología nos permite crear sistemas de visualización de datos que no solo estén enfocados en lo que es requerido a nivel federal. En otras ocasiones he mencionado que, si continuamos enfocados en datos solo por el cumplimiento, seguiremos en una ruta que ya conocemos, presentando fracasos y solicitando fondos para mantenernos así.

Automatizar procesos administrativos y educativos. El sistema educativo de Puerto Rico cuenta con herramientas que le permitiría agilizar los procesos administrativos y evitar la sobre carga de trabajo de los directores de escuelas y sus maestros. Con el uso de las herramientas que tienen disponible, toda la comunidad escolar y a nivel central podrían establecer procesos automáticos para una gran cantidad de tareas que son solicitadas de forma común. Estas herramientas tienden a ser lo que conocemos como “user friendly” y permiten, por ejemplo, desde crear una tabla con datos de alguna encuesta digital que se realice hasta la creación de una aplicación que permita muchas funcionalidades de alto rendimiento.

Política Pública con rendición de cuentas. Aunque pueda resultar repetitivo, debe reconocerse que un sistema educativo que no posee una estructura definida sobre el uso de la tecnología que tiene disponible podría resultar en distintos fallos. Algunos son: (1) gastos innecesarios de fondos públicos para herramientas que no se utilizan, (2) el desconocimiento de las herramientas disponibles, (3) la poca agilidad en procesos que podrían mejorarse mediante el uso de la tecnología, (4) el perder la oportunidad de presentar actividades de aprendizaje, proyectos educativos o administrativos y otras iniciativas curriculares que pudieran traer mejores resultados a corto, mediano y largo plazo en nuestro sistema educativo. Es importante reconocer que la tecnología por sí sola no es la solución a nuestros problemas educativos, sino es la herramienta que, conjunto a un conjunto de normas, adiestramientos sobre uso pedagógico y procesos de rendición de cuentas, podría resultar en una solución para nuestro estancamiento.

Tenemos los recursos y excelentes docentes para tener un sistema educativo a la vanguardia con las necesidades del siglo 21. ¿Qué esperamos?

 Referencias

Brears, L., Tutor, S., Macintyre, B. & O` Sullivan. (n.d.). Preparing teachers for the 21st Century using PBL. Design and Technology Education: An International Journal. 16.1, 36-46.

ISTE (The International Society for Technology in Education). (2016). Redefining learning in a technology-driven world: A report to support adoption of the ISTE Standards for Students. Retrieved from: www.iste.or/docs/Standards_Students-2016

Razzouk, R. & Oroszlan, D. (August, 2011). The need for 21st Century skills development in our education system. Edvation. Retrieved from: www.edvation.com